Opinión

Morena arranca con el pie izquierdo

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El 2022 pinta mal para el partido en el poder. Hay malas sensaciones. El hecho de que el presidente haya caído nuevamente enfermo de Covid no ayuda en nada. Son tres flancos en los que hay severos problemas: salud, seguridad y política electoral.

La epidemia de Covid, en su variante Ómicron, está en sus etapas iniciales, pero ya dejó sentir su fuerza devastadora. A estas alturas ya todos conocemos un grupo de personas contagiadas. Los augurios son, tome nota, que uno de cada dos habrá tenido el virus para fin de mes. Este tsunami de contagios dejará muy mal parado al gobierno.

Los principales voceros de la 4T en materia de salud, el propio presidente y el doctor López Gatell y con ellos el secretario Jorge Alcocer están muy desgastados. Con sus declaraciones no se ayudan. Como no hay pruebas para todos, la indicación fue váyanse a su casa, que la gente está interpretando como háganle como puedan, que cada uno se rasque con sus propias uñas. Esta actitud puede echar por la borda el mega esfuerzo de la vacunación que es una hazaña colectiva. El número de contagios crece exponencialmente. Lo peor está a la vuelta de la esquina.

En el ámbito de la seguridad el panorama es sombrío. Tres años de estrategia de “Abrazos no balazos” tienen al gobierno en clara desventaja frente a los grupos criminales que cada día actúan con mayor cinismo, seguros, se diría, de su impunidad. El problema para la 4T se complica porque estados gobernados políticos emanados de sus filas o de las de sus aliados, están en la picota. Me refiero claro a Zacatecas, Veracruz y Morelos, donde las ofertas de mayor seguridad se topan con cadáveres amontonados y fotos del gobernador Blanco abrazando a los jefes de la mafia local.

Los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina-Armada deben estar más que preocupados. Aunque los políticos digan que las matanzas se deben a que van ganando la batalla, lo cierto es que si un grupo criminal puede dejar un auto repleto de cadáveres frente a las oficinas del gobierno es porque sabe que los policías están su nómina, y que no corre ningún riesgo de ser atrapado.

Se vale hablar de herencia maldita, porque el problema no lo generaron los actuales mandatarios, pero lo cierto es que se postularon porque pensaron que podrían ofrecer paz a la población y lamentablemente no han cumplido. Las fuerzas armadas pueden recuperar el control, pero se requiere un ajuste severo a la estrategia. Entre los “abrazos no balazos” y el “mátenlos en caliente” hay una distancia muy grande en la que soldados y marinos pueden hacer el trabajo y cumplir y hacer cumplir la ley.

En el ámbito de la política electoral Morena parecía tener todo listo para llevarse el carro completo este año. Lo cierto es que hoy día sus triunfos, apenas hace unas semanas seguros, se le pueden escurrir entre las manos. El supuesto 6-0 del hablaba no hace mucho Mario Delgado ya está en un 3-3 y la tendencia no los favorece. La popularidad del presidente está alta, pero cada vez es más complicado transmitir esa popularidad a los políticos de su partido. El proceso de selección de candidatos abrió heridas que nadie ha logrado cicatrizar. Por ahí se le pueden ir las victorias.

Foto: Especial

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