Opinión

Zamora-Jacona: 640 homicidios en tres años…

Zamora-Jacona: 640 homicidios en tres años…

Zamora-Jacona: 640 homicidios en tres años…

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los inicios de cada administración generan esperanzas: ahora ¡sí!, que al poco tiempo deviene en frustración. Esta situación se vive en Zamora, Michoacán y la vecina, Jacona, ciudad conurbada.

Sin duda, de los 26,142 ciudadanos que votaron en Zamora, Michoacán, a favor de un cambio, varios miles no lo hicieron por error o porque quisieran que otras personas dispusieran del erario público. En materia de seguridad y paz, se aspira a  menos velorios y más trabajo; menos municiones y más balones.

El antecedente inmediato: seis años (o más) de mando unificado (Rosa Hilda Abascal Rodríguez de filiación panista) y mando único (José Carlos Lugo Godínez, PRI) han propiciado mayor control estatal sobre los municipios  sin  resultados tangibles para la paz. De la lectura de los convenios suscritos y de los esquemas de acción, está claro que las decisiones fundamentales las han tomado los gobiernos estatal y federal, violentando en los hechos la autonomía municipal.

La política nacional, más  basada en la prohibición de las drogas y en la violencia legal que en la educación y la promoción de la salud, ha desangrado al país. Zamora-Jacona no es la excepción. En esta conurbación, al corte del 17 de  octubre de 2018, los medios de comunicación registran 236 decesos y 134 heridos más 2 ilesos. En total, 640 homicidios en los últimos tres años bajo flamante mando unificado (Tabla 1).

No dejan de ser impresionantes estos indicadores numéricos: 62% en la eficacia de ejecuciones (640 muertes/1,029 víctimas); 19 casos como  media  mensual de homicidios; y una tasa de 85 decesos por cada cien mil habitantes de la otrora tranquila Zamora-Jacona.

La violencia es marcadamente masculina y afecta, principalmente, a los grupos etáreos en plena edad productiva y reproductiva. Los asesinatos, los heridos,  robos no sólo se producen por la delincuencia organizada; la violencia contra las mujeres, los feminicidios,  robos de autopartes y vehículos en mucho se debe a las tensiones exacerbados en el vecindario y gran parte de estos conflictos se fertilizan por las drogas y el alcohol en un marco de pobreza, egoísmo y malformación cultural promovida por las televisoras.

AUTONOMÍA CON SEGURIDAD. Las dimensiones de la violencia generan temor y muchas preguntas sin respuesta: ¿quién es el responsable de la seguridad: el municipio reconocido —obligado— por la constitución o la Secretaría de Seguridad Estatal a quien los municipios transfieren la designación de los mandos policiales y  el manejo de los recursos humanos, materiales, logísticos?

¿Tiene sentido el municipio libre y su  autonomía en un ambiente de guerra no declarada? ¿Vivimos un Estado de excepción donde la Federación irrumpe en la jurisdicción estatal y las  Secretarías Estatales de Seguridad se sobreponen a los municipios en aras de la paz y la certidumbre de la población?

No es suficientemente clara la magnitud de los daños colaterales. ¿Cuántas vidas, incapacidades parciales o totales,  temporales o permanentes ha costado? ¿A cuánto ascienden los impactos de tipo económico por daños a vehículos, instalaciones y suspensión temporal o definitiva de actividades económicas? Más bien, no existe información o no es accesible al público, o ninguna de las dos.

¿Es viable garantizar la seguridad cuando no hay hospitales ni cobertura médico social para la policía ni para las víctimas? O, dado que son “efectos no deseados”, ¿nadie debe  responder por ello? ¿Qué hacer para disminuir el deterioro del herido que peregrina por toda la ciudad buscando un hospital que lo atienda? ¿Qué cambiar para que el nuevo sistema de justicia no propicie la impunidad?

Y, por qué sí …

…Es posible gastar más en balas que en restaurar, iluminar y vigilar las áreas verdes (las que quedan); ¿por qué abandonar la labor de orientación —persuasión— para que los vecinos no destruyan los espacios colectivos? No es una solución pero se recuperarían territorios usados por  la delincuencia al desmontar (deshierbar) los lotes baldíos. ¿Puede la autoridad municipal convencer o sancionar a los lotehabientes que no dan mantenimiento a sus terrenos de engorda? ¿Por qué sí los fraccionamientos privados levantan altos muros, segregan a la población y limitan la vialidad obligando a la gente a hacer recorridos mayores? ¿Es inevitable seguir construyendo “túneles” urbanos de inseguridad? ¿Es viable invertir en una política preventiva de las drogas?

Lo que ahora vemos son más elementos de la policía y del ejército patrullar las calles. Más milicia no ha impedido que en 2018, la conurbación Zamora-Jacona, al cierre del día 12 de diciembre sume 297 homicidios dolosos y 184 heridos.

Información tomada del proyecto Homicidios y heridos intencionales en la conurbación Zamora-Jacona, 2016-2018