Un ciudadano mexicano residente en EU, Adrián Hong Chang, lideró un grupo de diez personas que asaltó la embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero y avisó de su acción al FBI en Nueva York, con el objetivo de facilitar el material audiovisual que supuestamente había obtenido, según un auto judicial.

Así se expone en la causa abierta en la Audiencia Nacional española, que este martes acordó levantar el secreto de esta investigación y, además, dictó dos órdenes de busca y captura internacional contra los presuntos responsables del asalto, según indicaron ayer fuentes policiales, sin precisar la identidad de éstos.

El suceso se conoció en España el pasado 27 de febrero, cuando el portal El Confidencial publicó que un grupo de personas había asaltado la embajada norcoreana en Madrid y había robado equipos informáticos, aunque la representación de Pyongyang no lo denunció.

“OSWALDO TRUMP”. Para la operación, el mexicano-estadunidense usó dos identificaciones falsas, con su fotografía, y bajo los nombres inventados de Oswaldo Trump y Matthew Chao, según el auto judicial de este martes.

¿OCULTO? El día después del asalto, en el que también participaron el estadunidense Sam Ryu y el surcoreano Woo Ran Lee, Adrián Hong Chang escapó a Nueva York desde Lisboa, Portugal. Cuatro días después se trasladó a Nueva York y contactó con el FBI, según explica el juez español. Desde entonces, no se ha sabido más de él, aunque España pedirá su extradición.

GOLPEADOS Y ROBADOS. Según el relato judicial, el mexicano logró entrar a la embajada norcoreana haciéndose pasar por empresario, gracias a lo que logró el contacto del encargado de negocios de la legación.

Una vez dentro aprovechó un descuido para dejar pasar al resto del grupo. Éstos portaban machetes, cuchillos, barras de hierro y armas cortas simuladas y agredieron “violentamente” a los ocupantes de la embajada. Los redujeron y los maniataron con grilletes y bridas.

IMPOSTOR. Uno de los secuestrados logró escapar y alertar a la policía, pero Hong Chang logró hacerse pasar por representante norcoreano y dijo que no había ningún problema.

Los asaltantes robaron un par de lápices de memoria USB, dos laptops, dos discos externos y un celular y huyeron con tres coches de la embajada, dejando atrás al personal de la legación maniatado.