Opinión

Delinquir en cadena nacional

El presidente López Obrador tiene que asumir que su estrategia de control de daños para intentar acabar con el escándalo de la casona de Houston no funciona. De hecho, lo coloca en una situación cada día más vulnerable. En lugar salir a flote, se hunde. Delinquir en cadena nacional no conduce a nada bueno.

Exhibir los ingresos de un periodista, a partir de datos reservados por ley, no oculta la casa que habitaron su hijo y su nuera, la hace gigantesca para que sea vea desde cualquier lugar del mundo. Que sus empleados del área de Comunicación Social, sus analistas a sueldo, y la jauría electrónica de Morena lo respalden en las redes sociales no significa que atinó el disparo, supone que está exprimiendo a sus empleados para que intenten explicar lo inexplicable.

AMLO en su conferencia mañanera

AMLO en su conferencia mañanera

Cuartoscuro

El presidente dijo de pasada ayer, como no queriendo, que su hijo tiene 40 años, ya es grande y tiene que dar explicaciones. Pues claro que sí. Pero ya pasaron muchos días, el hijo está viendo desde Houston que su padre dilapida su capital político y sigue guardando silencio. 

Puede ser una explicación complicada, claro está, porque hasta hace poco era un joven clasemediero con un depa en Copilco, de esos donde se juntan rumis. Y de pronto habita una magnifica residencia en una ciudad como Houston, sin que se le conozca algún trabajo bien remunerado que le haya permito dar ese subidón en tres años.

Es muy probable que no haya cometido ningún delito, que no trabaje porque no tiene necesidad y que viva de lo que gana su esposa rica. Pues que lo diga y ya. Su conducta desde hace rato puso el ridículo el discurso de la austeridad a raja tabla de su papá que le pedía a la gente que no quisiera tener más de un par de zapatos. 

Ese palo ya nadie lo quita, pero decir la verdad podría ayudar a su papá a darle vuelta a una página que lo tiene contra las cuerdas, sangrando, respirando por la boca, pidiendo que suene la campana.

No se intenta en este espacio defender el trabajo de Carlos Loret, él tiene medios de sobra para hacerlo, lo que se trata de destacar es que el presidente le está tirando a todo lo que se mueve y se mete en pleitos, como en el caso de España, que no tiene ninguna posibilidad de ganar.

Lo que se comenta es que el presidente se le dejó ir a España para complacer a su señora esposa, y se le fue a Loret para defender a su hijo. Pero él es el presidente no puede cumplir caprichos. Si su señora quiere tirarle a España que escriba otro libro, ya se sabe que tiene varios historiadores en su entorno, y que el hijo diga su verdad y que siga viviendo su vida relajadamente. A lo largo del viernes varias personas me preguntaron si el presidente no tenía a su alrededor alguien inteligente y con sentido común que le dijera que las barbaridades que hace son indignas de un jefe de Estado. No supe contestar.

Lo realmente grave no es lo que ya pasó, sino lo que viene para el mandatario y su prole y el presidente dando palos de ciego.