Opinión

Los libros incómodos

Enseñar historia o la vida misma en Estados Unidos está resultando imposible. Con influencia y dinero los conservadores pretenden actualmente impedir que los menores lean sobre minorías marginalizadas, racismo, sexualidad y otros temas que les incomodan, no importa si son parte de la vida y la historia. Quieren hacerles creer que es el país perfecto.

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Sin embargo, la prohibición de libros en las escuelas no es nada nuevo, incluso “Las Aventuras de Huckeleberry Finn”, la joya de la literatura universal del escritor Mark Twain, hace tiempo que no se permite en todos lados. Argumentan que ofende a los negros.

Ahora, infinidad de libros están desapareciendo de las bibliotecas de escuelas en estados como Texas, Pennsylvania, Utah, Wyoming y Virginia, cuyo nuevo gobernador republicano, Glenn Youngkin fue el primero que, en busca de votos, promovió la idea de que los padres de familia y no los maestros, decidan qué literatura llega a sus hijos.

Durante su campaña, Youngkin tuvo un exitoso anuncio en televisión donde una madre de raza blanca se queja de que su hijo, un estudiante de secundaria, tiene pesadillas en las noches, debido a que en la escuela le dieron a leer “Beloved” (Amado) la novela de Toni Morrison. El libro contiene pasajes sobre esclavitud, violaciones y crímenes.

Eso dió lugar a que activistas del partido republicano, asociaciones de padres de familia, legisladores y otros gobernadores a lo largo y ancho del país entraran en acción, dando órdenes para prohibir todo tipo de libros que por sus temas, incluído el feminismo, son considerados “peligrosos” por los derechistas.

Tan solo en Texas, el congresista Matt Krause está exigiendo se revisen 850 libros que le incomodan. En Arizona el congreso estatal está considerando una ley que prohibiría en las escuelas todos los textos que hablen de homosexualidad. En Florida se busca la prohibición de libros que tengan como tema o figura central un personaje de la comunidad LGBTQ, es decir lesbianas, gays, bisexuales, trangénero y queer.

Las cosas han llegado a tal extremo que en Tennessee se ha prohibido el libro “Maus”, la novela ganadora de un premio Pulitzer, escrita por Art Spiegelman, sobre el Holocausto. Argumentan que el libro incluye el dibujo de una mujer desnuda en un campo de concentración nazi y algunas groserías.

En Missouri se removió ya otra novela de Morrison “Los Ojos más azules” que trata de una adolescente negra que, durante la Gran Depresión, lo único que anhelaba era tener ojos azules porque se sentía oprimida y poco atractiva. Eso también les pareció ofensivo.

Analistas sostienen que esta reacción a ciertos libros se debe a que los liberales a su vez, están tratando de imponer en las escuelas la idea de que los blancos son los villanos. Lo cierto es que el caso de los libros es solo un reflejo más de la gran división ideológica que se vive aquí y que tiene a la democracia en riesgo.