Opinión

Desacato en puerta

Que el gobierno federal considere inadmisible la moratoria constitucional promovida por los partidos de la alianza “Va por México” se inscribe en la lógica de la lucha política, pero que al interior de PRI y PAN se escuchen voces discordantes es otra historia.

El gobierno dice que si no quieren legislar los integrantes de Va por México que no cobren su salario como legisladores.

Los legisladores sostienen que debatir las iniciativas no supone, de ningún modo, aprobarlas, pero sí es necesario que se registre un trabajo al interior de las cámaras, que para eso están.

Por lo pronto, coordinadores del PRI, MC y PRD plantearon ante la Jucopo que no renuncian a su facultad de dialogar y construir acuerdos.

Hay un desacato en puerta.

El extraño retorno de Anaya

El presidente López Obrador resolvió rescatar del olvido a Ricardo Anaya y le dio en la mañanera de ayer el nivel de interlocutor válido en materia energética.

Anaya, sorprendido, no tuvo más remedio que darle las gracias al presidente por la bocanada de oxígeno.

Desde su exilio, Anaya dijo que el presidente metió un autogol.

En realidad no, el presidente quiere a Ricardo en el ring porque al excandidato presidencial panista le entran todos los golpes.

Es un rival a modo como zarandearlo sin temor a la respuesta ya que Anaya está solo y su alma, no representa a nadie, de ahí que el presidente sea el principal promotor del extraño retorno de Ricardo Anaya.

Monreal, quiere una oposición fuerte

Para cualquier efecto práctico Ricardo Monreal está fuera de la jugada de las encuestas de Morena para elegir candidato presidencial.

Si ponen su nombre será para mandarlo al último lugar, ya se la hicieron no hace mucho.

De manera que su voz se consolida como la opción crítica todavía dentro de la estructura de Morena.

Sobre su ausencia en el mitin de Toluca, Monreal consideró un honor no haber sido invitado y dijo que las candidaturas construidas desde el poder son endebles.

Calificó como punible acto anticipado de campaña el acto en la capital del Edomex, pero adelantó que no será él quien lo denuncie ante el INE. Seguro lo hacen otros.

Antes de dar cualquier paso, Monreal quiere ver una oposición fuerte, de otra forma se queda dónde está.

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro

Quiere ser partido

Morena quiere convertirse en un partido político. Todavía está en la fase de ser un movimiento detrás de un líder carismático.

Por eso, una de las tareas del próximo Congreso Nacional será que el movimiento se transforme en un instituto político.

El Congreso elegirá a los nuevos mandos del partido, por lo que los días de Mario Delgado al frente del partido están contados.

El Congreso requiere de un enorme trabajo previo, comenzando por depurar el padrón de militantes que es un laberinto.

Cada entidad federativa tendrá su asamblea en donde se elegirán los delegados al Congreso.

Es obvio decir que el grupo que asuma el control del partido deberá estar en sintonía con el candidato o la candidata a la presidencia, de ahí la importancia se saber quién quedará en lugar de Delgado al frente del partido