Opinión

¿Cascos verde olivo o azules?

Cartel Jalisco

Cartel Jalisco

El otro día se manejó como nota de primera plana, una información que en otras circunstancias debería estar en páginas interiores: “En Michoacán el Ejército logró replegar al CJNG”.

El hecho encierra una serie de equívocos. El más notable, me parece, es que el logró consistió en que la banda criminal retrocediera a Jalisco, como si ese estado fuera un país extranjero que quiere invadir Michoacán. ¿Una vez en Jalisco los matarifes de este grupo dejan de ser peligrosos o los carteles tienen licencia para operar en ciertas plazas pero no en otras?

No se informó de capturas, decomiso de armas, bajas. Nada. Solo que ante la presencia de los soldados los pistoleros del Mencho, que no comen lumbre, optaron por evitar el enfrentamiento y retrocedieron. No se preocuparon en absoluto de que en Jalisco los estuviera esperando otro contingente de fuerzas federales para detenerlos, desarmarlos y llevarlos ante la justicia. Dieron un paso atrás para esperar condiciones más favorables.

Otro de los equívocos es que no se dijo nada sobre la banda antagónica del CJNG que opera en Michoacán, los Carteles Unidos, que ahora gracias al operativo militar no tienen que preocuparse por unas semanas de sus adversarios. El Ejército no es un buen componedor que separa peleoneros. No lo es. Los cascos de los soldados son verde olivo, no azules. Su mandato constitucional es cumplir y hacer cumplir la ley.

El crecimiento, fortalecimiento y expansión del CJNG es una afrenta para las fuerzas armadas del país. La gente del Mencho vio la oportunidad de colarse a Michoacán cuando el gobierno de Enrique Peña tomó la decisión de acabar con los Caballeros Templarios a cualquier precio. Eso incluyó fomentar la proliferación de grupos de autodefensa, varios de cuales, se sabía desde entonces, eran arietes del CJNG. El gobierno logró terminar con los Templarios y detener a la Tuta, pero ayudó a crear un monstruo que desde entonces ha impuesto condiciones en esa zona del país.

¿Por qué los gobiernos de EU y México no han logrado capturar o eliminar al Mencho? Porque no lo han intentado realmente. Me ha tocado escuchar a profesionales de la inteligencia decir: “Si no quieres que se sepa, ni lo pienses”, lo que muestra que ante la potencia de las nuevas tecnologías no hay manera de pasar desapercibido. Es seguro que Oseguera Cervantes ha estado en la mira de las autoridades de aquí y de allá muchas veces, ya sea en Jalisco o en Texas. Lo dejan hacer para no meterse en líos, con lo que se olvida que los cuerpos policiacos y de seguridad en general existen precisamente para meterse en líos. Si no hubiera líos no tendrían razón de existir.

Ni el CJNG, ni ninguna otra banda criminal tiene fuerza para retar al Ejército mexicano que está mejor capacitado, armado, disciplinado, genera valiosa información de inteligencia. Entre sus mandos están los mejores servidores públicos del país. No lo regateo.

Dicho lo cual advierto que soldados y marinos de hoy están sembrando un gran riesgo para los soldados y marinos del sexenio próximo. La estrategia detrás de la frase “abrazos no balazos” tiene puntos vulnerables. El mayor es que las bandas criminales lo aprovechan para fortalecerse, para comprar armas de última generación, drones incluidos y artilugios de espionaje, acumular dinero, consolidar su base social, reclutar jóvenes. Si no se les combate ahora, serán más difíciles de vencer en el 2024 cuando López Obrador se vaya a su finca de Palenque y el Ejército tenga otro comandante supremo.