El Día de San Valentín de 2018 pasará a la historia en Estados Unidos como el de la matanza de 17 estudiantes de secundaria de una escuela de Parkland, Florida. Ayer se cumplió el primer aniversario y, pese a los habituales llamados a un mayor control de armas, como ocurre rutinariamente cada vez que hay un tiroteo, la situación no ha hecho más que empeorar.

Según una investigación realizada por la web The Trace y  por el diario Miami Herald, mil 200 menores de edad (hasta los 18 años) fueron asesinados por armas de fuego, una cifra que sería considerada una verdadera crisis de seguridad nacional, menos para los republicanos, empezando por el presidente de la nación, Donald Trump.

Aprovechando el primer aniversario de la masacre de ­Parkland, familiares y víctimas de las 17 víctimas del tiroteo presentaron una petición en Florida de una enmienda constitucional para prohibir los fusiles de asalto.

Las víctimas presentaron a las autoridades las primeras 800 mil firmas que se requieren para el cambio constitucional en las elecciones de 2020.

Desde el tiroteo de Parkland, varios estudiantes de la escuela escenario de la tragedia movilizaron la inscripción de votantes para castigar candidatos que reciban donaciones de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA,en inglés) y presionaron al gobierno de Florida, que aprobó en 2018 una ley que, entre otros puntos, incrementa la edad mínima para adquirir un arma de los 18 hasta los 21.