La OEA lanzó ayer un ultimátum al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, para que busque una “solución pacífica y eficaz” a la grave crisis en su país o de lo contrario abrirá un proceso para expulsar al país centroamericano del organismo panamericano.

Con la oposición de tres países y el voto a favor de 21, la OEA aprobó la creación de una comisión que tendrá 75 días para dialogar con Ortega e intentar buscar una salida a la crisis que comenzó el 18 de abril de 2018 y que ha dejado cientos de muertos, presos y desaparecidos, además de miles de nicaragüenses en el exilio.

De fracasar esas gestiones diplomáticas, la OEA iniciará el proceso para aplicar a Nicaragua la Carta Democrática Interamericana, un instrumento jurídico que contempla la posibilidad de suspender a un Estado cuando se produce una “alteración de su orden constitucional”.

En sus 70 años de historia, la OEA sólo ha expulsado a Cuba, tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro, en 1959; y a Honduras, después del golpe de Estado de 2009 que depuso a Manuel Zelaya.