Opinión

Aire, banqueros y autonomía

Hace dos años, regresamos de la Convención de Banqueros con un nudo en la garganta. Era marzo de 2020 y estábamos dispuestos a quedarnos hasta 15 días encerrados a piedra y lodo. En aquella convención de banqueros enfundados en guayaberas finas y perfumes caros se anunció que ya se había detectado un contagio entre los asistentes, justo cuando también se dio a conocer que el empresario José Kuri, socio de Carlos Slim, estaba en el hospital infectado por el virus después de pasar unas vacaciones en un destino para esquiadores en Estados Unidos.

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Kuri fue de los primeros mexicanos que murió a causa del virus. Al menos, de los primeros reconocidos. Todos tenían miedo, pero, en el fondo, aún pensaban que no sería tan grave. Como sea, en aquella Convención Bancaria de 2020, las botellas de gel ya se hacian presente y los asistentes revisaban cuidadosamente cada apretón de manos que habían dado, cada mejilla con la que habían cruzado un saludo, la cercana plática con aquel amigo y su infaltable lluvia de gotas de saliva mientras hablaba.

Los asistentes a la 83 Convención Bancaria anotaron hace dos años cada detalle y cada nombre porque les llamarían después para preguntarles discretamente por su estado de salud. Llevaban la lista en la cabeza y la repetían como un mantra. Regresaron de su cónclave en Acapulco en medio del miedo que no los abandona del todo hasta ahora y dos años después y aún con cubrebocas revisan la situación de este sector cuyo peso en la economía no rebasa el 40%.

Un financiero reconoce que, como muchos es un sobreviviente. Cuenta cómo él fue uno de los mexicanos que regresó contagiado de ese viaje a Estados Unidos en febrero de 2020, que perdió al menos a uno de sus grandes amigos y que esa etapa ha sido una de las más dolorosas que ha vivido.

Otra ejecutiva del mercado de valores dice con una sonrisa envidiable que la Pandemia ha sido difícil pero que han salido fortalecidos y con más ganas de competir. Da gusto verla sonreír sin cubrebocas. Ninguno esperaba que la Pandemia fuera tan larga. Fue en Acapulco del 2020 en donde junto con la SHCP a cargo de Arturo Herrera se diseñó el plan de apoyo a deudores. Hoy son al menos 40 mil créditos hipotecarios con un monto promedio de 1.5 millones de pesos los que no se han podido pagar pero, en general, la banca puede declararse sobreviviente y fortalecida tras la etapa más aguda de la crisis sanitaria. Paradójicamente el crédito a las pequeñas empresas sigue sin aparecer en la ecuación.

En marzo de 2020, los banqueros confiaban en que todo volvería pronto la normalidad como sucedió en 2009. Aquel año, México fue el epicentro de la pandemia por influenza, pero la crisis pasó rápido o al menos eso se pensó.

En Veracruz, en Perote, surgió el virus H1N1 y el gobierno de Felipe Calderón contrató muchos créditos, prometió que fortalecería el sistema de salud, se prohibieron algunos eventos masivos y, acaso, se cerraron gimnasios y escuelas por algunos meses. Aquel año estaban más preocupados por la política en Estados Unidos, por los efectos de la crisis de las hipotecas subprime que por la pandemia generada por el nuevo virus y los muertos que dejó a su paso. Por cierto, a Calderón, la “pandemia” le sirvió también para justificar la caída del PIB de ese año, de 5.3%. En 2022 la economía no crecerá ni 2%.

En aquel 2020, muchos mexicanos contagiados con el nuevo virus de la influenza tuvieron problemas para conseguir pruebas de laboratorio, sin embargo el medicamento, Tamiflu, llegó rápido, como si todo hubiera estado previsto. Después, muchos mexicanos se vacunarían a toda prisa contra la influenza. La vacuna también llegó al mercado inusualmente rápido.

Es primavera de 2022 y los banqueros regresaron a Acapulco otra vez, con sus guayaberas finas y sus perfumes caros. Otra vez harán una cuidadosa lista de los nombres y las personas con las que podría llegar a compartir un poco de aire.

Revisarían en Banxico filtración a presidente López Obrador: Galia Borja

Unos meses antes de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador advirtió ante un auditorio lleno de banqueros que, de no respetarse la democracia, el tigre podría soltarse. Ahora, en 2022, ofreció una disculpa por revelar la información a la que tuvo acceso sobre el incremento a tasas acordado por la Junta de Gobierno del Banxico.

Ahora, la decisión de política monetaria adelantada por el presidente Andrés Manuel López Obrador la mañana del jueves se revisaría al interior de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), dijo el jueves la subgobernadora del Instituto, Galia Borja.

“…seguramente lo comentaremos; sí claro que sí”, declaró la funcionaria a Bloomberg durante su arribo a la 85 Convención Bancaria en Acapulco.

Borja aseguró que la Junta de Gobierno del Instituto Central -integrado por 4 subgobernadores y por la nueva gobernadora nombrada apenas en diciembre pasado por un lapso de 5 años en el cargo, Victoria Rodríguez- no autorizó al presidente adelantar el anuncio de la tasa de interés, facultad exclusiva de ese máximo órgano rector.

Al preguntar a la subgobernadora si la Junta de Gobierno autorizó al presidente anticipar el anuncio de política monetaria, la funcionaria respondió “No”.

Sobre si existe preocupación por la señal que pudiera enviarse al mercado con la declaración del primer mandatario, Galia señaló a la agencia que el Banco Central siempre ha cumplido con los tiempos en que se comunican las decisiones de la Junta de Gobierno.

” Entiendo que ha sido el tema porque hay canales y tiempos institucionales que siempre se respetan por la trascendencia y la importancia de la decisión, y porque el mercado y el público lo espera a la hora que es”, dijo.

La autonomía del Banco de México aún no está en entredicho, sin embargo, ahora surge la preocupación sobre quién entrego esta información. Preocupante.

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