Opinión

Cuestionario de perplejidades.

Foto: Especial

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Ayer pedí en Amazon Guía de los perplejos del andalusí judío Maimónides, escrita originalmente en árabe (qué tiempos aquellos, pero parece que el hebreo, entonces, no alcanzaba para referirse a ciertas ideas filosóficas aristotélicas) en 1190. Ese libro estaba en casa de mis papás y mi padre lo leía con frecuencia. No sé que le ocurrió, los libros tienen la extraña facultad, entre otras muchas, de desaparecer. De lo poco que sé de Guía de los perplejos existen coincidencias con las ideas orientales, incluso con el budismo. Se tradujo al hebreo en el siglo XIII. En un principio se tituló Guía de los extraviados, lo que quizá nos acerque al concepto de “perplejos”, según el filósofo y sabio judío.

Cuando estudie Guía de los perplejos trataré de escribir un textito, (así: chiquito) al respecto. Por lo pronto sugiero un cuestionario de perplejidades. Según el Diccionario de la Real Academia Española, perplejo viene del latín, perplexus y significa dudoso, incierto, irresoluto, confuso. Y justamente es como me siento frente a muchas situaciones que ocurren hoy en el mundo. La primera es la guerra, la invasión de Vladimir Putin a Ucrania. China insiste en culpar a Estados Unidos y a la OTAN, mientras en Ucrania se experimenta una dolorosa crisis humanitaria. Muchos huyen, otros regresar a luchar por su país y apuntalar al presidente Volodímir Zelenski, heroico para muchos y un payaso para otros. Ante la furia de Putin, Ucrania se desiste de ingresar a la OTAN, el presidente Joe Biden considera a la invasión un acto de barbarie, el México de la 4T se niega a enviar armar a solicitud del gobierno ucraniano, “porque nuestro país es pacifista” asegura el presidente López Obrador, mientras tanto ocurren asesinatos brutales en varios estados, ajustes de cuentas y, el lunes, tanto el primer mandatario como Martí Batres advertían de la violencia que podría desatarse en la manifestación del M8 en la Ciudad de México. Ambos políticos calificaron a los grupos feministas como desestabilizadores del régimen. Sin embargo el M8 fue, en general, pacifista; las manifestantes abrazaron y le regalaron flores a las mujeres policías. Claro, según Batres es un logro del gobierno de la ciudad, encabezado por Claudia Sheimbaum. Las policías, tuiteó el mismo Batres, “pasaron de ser aparato del patriarcado a hermanas que nos protegen”.

¿Qué no entienden que las consignas, la manifestación misma surge de imperiosas necesidades que aquejan a las mujeres: los feminicidios, el castigo para las madres trabajadoras porque sus hijos ya no contarán con escuelas públicas de tiempo completo, aunque en la ciudad de México, dice la jefa de gobierno, no se cancelará ese programa como sí sucederá en otros estados. ¿Y las madres y padres de centenares de desaparecidos que buscan a sus hijos e hijas con brutal angustia? M8 es un grito compartido que pide justicia y el cese al asesinato de mujeres, ultimadas por ser mujeres, y a todos aquellos que resultan borrados del mapa por el crimen organizado. México es, como se dice ahora, un país en llamas, no en el sentido en que lo está siendo Ucrania pero sí debido a las acciones del narco y a la incapacidad gubernamental de detenerlas.

Hay otras preocupaciones del feminismo, la igualdad y la equidad con los hombres. Fundamental. Durante los meses más restrictivos de la pandemia del SARS-CoV-2 las mujeres, en general, trabajaron jornadas agotadoras: su empleo, más la asesoría escolar a los hijos, más las labores domésticas. No todo el mundo cuenta con el privilegio de ayuda extra en casa: muchas lavan, planchan, limpian, cocinan, se encargan de los niños cuando no están en el colegio y encima atienden al marido. Por si eso fuera poco, se les delegó el cuidado de los enfermos, de padres y parientes de avanzada edad. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que “las hijas” velan por sus mayores.

Lo que sé de feminismo lo he encontrado en los libros, en disquisiciones de mujeres como el clásico Sexual Politics de Kate Millett, El segundo sexo de Simone de Beauvoir, Revolución desde dentro de Gloria Steinheim, Judith Butler y su El género en disputa, esencialmente y a través de los años, y a partir de las pensadoras de la teoría literaria feminista en textos de Elaine Showalter y Susan Guban y su indispensable The madwoman in the attic, Hélene Cixious y su pensamiento sobre Jacques Derridá etcétera. Incluiría capítulos de la Historia de la sexualidad de Michel Foucault y de Camille Paglia y su conocido Sexual Personae.

Sé poco del movimiento “Me too”, en el que prosperan denuncias al aire y en las redes. Ignoro que tan válidas sean todas esas acusaciones y cuál es su status jurídico. Aquí es donde entra mi perplejidad, mi extravío. ¿Cómo hacer valer estas revelaciones? ¿Qué dicen al respecto los abogados (a)? No sé, lo dejó en mi cuestionario de perplejidades, ahíto de preguntas en muy diversos temas. ¿Qué diría Simone de Beauvoir, por ejemplo, sobre los movimientos feministas de hoy?

Sin duda, el feminismo, o uno de los feminismos actuales surge no de la problematización y de la investigación sino de la coyuntura en la que diferentes grupos sociales de mujeres se encuentran. Mujeres triquis se sumaron a la marcha del 8 de marzo para exigir: ”!ni una desplazada más!” y retornar pronto su Tierra Blanca, Copala (Oaxaca). Y es que muchas han sido desalojadas de sus regiones por grupos armados. Las indígenas poseen su propia lucha feminista. Reconocen, además, que el machismo no puede eliminarse de un día para otro. Saben que se trata de educación, de enseñarles a los pequeños y las pequeñas triquis que debe existir la igualdad entre los hombres y las mujeres.

Se trata de una conflicto al que se le debe dar atención inmediata, dado que estas mujeres viven en un plantón, hace más de un año, con sus criaturas. En sus comunidades también ha habido desaparecidas y claman por ellas, así que el día internacional de la mujer y su significado lo comprenden muy bien. Qué perplejidad que aún no hayan sido atendidas por la autoridades competentes.

En otra entrega, escribiré más sobre la necesidad imperiosa del feminismo.