Opinión

Una era de mesías o Quetzalcóatl colectivo

Una era de mesías o Quetzalcóatl colectivo

Una era de mesías o Quetzalcóatl colectivo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Recientemente, en un ejercicio dialéctico con un opositor al gobierno del presidente López Obrador, tras escuchar mis razonamientos que apoyaban varias medidas llevadas a cabo por el Presidente de México; me respondió intentando denostar con la trillada y cliché expresión de “lo tratan como un mesías” y a partir de ello me juré escribir para defender que señalar a un Pueblo con aspiraciones mesiánicas no es un insulto, sino un halago.

Durante milenios la hipótesis de que vendría un redentor a salvar a la humanidad ha prevalecido significando la esperanza de la humanidad dentro del contexto histórico de diversas culturas. Sin embargo, existen otras hipótesis que se han venido develando dentro de las mismas culturas, filosofías o teologías.

Por ejemplo, el estudioso de la cábala y el judaísmo, Albert Gozlan, que sostiene que el mesías se refiere a la generación de consciencia en un creciente número de personas encargadas de salvar al mundo, es decir, no es una sola persona, sino un colectivo con esa misma determinación que asume la responsabilidad de salvarse a sí mismo, a otros seres humanos, a otras especies y al planeta mismo.

La palabra mesías viene del hebreo que se dice mashiah que se descompone en dos palabras: yesh y moah que significa “hay cerebro”, a lo cual Gozlan lo define cómo que “hay un conocimiento superior, muy por encima del conocimiento cartesiano… muy cercano a lo que la física cuántica está desarrollando en estos momentos. ¿Qué es el mesías? Es una manera de evolucionar por encima de la lógica”.

Al respecto, Rabí Simón, en una introducción al Zohar, sostiene que “la palabra mesías se refiere a nuestras propias acciones individuales que aceleran su llegada… debemos alcanzar aspectos del mesías dentro de nosotros mismos para acelerar la llegada del mesías global”.

Esta concepción del mesías no es ajena a las raíces profundas de la sabiduría de los pueblos de México, por ejemplo, el historiador y ambientalista Alberto Ruz se refiere a la creencia de pueblos como el maya, náhuatl u otomí, como el “retorno de Quetzalcóatl” o “Kukulkan” como una esencia que despierta en la consciencia de una determinada población, cuyos miembros trabajan unificados de lo micro a lo macro y viceversa para que surja una nueva humanidad.

Los individuos que se atrevan a explorarse a sí mismos y lleguen a la comprensión de la chispa co-creadora que existe dentro de sí, pueden asumir su corresponsabilidad en el orden cósmico.

Al mismo respecto se refiere el historiador y escritor Antonio Velasco Piña como retorno de Quetzalcóatl al que, de acuerdo a los calendarios cósmicos de estas culturas se referían precisamente a estos tiempos y la compara con la primavera: “no se trata del momento de elegir a la reina de la primavera, sino de una energía disponible para el florecimiento de la vida… lo mismo con el advenimiento de la llegada del Quetzalcóatl colectivo”.

Así podría seguir con otros ejemplos en grupos de la cristiandad que piden aceptar a Jesús en su corazón para que se manifieste a través de “quien lo deja entrar” y muchas otras culturas que sostienen lo mismo, así como los planteamientos de la ciencia que a través de estudios de “la masa crítica” pueden generarse transformaciones o el “gross point” de los mercadólogos, etc.

Las pruebas de los riegos a la propia supervivencia de la humanidad son contundentes: cambio climático, pobreza extrema, sistemas fallidos, migraciones, violencia, pérdida de valores, entre otros, y en México los peligros eran mayores, pero no tengo duda que, como lo sostienen los calendarios mayas, hemos despertado y vivimos tiempos del “Quetzalcóatl colectivo”, ya que he sido testigo de mucha gente que lo empieza a manifestar en sí misma y hace, ya sea en lo macro o lo micro, estoicamente, su función. Resulta que en estos tiempos del mesías colectivo, Andrés Manuel López Obrador es el Presidente, una valiosísima responsabilidad y sin duda hay que honrarla, pues somos parte de una misma consciencia que quienes la asumimos la buscamos encarnar todos los días en nuestro circunstancia y contexto determinado; es decir, va mucho más allá del mensajero, es el mensaje y se trata de un renacer humano desde México.

@CesarG_Madruga

madrugacesardaniel@gmail.com