Un desacato más… y ellos, preocupados por las chelas

Si de por sí ya estaban mal parados los diputados morenistas por su mal y poco desempeño legislativo en el Congreso local, ahora que se sacaron la puntada de la iniciativa de “chelas al tiempo” ya se ganaron la mofa y falta de respeto de los ciudadanos y de sus compañeros diputados. Ya no los toman en serio, tan así que en Donceles comenzaron a soltar los chascarrillos, como que para frenar los embarazos prematuros habría que clausurar los hoteles de paso o para ya no ser presa de las fotocívicas es mejor ya no tener carro. Lo cierto es que no sería gracioso el tema de la iniciativa de la diputada Lourdez Paz si no hubiera mucho trabajo por sacar, como la creación del Instituto de Planeación Urbana, que tendría que haber sido aprobado el 30 de abril pasado, pero, por la flojera, falta de acuerdos y carencia de mando, no se consiguió. Un desacato más.

Ahora, ¿con qué nos van a salir?  Presionan deudos del Rébsamen

Cuando todo parecía haberse olvidado, el Gobierno de la Ciudad de México ofreció una recompensa de cinco millones de pesos a quien proporcione información sobre el paradero de Mónica García Villegas, la dueña del Colegio Rébsamen, quien construyó un departamento de lujo encima de las aulas escolares donde perdieron la vida 19 estudiantes por el sismo del 19-S. Nos dicen que la recompensa fue a solicitud y presión que están ejerciendo los padres y familiares de quienes perecieron al colapsarse parte del inmueble, puesto que no quieren que se dé carpetazo al caso. Por lo pronto la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, confió en que pronto se dará con el paradero de la mujer acusada del homicidio de los menores y siete adultos. Ahora habría que preguntar a las autoridades policiacas qué tan difícil es encontrar a la señora que constantemente mantiene contacto con su abogado y hasta ha dado entrevistas a uno que otro medio de comunicación.

En Iztapalapa, en vez de reparar grietas… las pintan

Resulta que la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, ordenó que en vez de reparar las 2 mil 400 grietas con pavimento, que se supone deberían ser atendidas, fueran únicamente señalizadas con pintura y una manta. Sí, nos cuentan que la idea de la morenista es no mostrar los desperfectos como algo triste, sino en forma viva, “porque tenemos que convivir con las grietas, monitorearlas y darles mantenimiento”. La exdiputada cree que así como se atienden los baches o las luminarias fundidas se debe de actuar con las fallas geológicas. Habría que preguntarle a la señora Brugada si también mandará a pintar los puntos rojos, donde manda la delincuencia, para avisar a los vecinos si deciden pasar o no por la zona.

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