Cultura

Un editor debe ser, ante todo, un lector, asegura Juan Casamayor

Entrevista. El reto es hacer un catálogo donde haya más aciertos que errores, si después de 20 años estamos hablando, es que ha habido más aciertos que errores, y para el futuro la mira es seguir teniendo una comunidad de lectores, explica

Entrevista. El reto es hacer un catálogo donde haya más aciertos que errores, si después de 20 años estamos hablando, es que ha habido más aciertos que errores, y para el futuro la mira es seguir teniendo una comunidad de lectores, explica

Un editor debe ser, ante todo, un  lector, asegura Juan Casamayor

Un editor debe ser, ante todo, un lector, asegura Juan Casamayor

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Un editor debe ser, ante todo, un lector y a partir de la primera lectura, debe apasionarse por ella, amplificarla y compartirla con los lectores”, comenta en entrevista Juan Casamayor (Madrid, 1968), editor de Páginas de Espuma, sello que este año cumple 20 años de vida dedicados a la publicación de cuentos.

“La editorial parte de una idea muy clara: la especialización en torno al cuento y una enorme pasión lectora. El gran reto hace 20 años fue: si hay editoriales especializadas en teatro, en poesía y si por otro lado tenemos una gran tradición del cuento en nuestro idioma en ambas orillas ¿por qué no puede existir un sello editorial que sólo publique cuento?”, señala Casamayor.

El editor se puso a trabajar en ello hasta llegar a tener en su catálogo autores como Ignacio Padilla, José Ovejero, Guillermo Samperio, Andrés Neuman, Samantha Schweblin, Alberto Manguel, Guadalupe Nettel y Jorge Volpi.

“El reto es hacer un catálogo donde haya más aciertos que errores, si después de 20 años estamos hablando, es que ha habido más aciertos que errores, y para el futuro la mira es seguir teniendo una comunidad de lectores. Nos gusta apostar por nombres muy consagrados pero también nos encanta publicar gente poco conocida, a autores actuales o clásicos”, indica.

Sobre los próximos títulos que lanzará Páginas de Espuma, Casamayor comenta que llegará un nuevo libro de Liliana Blum: Tristeza de los cítricos, donde se reúnen 12 historias de amor y desamor, además de una nueva obra de Andrés Neuman llamada Anatomía sensible en donde el autor argentino explora el cuerpo desde una poética militante y sensual.

“Son 30 textos y cada uno habla de una parte del cuerpo, lo maravilloso es que todos son bienvenidos, es un canon en contra del canon del Photoshop sobre la belleza de todos los cuerpos”, comenta el editor.

También publicarán un conjunto de ensayos bajo el título Sobre literatura y vida. Cartas, opiniones y pensamientos, que demuestra que Antón P. Chejov amaba únicamente a la literatura; y cerrarán el tercer tomo de los Cuentos completos (1895-1910), de Henry James.

— ¿Qué tanto trabajo de viaje hay en la labor de un editor?

— El viaje es como el destino para llegar a ninguna parte, siempre se está viajando y descubriendo. Nunca se acaba de llegar a un sitio por mucho que viajes. Cuando me preguntan desde España cómo se distribuye desde Latinoamérica, respondo que esa pregunta lleva una parte de error porque se distribuye en Argentina, Colombia o México, son países muy distintos entre sí aunque el fondo es un continente frente a lo que es España.

“Yo viajé animado porque detrás de los primeros escritores latinoamericanos que publicamos había lectores y había librerías pero descubrimos que el viaje servía para indagar y conocer a escritores menos conocidos”, responde.

Por ejemplo, añade Casamayor, “nos enterábamos de que a tal autor lo publicaron en una editorial pequeña de una ciudad que no era Ciudad de México o en una universidad, entonces todo eso va elaborando un discurso de lectura que supone una investigación de campo para encontrar los textos que a uno le gustan”.

— ¿Cómo logras el equilibro para satisfacer al mercado y a los lectores?

— A Páginas de Espuma se nos puede definir como editorial independiente pero independiente de qué, ¿del mercado?, no lo creo porque queremos vender, porque los editores comemos, cenamos y tenemos que pagar la luz y agua como cualquier ciudadano.

“Tienes que congraciar la viabilidad económica de una empresa que es la editorial, pero también el proyecto cultural y la clave de la editorial es hacer rentable un gusto personal”, indica.

El editor comenta que a veces hay líneas de trabajo que pueden interesarle al mercado y ejemplifica con el tema de la literatura hecha por mujeres.

“Ahora es una realidad muy importante que las escritoras latinoamericanas tienen un discurso más profundo, estoy aprendiendo mucho de ellas y te hablo desde Juan, es decir, eso me interesa como lector, editor y coincide con que al mercado le está interesando”, señala.

Pero en algo que está acostumbrado Casamayor es en intentar abrir caminos de lectura. “Eso también es una responsabilidad de Páginas de Espuma: abrir una comunidad de lectores en torno al cuento y eso estamos haciendo; no voy a plegarme a la dictadura del mercado, lo tengo claro, de lo contrario, no publicaría cuento”.