Opinión

Solo dos de casa

A nadie escapó que, en su nueva lista de presidenciables, un tema que disfruta tocar, el presidente López Obrador mencionara solo dos de casa, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, que son los mismos de hace meses, incluso años.

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalina, y el canciller Marcelo Ebrard durante la conferencia de prensa matutina.

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalina, y el canciller Marcelo Ebrard durante la conferencia de prensa matutina.

Cuartoscuro

Llamó la atención porque en otras ocasiones el presidente ha puesto sobre la mesa una lista extendida de aspirantes en la que incluye a embajadores que andan desconectados de la grilla local.

En su lista de aspirantes a sucederlo el Plan A era él mismo, pero los resultados de la consulta de Revocación de Mandato no dan, aunque no lo digan, para aventuras políticas. De modo que solo quedan, los que estaban desde que tomó posesión en el 2018, la jefa de Gobierno de la ciudad y el canciller, en ese orden.

La única figura nueva del elenco que ha tenido un crecimiento en los últimos meses es su paisano, Adán Augusto López, pero el presidente no ha querido enlistarlo, por algo será.

STUNAM, ¿masoquismo universitario?

El sindicato de trabajadores universitarios busca un nuevo dirigente. El STUNAM ha sido dominando por una camarilla hegemónica, agrupada en la Planilla Roja, que ha impuesto su ley en el campus y sus alrededores.

El fallecimiento de su líder, Agustín Rodríguez, que llevaba décadas en el cargo, abre la puerta a un relevo que sea resultado de una competencia real, sin dados cargados, en la que los trabajadores pueden elegir libremente, sin la coacción de la amenaza de perder el empleo.

El caso llegó a Palacio Nacional. El presidente le pasó la bolita a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, que ya ha podido implementar elecciones libres en organismos sindicales por demás anquilosados, como el sindicato petrolero.

Una elección libre no asegura un relevo en la dirigencia, porque, lo recordó el presidente López Obrador, hay trabajadores masoquistas que a pesar de tener libertad plena para cambiar prefieren la opción de siempre. ¿Los trabajadores universitarios serán masoquistas?

Democracia bizarra

Lo de llamar traidores a la patria a los ciudadanos que no piensan igual que el presidente, se le ocurrió al propio presidente. Mario Delgado y Citlali Hernández se limitaron a darle otra vuelta a la tuerca.

López Obrador no solo reiteró su calificativo, sino que además puso por ahí, como no queriendo, las penas de cárcel que podrían aplicárseles. Aunque usted no lo crea.

De ahora en adelante quienes voten en sentido contrario a lo que quiere el líder máximo pueden terminar en el reclusorio. Un bizarro concepto de democracia.

Ante esto, legisladores de PAN, PRI y PRD acudieron a las oficinas del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos para denunciar, y tratar de detener, la campaña de incitación al odio y la violencia.

La idea es recurrir a todo, incluso a la ignominia, para alcanzar éxitos legislativos, a todo menos a la política.

Terminó en circo

Fue demasiado bueno para ser verdad. La posibilidad de un diálogo entre el presidente y los artistas que están en contra de la construcción de un tramo del Tren Maya, así como llegó, se fue.

El mandatario federal mandó la invitación, y los aludidos respondieron que sí, pero con la condición de que la reunión se realice en el lugar de los hechos, en donde se construye el tren.

Y ahí abortó el plan. El presidente sostiene que será emboscado y los artistas amigos del ambiente no quieren platicar sobre maquetas y diapositivas.

En este espacio se externó la ilusión de que no por ser artistas y políticos el supuesto diálogo sobre el Tren Maya tenía que terminar en circo, pero ante un circo estamos.