Cultura

“Una maternidad no puede ser fallida, sólo es maternidad”: Pilar Quintana

ENTREVSTA. La escritora colombiana y ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2021 habla también del suicidio y señala que “nos asustan las personas suicidas porque ellos mismos son capaces de tomar la decisión de librarse de su propia vida

“Una maternidad no puede ser fallida,  sólo es maternidad”: Pilar Quintana

“Una maternidad no puede ser fallida, sólo es maternidad”: Pilar Quintana

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Nos asustan las personas suicidas porque ellos mismos son capaces de tomar la decisión de librarse de su propia vida. Es cierto, la verdadera libertad está en ese acto, pero también trae consecuencias terribles para quienes quedan, expresó la escritora colombiana Pilar Quintana apropósito de Los abismos, obra ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2021.

"Los abismos cuenta la historia de una niña que deja de ser niña a los nueve años, cuando entiende que la vida no es color de rosa, que hay gente que sufre enfermedades y que quiere matarse. Claudia está despertando al mundo de los adultos".

El suicidio es un gran tabú, afirmó. “Hace poco, en Colombia, se reguló la eutanasia y entonces vi unos tweets de una persona católica diciendo: ‘Llámenle como le llamen a la eutanasia, ésta no es sino un suicidio’, y sí, pero ¿y qué?, acaso ¿la persona no tiene la potestad para decidir sobre su vida?”

Por otro lado, este acto también está asociado con otro tabú, que es la enfermedad mental. “Ahora, al menos, ya la nombramos, pero en los años 80 -década en la que ocurre la novela- era un absoluto tabú. Mi abuelo sufría de depresión y esto únicamente lo hablaban mi tía y mi mamá en voz muy baja; nadie hablaba de ello en voz alta, ni mi abuelo podía decir en una conversación casual que era depresivo. Era algo vergonzoso que no debía saberlo nadie, sólo la familia más cercana”.

-¿Se debe repetar el sentimiento de "querer morirse" de una persona, aunque éste esté alimentado por una realidad distorsionada o depresión?

-Yo puedo entender una decisión de suicido de otra persona, absolutamente, pero lo que pasa es que el que se queda, se queda cargando con ese trauma. Yo he conocido hijas e hijos de una persona que se suicida y ha sido para ellos un proceso muy duro en el que existe un duelo doble.

“En mi juventud, veinteañera, concebía al suicidio como una manera posible de vivir, pero es un poco la edad, el juego y una forma de estar en el mundo cuando se es joven e inmaduro; luego, ya a los treinta, cuando uno empieza a estar conforme con mi vida y más contenta, todavía contemplaba que, dadas circunstancias, podría suicidarme; pero hoy en día no me voy a suicidar porque yo tengo un hijo y no le voy a hacer eso”

“La maternidad despertó un instinto en mí de protección en el que necesito sobrevivir, cuidarme, salir a correr todos los días, alimentarme bien y dormir temprano porque necesito cuidar mi cuerpo ya que hay un niño que depende de mí, que todavía no se puede cuidar solo. Ahí mi cuerpo comienza a ser un templo”.

MATERNIDAD. En Los abismos, el mundo ideal de Claudia que hasta entonces estaba lleno de certezas, comienza a fragmentarse porque se da cuenta que su mamá no existe únicamente para ser su madre, sino que es una mujer que tiene frustraciones y deseos ajenos a ella y que no tienen nada que ver con la maternidad.

“Una maternidad no puede ser fallida, sólo es maternidad. No se es buena o mala madre, se es madre. Todas somos las dos al mismo tiempo porque somos un ser humano. La maternidad no nos hace santas y nuestra humanidad no se vuelca ahí. Tenemos conflictos, luz, obscuridad, rabia… todo. Hace falta nombrar la maternidad y verlo como lo que es: otra actividad humana en donde fallamos y nos equivocamos”.

Pilar Quintana agregó que todas las maternidades deberían ser deseadas, pero que, aunque esto suceda, no hay garantía de que ésta vaya a ser feliz. “Hay mujeres que sólo se dan cuenta de que esto no les gustó tanto cuando ya son madres; la maternidad es una experiencia que te atraviesa y que te cambia por completo. Para mí ser madre es haber convertido mi cuerpo en un templo”.

“Hay que decirle a las mujeres: ojo, si eres madre, tu cuerpo deja de pertenecerte, vas a entregar tu cuerpo, que es lo único que eres y tienes, por otro ser humano. No vuelves a ser nunca, ni libre, así se muera tu hijo. Una madre a la que se le ha muerto su hijo es una madre sin hijo, que es la peor manera de ser madre, el dolor más inconcebible. Ahora, sino vas a vivir esta experiencia, está muy bien, vas a ser un espíritu libre como son los hombres, pero te vas a perder de algo magnífico”.

-¿Qué es un ser humano frente a un abismo?

-Frente a un abismo nos damos cuenta de la no permanencia; el abismo está ahí para recordarnos lo mortales que somos, que sólo hace falta que nos tiremos para morirnos y, además, cuando estamos ahí nos damos cuenta que estamos siempre en un borde del que es mucho más fácil saltar que cualquier otra cosa. El abismo nos seduce y al mismo tiempo nos repele; queremos huir de él porque nos enfrenta a nuestra propia mortalidad.