Opinión

¿Se acabó la magia de los jefes y Mahomes?

Durante las últimas semanas ha sido patente la dificultad que tienen los Jefes de Kansas City para ganar, principalmente su ofensiva que hasta hace un año era una aplanadora ante sus rivales.

Hace dos jornadas fueron los Bills de Buffalo quienes dejaron en claro la vulnerabilidad de Kansas City y el domingo anterior Washington y los serios aprietos en que lo puso. Quizá sería razonable pensar que un contendiente como los Bills fuera una aduana difícil de superar, pero un conjunto en plena reconstrucción como Washington que haya tenido a los Jefes contra la pared gran parte del juego sí que denota que algo no anda bien dentro de la escuadra de Kansas City desde hace un tiempo.

Kansas City

Kansas City

Muchos opinan que la defensiva de Tampa Bay y su coordinador Todd Bowles son los responsables directos de haber mostrado la manera de frenar a Pat Mahomes y compañía, que quizá por eso las defensivas rivales han copiado de cierta manera esa estrategia para enfrentar a la otrora imparable ofensiva de los Jefes, sin embargo, es más posible que el responsable directo de esa disminución en la efectividad ofensiva sea el mismo entrenador de Kansas City, Andy Reid.

DESDE OTRA PERSPECTIVA

Sí, para soportar tal hipótesis basta recordar, para aquellos que lo ignoran o no lo saben, que Reid, cuando fue entrenador de las Águilas de Filadelfia (1999-2012), pasó por algo muy similar con un ataque muy explosivo que con los años fue perdiendo efectividad. No en vano llegó en cinco ocasiones al Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional, cuatro de forma consecutiva, y sólo ganó uno para llegar al Super Bowl 39, mismo que perdió ante Nueva Inglaterra.

Es curiosa la similitud de las circunstancias si tomamos en cuenta que por aquellos años en Filadelfia contaba con un quarterback de gran movilidad y brazo poderoso como Donovan McNabb, quien de hecho es el líder pasador histórico de la franquicia de las Águilas.

Ahora con Kansas cuenta con Mahomes, también de gran movilidad y fuerte brazo; de hecho, baste decir que con los Jefes ya acumula tres Juegos de Campeonato de la Conferencia Americana de manera consecutiva. Así que de una u otra manera podríamos aventurarnos a señalar que Reid va por el mismo camino que recorrió con su antiguo equipo.

Y no es para menos, algo que llama la atención es que, a pesar de que este coach es parte de una las ramas más exitosas de filosofía ofensiva en la historia de la NFL, no ha podido acercarse a sus predecesores.

EL ORIGEN

Reid fue un alumno destacado de Mike Holmgren en Green Bay, quien a su vez fue sin duda el discípulo más adelantado del genio Bill Walsh en Francisco.

Reid es un gran entrenador, pero a diferencia de Holmgren y Walsh, Reid no ha sido capaz de innovar su esquema para evitar ser previsible para las defensivas rivales.

A los 49ers de Walsh jamás les encontraron la manera de neutralizarlos, ni siquiera genios defensivos como Bill Parcells y Bill Belichick con la defensa de los Gigantes de Nueva York.

De Holmgren fue algo similar con los Empacadores de Green Bay con Brett Favre y posteriormente, aunque con una menor calidad de personal humano, con los Halcones Marinos de Seattle. Con ambos equipos llegó al Super Bowl.

El secreto tanto de Walsh como de Holmgren para ser vigentes durante su estadía en la NFL fue su constante innovación, no así de Reid, quien como se vio en Filadelfia, al final de su periodo como entrenador, las Águilas se volvieron sumamente predecibles, lo que a la postre provocó su salida de la organización.

Actualmente pareciera que sufre de lo mismo con los Jefes, quizá no ha sabido innovar un ataque que para muchos coordinadores defensivos ya les resulta menos sofisticado descifrar.

UN SISTEMA COLECTIVO

Y no es que, como apuntan algunas personas, Mahomes ha perdido su magia, no. Mahomes, aunque es la piedra angular de esa ofensiva, no deja de ser parte de un sistema, de un sistema que nace y es consecuencia de la mente de Reid.

Así que, dicho lo anterior, no sería de dudar que en las próximas semanas veamos cambios radicales en el ataque de los Jefes, así como esa ola de orgullo y coraje que los despertó para ganarle a Washington.

Reid es un hombre muy experimentado y además un entrenador muy maduro como para que no haya aprendido la lección y se dé cuenta de que debe cambiar ya antes de que lo alcance ese mismo destino que vivió en Filadelfia.

MÁS SABE POR VIEJO

Y ya que hablamos de innovar y seguir vigente a pesar de los años, al momento creo que nadie lo ejemplifica mejor que Bill Belichik.

Con toda esa nueva ola de entrenadores jóvenes que inundan la NFL como Mike Shanahan (49ers), Sean McVay (Carneros), Zac Taylor (Bengalíes), Kevin Stefanski (Browns), Nick Sirianni (Águilas) o Brandon Staley (Cargadores), el decano Belichick demuestra que con las piezas que le den arma su juego.

Muchos creen que los Patriotas son nada sin Tom Brady, pero para esos incrédulos ahí les dejo de tarea que vean en qué clase de aprietos metió a Bucaneros y Vaqueros, a los cuales estuvo a nada de ganarles.

Belichick no será un genio ofensivo (defensivo si lo es), pero que manera de delegar y explicar lo que quiere a sus asistentes, en especial a ese cerebrillo ofensivo de Josh McDaniels, su coordinador de ataque, otro gran responsable del éxito del novato quarterback Mac Jones.