Opinión

Una sociedad con clases

Una sociedad con clases

Una sociedad con clases

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Mientras la utopía marxista desafiaba a la historia con una dictadura del proletariado capaz de instaurar en el planeta una sociedad sin clases, el mayor triunfo, al menos en materia educativa del estado de Oaxaca en estos días, es haber logrado una actividad escolar con clases durante todo el calendario.

A pesar de tener tan cerca el nido beligerante y siempre inconforme  de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus intentos por adueñarse del Instituto de Educación local, el trabajo político ha logrado mantener las actividades escolares sin un  solo día de ausencia magisterial, cierre o bloqueo de planteles.

Eso es un éxito logrado —entre otras cosas— por el seguimiento a las mesas tripartitas establecidas por el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, y por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, funcionarios federales, estatales y representantes sindicales, en las cuales se gestionan respuestas a los planteamientos del magisterio.

Esta atención a través del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y federal, ha permitido dar continuidad a las labores educativas y docentes en todas las escuelas de la entidad, sin dejar de lado propuestas y exigencias.

Asimismo, los funcionarios de la SEP, destacaron los avances logrados en favor de un importante número de docentes oaxaqueños, con un calendario claro de atención en los procedimientos normativos.

La mesa de diálogo permanente, acordó una reunión de seguimiento en la SEP, el martes 26 de noviembre, previo a una reunión solicitada con el Señor Presidente para evaluar los avances logrados.

En esta reunión participaron el director general del IEEPO, Francisco Ángel Villarreal; el titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la SEP, Héctor Martín Garza González; el responsable de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros, Francisco Cartas Cabrera; y representantes de la Comisión  Política de la Sección 22 del SNTE, encabezados por el Secretario General de la S22 profesor Eloy López Hernández.

DROGADOS

“Los delincuentes —dice el nuevo credo— también son seres humanos”.

Y en nombre del humanismo (condición obligada del poder), no se les puede tocar ni con el pétalo de un cartucho. Mucho menos negarles la compasiva comprensión. La sociedad neoliberal los confinó a esas esquinas de la maldad.

El dilema actual, con todo y los estímulos de Donald Trump por la guerra abierta, tiene dos extremos de oscilación: la beligerancia o la redención.

El primer caso nos lleva a la estrategia de Felipe Calderón, quien en contra de toda sensatez sacó el Ejército a las calles, sin normatividad jurídica en tiempo de paz; declaró la guerra contra los delincuentes y con eso agudizó la violencia. Digamos, institucionalizó la violencia.

En sentido contrario, por convicción o por conveniencia (o ambas), el nuevo Gobierno pretende acabar con las causas sociales generadoras de violencia: pobreza, ignorancia, falta de oportunidades, desigualdad, injusticia.

Los extremos son igualmente falsos: el exterminio o la refundación moral, la persuasión y hasta (no es broma), la reprimenda materna contra quien se porte mal.

Los gobiernos anteriores fracasaron. El actual, está fracasando.

Su concepción cristiana de la piedad, la comprensión y la solidaridad redentora; el perdón y demás valores del catecismo del Padre Ripalda, transitan, cuando más, por un camino parroquial.

El “rousoniano” salvaje feliz, no existe. Nunca ha existido, excepto en los sueños de Juan Jacobo.

Por eso, cuando al Presidente le preguntan sobre la mala entraña de los asesinos, con el ejemplo atroz de la familia LeBarón, apenas ensaya esta respuesta:

“..Decir que hay personas que están en el crimen organizado y ya con un nivel de descomposición extremo. Por lo general, los que cometen estos actos de crímenes, de asesinatos, por lo general son gentes drogadas. Eso está probado.

“Cuando están en la acción, en los enfrentamientos, la mayoría drogados, o sea, en una enajenación, una situación irracional completamente. Eso está probado.

“Tenemos datos. Ahora en ­Mazatlán… en Culiacán, perdón, cuando detienen a unos militares, los que los detienen, los que apresan estaban drogándose y ofreciéndoles droga a los militares.

“Esto es un poco para contestar tu pregunta, o sea, hay nivel de irracionalidad en todo esto. Pero tenemos que evitar llegar a eso, porque tu pregunta va también en el sentido de la reflexión de muchos, es decir:

“—Sí está bien atender las causas, pero eso va a llevar mucho tiempo y mientras se siguen cometiendo estos horrores”.

Extraño en un gobierno cuya postura es… la legalización de las drogas.

Rafael Cardona

rafael.cardona.sandoval@gmail.com

elcristalazouno@hotmail.com