El gobernador chavista del estado venezolano de Táchira, colindante con el de Norte de Santander, Freddy Bernal, denunció ayer que las autoridades colombianas y sus aliados estadunidenses están entregando armas a los más del millar de militares venezolanos que desertaron en los últimos días, con el objetivo de intentar derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.

“Los están agrupando y los van a armar para atacar puestos militares venezolanos y asesinar a líderes políticos y a líderes militares”, aseguró.

Asimismo, el gobernador denunció que en los cuatro puentes binacionales ubicados en esta zona se recibieron “disparos, bombas molotov, rocas, explosivos y objetos contundentes” que eran lanzados desde el lado colombiano de la frontera en contra de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de civiles leales a Maduro. Bernal contabilizó 315 heridos, entre ellos 19 militares.

Bernal aseguró que hubo “varios heridos de bala” así como civiles y militares que fueron “incendiados vivos” por “criminales tarifados por la oposición” que actuaron, siempre según el chavista, desde el lado colombiano y con consentimiento de las autoridades de ese país vecino.

El dirigente chavista se mostró a favor de capacitar militarmente para el combate a 40 mil miembros de la Milicia, un cuerpo de civiles leales a la revolución bolivariana, para hacer de Táchira un estado “inexpugnable”.