Opinión

Una cumbre menos: APEC 2019, ausencia y oportunidad

Una cumbre menos: APEC 2019, ausencia y oportunidad

Una cumbre menos: APEC 2019, ausencia y oportunidad

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El 16 y 17 de noviembre pasados se realizaría en Santiago de Chile la Cumbre de las economías integrantes del Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico. México es miembro de pleno derecho de ese Mecanismo conocido como APEC desde 1994.

A Chile le tocaba por segunda ocasión presidir la conclusión del ciclo anual APEC, desde la fundación del mecanismo de cooperación multilateral en 1989. El mismo concluye con la denominada Cumbre de Líderes Económicos, que reúne a los Jefes de Estado y de Gobierno de los 21 integrantes del Mecanismo, llamados “economías”, de acuerdo al protocolo y lenguaje APEC, que evita referirse a países, pues en el mismo participan Taiwán y Hong Kong. La reunión Cumbre, inaugurada por el Presidente Clinton en 1993, se llevaría a cabo por vigésima sexta ocasión en la capital chilena. No obstante, ante los acontecimientos de inestabilidad social en Santiago y ante la incapacidad de garantizar la seguridad de los Jefes de Estado/Gobierno que asistirían, el Presidente Piñeira decidió cancelar el encuentro.

Los Líderes de APEC, así nombrados puesto que el protocolo del organismo reconoce a “Economías” y no a países como sus integrantes, se habían reunido de manera anual e ininterrumpida desde hace 25 años con el mandato de construir e impulsar el libre comercio y la inversión en Asia Pacifico.

A partir de 1994 y después de su ingreso al Mecanismo el año anterior, el Jefe del Ejecutivo mexicano ha participado en todas las reuniones de “Líderes”. De acuerdo al récord de participación en eventos internacionales, era altamente probable que el Presidente López Obrador estaría ausente de la Cumbre de APEC y enviaría como su representante al Canciller o al Secretario de Economía a la reunión de Santiago. Ya sin Cumbre el escenario ha cambiado.

APEC es un mecanismo de cooperación multilateral transpacífica y su mandato y recursos no alcanzan la dimensión global de otros foros multilaterales como el G20 o la ONU. La posible ausencia del Presidente López Obrador de la Cumbre de APEC, no sería sorpresiva, y confirmaría su perspectiva y decisión de enviar a un representante, tal como lo hizo a la Cumbre del G20 el pasado primero de junio, así como a la Asamblea General de la ONU en septiembre del 2019.

Algunas analistas opinan que la ausencia del Ejecutivo mexicano en este tipo de reuniones internacionales debilitan nuestros espacios y capacidad de maniobra en asuntos de política exterior. En el caso de la Cumbre del Mecanismo de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), la ausencia presidencial, aunque significativa, es menos grave por la propia esencia del Mecanismo: la cooperación internacional entre comunidades de expertos que llevan 25 años en formación. Asimismo, tampoco debe descartarse que tanto Presidencia como Cancillería privilegien una estrategia de encuentros presidenciales bilaterales con socios estratégicos y con agendas muy trabajadas que rindan resultados sustantivos. Ejemplo acabado de ello es la visita de estado durante este mes de noviembre del Primer Ministro de Singapur a México.

Si bien las Cumbres APEC permiten la concertación de breves encuentros bilaterales entre Jefes de Estado y/o gobierno; así como un diálogo informal de Líderes sobre los temas de la agenda APEC; no brindan el espacio ni el tiempo para revisar a fondo temas de interés bilaterales. Aunado a esto, desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha utilizado las últimas dos reuniones de Líderes APEC (Vietnam 2017 y  Papua Nueva Guinea 2018) para afirmar su agenda nacionalista y perorata unilateral de “América Primero” y para entrar en confrontaciones retóricas y de posicionamientos con la República Popular China, la otra gran potencia que participa en las reuniones APEC. Este duelo en la “Cumbre” secuestra la reunión final del año APEC y diluye la atención sobre el tema esencial del Mecanismo: la cooperación técnica internacional transpacífica.

