Opinión

Una historia singular

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Una historia singular

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Pese a que aparentemente ha bajado la tensión en el tema CONABIO, ente considerado de nicho muy restringido, pero, en-tién-da-se que de importancia mundial, la senadora María Guadalupe Saldaña –parte del reducido grupo parlamentario Acción Nacional – no lo dejó pasar, sometiendo a consideración de quien preside la Mesa Directiva de su Cámara una proposición con Punto de Acuerdo, exhortando tanto al presidente Andrés Manuel López Obrador como a Víctor Toledo, titular de la SEMARNAT, para que armónicamente y sin ánimo contencioso se lleve a cabo la modificación del régimen jurídico de la Comisión para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, con el fin, sí, de reordenarla, pero preferentemente constituyéndola como un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, ya que de

esa manera sería fortalecida con personalidad jurídica y patrimonio propios, condición que le permitiría sostener su independencia, lo que sucedería en contrario de reconocerla como órgano desconcentrado, quedando  subyugada a la Secretaría referida. Se comenta que este tipo de solicitudes son como las llamadas a misa, mas esperemos que esta vez y dada la crucial importancia de México en el tema, se escuche y atienda la petición de la congresista, y se resuelva en tal sentido.

Y ya que estoy sobre el tema de organizaciones in-de-pen-dien-tes y valiosas para LA NATURALEZA, llamó mi atención el escueto boletín 325 emitido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, con información que se hubiera esperado más destacada al corresponder a una muy particular liberación, en este caso la de RITO, un zorro gris que prácticamente fue resucitado, pues previo a reintegrarlo a su medio hubo de ser sometido a meticuloso y arduo trabajo de reconstrucción y rehabilitación que abarcó seis meses del pasado 29 de abril al primero de este noviembre y que igual de duro y complejo que resultó para el equipo médico que la tuvo a cargo, también lo fue para la silvestrísima criatura cuidadosa y esmeradamente recuperada en todos sentidos. Ello, tras haber sido recibida en el Centro de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Grandes Carnívoros (ubicado en Pachuca, Hidalgo) con la mandíbula dislocada y con una fractura que comprometía tres cuartas partes de su maxilar, el labio inferior necrótico, un golpe contuso presuntamente de origen antropogénico, y con el cuerpo, incluidos los párpados, cubierto de espinas. Su tratamiento incluyó, entre otros detallitos y atención 24/7, alineación y recolocación de la quijada, anclaje de colgajo, músculo y piel; tratamiento láser, nutrición parenteral y por sonda, plaquetas, ozonoterapia y más, hasta que el 3 de junio dio señales suficientes de supervivencia, permitiendo derivarlo a un simulador de vida silvestre para primeramente nutrirlo todavía de manera forzada y ya luego provocándole atracción por alimento vivo, brotes, frutos y granos, alcanzando así la pauta para que física y conductualmente se considerara candidato ideal para su retorno a la libertad. No omito contar que además llegó en estado caquéxico, alcanzando el peso ideal de 3, donde en una escala del 1 al 5 este último marca obesidad, así que partió hecho todo un bombón. Lo mejor y más admirable fue que su cuidado, cirugías y terapias fueron aportadas ad honorem. De no haber sido así, difícilmente Fundación Invictus hubiera podido cubrir las erogaciones, puesto que de puros medicamentos e insumos se pagaron casi 200 mil pesos. Vaya entonces, pues y por ello, mi personal reconocimiento a los MVZ Raúl Reynoso Isrrade, Guillermo Díaz y María de la Luz de la Llave, responsable técnica de la OSC, así como para el biólogo Erick Acoltzin y los más de 20 jóvenes universitarios que voluntariamente apoyaron el enorme y meritorio esfuerzo, sin omitir la disposición del H. Cuerpo de Bomberos de Pachuca, que recibió al zorrito en primera instancia.Reto difícil fue que el animalito no perdiera la esencia salvaje que le permitiera un seguro retorno a su hábitat de origen, lo que quedó evidente tan pronto le fue abierta la puerta de la transportadora y dio cuenta de que podía perderse de inmediato en territorio de la Reserva de la Biosfera de Meztitlán, donde ya nuevamente dueño y señor de su vida será puntualmente monitoreado. Las lesiones de don zorrito, sépanse, hubieran sido motivo para considerar su eutanasia. No así en Invictus, que al mando de la Lic. Érika Ortigoza continúa con un efectivo y real compromiso por la vida silvestre.
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