Hemos sido testigos durante muchos años de la capacidad que tiene el sistema bancario mexicano para colocarse del lado de los gobiernos de uno u otro signo ideológico, siempre y cuando sus intereses sean respetados, y ante la coyuntura actual con mayor razón. Un ejemplo en este sentido es el curso que está tomando la venta de Banamex, uno de los bancos más importantes del país, la cual parece estar siendo conducida por el Presidente López Obrador al impulsar a Banorte, que preside Carlos Hank González, para que junto con otros empresarios adquieran a esta institución, y de esta forma vuelva a estar en manos de mexicanos, como es el deseo del Presidente de la República.

En el marco de la edición número 85 de la Convención Bancaria, que se llevó a cabo el pasado fin de semana en Acapulco, el líder de los banqueros, Daniel Becker Fieldman, elogió y reconoció la labor del presidente aun cuando en realidad sabemos que una buena parte de los integrantes de ese sector no apoyan las gestiones de la 4T.

En esta ocasión, los banqueros a través de su presidente, se comprometieron a ofrecer créditos hasta por 10 mil millones de pesos a las pymes. En una primera etapa, a las empresas de entre 10 y 100 colaboradores y cuyas ventas no sean mayores a 100 millones de pesos anuales, esto con el propósito de responder a la demanda del ejecutivo de abrir los créditos a las empresas medianas y pequeñas, bajo condiciones flexibles y a tasas bajas que les permitan sobrellevar la crisis que hemos padecido como consecuencia de la pandemia.

La banca, de una u otra forma, siempre ha prometido apoyar la reactivación económica, sobre todo en eventos protocolarios ante los altos funcionarios del sector financiero, pero a la hora de aterrizar sus ofrecimientos, las empresas se enfrentan a engorrosos trámites y se ven obligadas a aceptar condiciones que siempre favorecen a los dueños del dinero, cuyas utilidades millonarias son producto del ahorro de todos los mexicanos.

Para que la banca sea un factor decisivo en la recuperación y desarrollo económico, tendría que evolucionar a una banca con mayor sentido social, sin dejar de obtener utilidades pero razonables y poniendo al alcance de empresas y personas créditos que resulten de mutuo y equilibrado beneficio.

CRECEN INCONFORMIDADES EN PROCESOS DE CONTRATACIÓN DE PEMEX

Entre los proveedores de PEMEX, que dirige Octavio Romero, hay descontento por lo que llaman un descarado direccionamiento de los proyectos de contratación por parte de la Dirección Corporativa de Administración y Servicios, que se encuentra a cargo de Marcos Herrería Alamina. Y es que tal parece que los procesos licitatorios son realizados en su mayoría bajo la figura de invitación restringida, y en éstos participan consorcios integrados por empresas de reciente creación. Un caso concreto es el de las empresas Proyecta Industrial de México, S.A. de C.V., y Process Point Energy Services LLC, con las que no se pudo formalizar el contrato por no presentar la fianza correspondiente.