Hace 25 años los Jefes de Estado/Gobierno, los Lideres enunciaron reunidos en la Isla de Bogor, Indonesia, lo que se considera la  Carta Constitutiva y visión de largo plazo de APEC y las Metas de Bogor: comercio abierto y libre  en Asia Pacífico. ¿Qué ha sucedido después de 25 Reuniones de lideres? ¿cuál es el estado del comercio abierto y libre en la región de Asia Pacífico? ¿Cuáles son los beneficios que ha derivado México de este Mecanismo del cual somos miembros  de pleno derecho desde 1993?

Respecto a las Metas de Bogor está documentado que el arancel promedio de los miembros de APEC se redujo de 16.9% en 1989 (año en que nace el mecanismo) a 5.3% en el 2017. A pesar de no existir  acuerdo entre los analistas  en cuanto a cuál ha sido la contribución real de APEC en esta tendencia a la baja de aranceles, es posible afirmar que el Mecanismo inició, a través del diálogo técnico permanente entre las burocracias de los Ministerio de Comercio de las Economías miembros, la construcción de una “comunidad de Asia Pacífico” que incidió de manera relevante en las decisiones de políticas públicas que abogaban por una mayor liberalización comercial y de la inversión. Aunque como en el caso de México, este consenso en torno al libre comercio fue visto con cautela y reticencia por la entonces SECOFI (un alto funcionario de la época mencionaba que “había que estar aunque sea para frenar el proceso”), posteriormente México implementó reformas estructurales, de competencia y de estándares que fortalecieron el marco jurídico y operativo de nuestro comercio exterior de cara a nuestros principales socios comerciales (todo miembros de APEC). El cumplimiento de las Metas de Bogor continúa lejano, pero la visión concebida por APEC hace más de dos décadas está vigente y se ha visto reforzada con el Acuerdo de Cooperación Transpacífica o TPP, el más ambicioso Acuerdo de Libre Comercio  regional en negociación y al cual México se sumó de manera tardía en junio del 2012.

Por otro lado, la participación en APEC cuesta muy poco a los contribuyentes mexicanos y el potencial de beneficios es enorme y sin duda marginalmente aprovechado. Nuestro país contribuye con modestos 155 mil dólares estadounidenses anuales al presupuesto central del Mecanismo. En contraste, la cuota por la membrecía en la empantanada  OMC nos cuesta  un  poco más de  tres  y medio millones de dólares estadounidenses  anuales. A pesar de que las contribuciones de las 21 economías miembros de APEC no han sufrido modificaciones en más de una década, esto no significa que APEC sea una instancia con pocos recursos económicos. La flexibilidad, capacidad de adaptación, y transformación institucional de este Mecanismo, aunado al interés de algunas de las Economías desarrolladas miembro, ha dado como resultado que en el actual ciclo presupuestal del 2019 APEC disponga de 14.1 millones de dólares para financiar proyectos de cooperación en los temas de su competencia. Aquí existe un trabajo en progreso para que el gobierno de México reorganice su andamiaje administrativo institucional y bajen mayores fondos APEC a iniciativas que sean del interés de los sectores público y privado de nuestro país. México utiliza muy poco los fondos APEC. Entre 2006 y 2018 la base de datos de Proyectos APEC enumera tan solo 23 proyectos propuestos a lo largo de 12 años por nuestro país.

Sin duda la aprobación en 2011 de la Ley Mexicana de Cooperación Internacional y la creación de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional, como órgano desconcentrado de la SRE, brinda el marco legal para que el proceso APEC regrese a la coordinación de la Cancillería y utilice entre otros, los cuadros formados en asuntos de cooperación internacional con los que cuenta el Servicio Exterior Mexicano.

La cancelación de la Cumbre de APEC 2019 y la ausencia presidencial en la misma, no son ninguna catástrofe y nos brinda la oportunidad de transitar esa avenida en la que una política interior reorganizada y fortalecida resulta en la mejor política exterior.

Miembro de Carrera del Servicio Exterior Mexicano
Maestro en Políticas Pública por la Universidad Nacional de Singapur