Opinión

¿Tufillo distractor?

¿Tufillo distractor?

¿Tufillo distractor?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Como no es persona que pinte algo en el sector protector… y ahora menos… apenas se está descubriendo en el medio la faceta taurómaca de Gabriel Quadri. Ello, tras indagarlo al haber obtenido, vía voto democrático, una curul en el Congreso representando al Distrito 23-Coyoacán-CDMX. Dado lo anterior y a efectos de lo que pudiera proponer, se le cuestiona su petulante postura hacia las “corridas de toros" por resultar incongruente con la lucha a favor de un medioambiente sano con la que se le relaciona. Siendo así, me pregunto si tras su descripción sobre la salvaje y primitiva práctica cabría entenderlo como cínico y/o prepotente retador que no termina por entender que sólo ocupará la posición por tiempo perentorio y que cualquier error se le cobrará, partiendo del hartazgo en que nos tienen los “políticos"; todavía más los intentos brincapartido como es su caso y razón por lo que habremos de estar muy pendientes de sus iniciativas y apoyos respecto al tema animales no humanos, ya que aparte y por desgracia, compartirá legislatura con otro falso como es el diputado J. Guadalupe Gachuz, que infaustamente repite por dedazo y seguramente buscará que se le apruebe ese bodrio cruel y engañoso que intenta presentar como Ley General de Bienestar Animal

En otro punto, me canso ganso que es digno de celebrar el que la Guardia Nacional, durante una revisión ¿aleatoria? de paquetería enviada por vía aérea, haya detectado una transportadora conteniendo un cachorro de león, hembrita de apenas unos meses de edad para más exactitud, que no presentaba la documentación correspondiente a un movimiento legal y sólo algunas pegatinas normativas, pero, con todo, en esta noble e incluso obligada acción algo huele mal por haberse dado hasta el arribo de la pequeña al aeropuerto de Ciudad Juárez, Chihuahua, tras haber salido en origen desde el de Guadalajara, Jalisco, pasando por una escala en el internacional de CDMX, lo que supone, claro, tráfico ilegal… mmmm… en el que debieron participar varios cómplices empezando por la primera aerolínea involucrada puesto que el traslado de animales vivos, la especie que sea, debe embarcarse cumpliendo, además, con las disposiciones protocolarias que al respecto marca la IATA. O sea, desde el inicio debió documentarse el animalito en toda forma. Traten de volar con un perrito y luego me cuentan si es tan sencillo. Para peor…

Al no contar la ProFePA, autoridad competente para la atención de estos casos, con lugares seguros y apropiados a donde redirigir la fauna silvestre que asegura, se atiene a que se la reciban, sí o sí, en la UMA más cercana, por lo que en este caso e ignorándose olímpicamente la existencia de Invictus, la criaturita fue derivada -según Twitter de la GN- al Recreativo Zoológico San Jorge, que aunque cuenta con especies mayores, a falta de plan financiero terminó solicitando a la ciudadanía donaciones, ¡incluso de alimento!, al carecer de recursos tras el obligado cierre pandémico. Mandarle entonces una bebé que requiere manejo constante, suplementos especiales y cuidado extremo en su nutrición dado su rápido crecimiento, fue ponerlos en un predicamento. Y ello, sin omitir la condición que habrá presentado tras las tantas horas encerrada y bajo cambios de clima extremosos, aunque… luciendo para la foto aparentemente bien. Por supuesto que nadie dice no a recibir un cachorrito de león que en este específico caso hasta les permitirá provocar más visitas, pero, pasado ese tiempo… ¿cuál será su destino donde hay sobre población de la especie? Eso sí, agradezco que no la enviaran al Zoológico Chihuahua porque de sólo haber visto el orgullo y entusiasmo con el que hace pocos días comunicaron el nacimiento de “ligres” (cruza entre león y tigresa) me da el supiritaco. Una total aberración que debe ser fuertemente sancionada.

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