Opinión

La inagotable ambición de la CNTE

Urge que, como comenté ayer, nos enfoquemos en los muchos problemas nacionales que escalan hacia condiciones cada vez más apremiantes. Hoy me refiero a la catástrofe educativa que vive el país, no sólo por los dos años de pandemia, sino también por otros aspectos que van conformando el escenario de la generación perdida.

Cuartoscuro

Cuartoscuro

Me dirijo a usted y no a la Secretaria de Educación Pública, porque debo apuntar su atención a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE.

Si ya en el gobierno peñista la Coordinadora se fortaleció como nunca en lo económico, lo político y lo organizacional, con la 4T su poder se incrementó.

Recordemos que, de tiempo atrás, esta facción del sindicato magisterial ha sido aliada de Andrés Manuel López Obrador y su movimiento. No sé si por similitudes ideológicas o solo por pagar el favor, en 2019 el presidente echó para atrás la Reforma Educativa peñista, con lo cual la CNTE logró que se eliminaran la evaluación de desempeño, la permanencia condicionada y los sistemas de profesionalización magisterial. Las cerezas del helado fueron 40 diputaciones federales y una mayor influencia en el sector educativo.

No obstante y de cara a su próximo Congreso Nacional, la CNTE manifestó su ruptura con AMLO, al caracterizar su gobierno como neoliberal, populista, asistencialista, rentista y autoritario. Para la Coordinadora, la 4T es responsable de violencia criminal imparable y de manipular la realidad y los números con un discurso sesgado y abusivo.

No es ésta la primera vez que la CNTE plantea serios riesgos políticos. En agosto pasado bloqueó por varias semanas las vías férreas que conectan el puerto de Lázaro Cárdenas con Morelia, debido a la falta de pago salarial al magisterio estatal, por presunta carencia de fondos del gobierno local. Pese a ser un delito federal y a las pérdidas de miles de millones de pesos, nadie le tocó un cabello a los mandamases centistas. Para rematar, sus miembros rodearon la camioneta de AMLO mediante un virtual secuestro de varias horas, que impidió al presidente completar su gira por Morelia y realizar su siguiente mañanera en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Un poco menos visible para la opinión pública, pero igualmente riesgosa, es la amplia red de intereses de la CNTE.

Va un ejemplo:

El auditor especial de seguimiento de la Auditoría Superior de la Federación (AES-ASF), Nemesio Ibáñez Aguirre, fue presidente del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca. Por esa época hizo alianza con el entonces líder nacional de la CNTE, Azael Santiago Chepi, actual diputado federal por Oaxaca (MORENA).

Curiosamente, la AES-ASF no ha presentado denuncias ante la FGR, derivadas de la fiscalización de la Cuenta Pública 2019 y 2020, como si todo fluyera con absoluta honestidad. En las reuniones de la Comisión de Vigilancia de ASF se observa una relación tersa y colaborativa entre MORENA, los diputados de la CNTE y los auditores, en lo que parece un acuerdo tácito para evitar las denuncias de corrupción. De ese tamaño es la influencia de la CNTE…

Pero hay más:

La Coordinadora, junto con su contraparte, el SNTE, han impedido aterrizar los escasos aspectos positivos de la contrarreforma educativa de AMLO, evitando la implantación de la democracia sindical en el gremio y rechazan cualquier injerencia presidencial al respecto.

Ahora la Coordinadora va por otro botín, que es el control de las áreas de la SEP encargadas de la nómina y la asignación de plazas, así como sus similares en los gobiernos estatales.

De igual manera, la CNTE pretende definir la filosofía educativa, los programas de estudio, los materiales, los textos y las metodologías de la educación, basados en un modelo autogestivo que, de imponerse, acabará devastando la educación en México. Si no me cree, pregunte a los verdaderos expertos no ideologizados.

Así las cosas, don Adán, es la gobernanza del sistema educativo, lo que está en juego.

No es poca cosa…

Investigación: Upa Ruiz upa@delfos.com.mx