Opinión
La mujer y las agrociencias
María Valdés

La mujer y las agrociencias

No cabe duda que el Feminismo es un tema de actualidad y muy importante desde varios puntos de vista.

Mucho se ha hablado no solo en nuestro país, también en muchos otros países, de la incorporación de las mujeres en estudios superiores y desde luego, su participación en las ciencias.

Las mujeres en México hemos tenido que luchar arduamente contra la construcción social de género. Esta horrible construcción está vigente en muchos pueblos de México, en donde todavía se venden a las niñas o se intercambian por una yunta o por una vaca.

La identidad de género se construye a partir de procesos sociales en los que se transmiten estereotipos, valores y modos de actuar. En la familia mexicana se dirige la forma de actuar de mujeres y hombres y los procesos de socialización han sido desiguales en unas y otros ya que se inculcan patrones diferentes.

En cuanto a la posibilidad de la mujer mexicana de hacer estudios, entre 1969 y 2000 el número de mujeres en el total de la matrícula en educación superior se incrementó del 17 al 50% y en el nivel de posgrado al 43% (Blázquez y Flores, 2005. Género y ciencia en América Latina. El caso de México). Posteriormente, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al concluir el 2018, el 24% de las mujeres de 25 a 34 años obtuvieron título de educación superior y los hombres el 23%.

En esta construcción social, la Agronomía y las ciencias forestales han sido consideradas áreas para hombres, a pesar de que fue la mujer quien descubrió la agricultura.

En el año 2020 el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) reporta 35.8% de mujeres y 6% en el nivel III. Dentro del mismo SNI en el área 6, Agronomía y Tecnología (todo tipo de tecnologías), el porcentaje de mujeres es del 31.5%. En cuanto a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) el área de Agrociencias con 141 miembros, solo el 18.4% son mujeres.

El género femenino en las agrociencias pudo integrarse al núcleo estudiantil en 1966. Sin embargo, una excepcional mujer, María Elena Jiménez Lozano, se adelantó y en 1948 fue admitida en la Escuela Regional de Agricultura Antonio Narro, actualmente Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro donde concluyó sus estudios en 1952 como primera Ingeniera Agrónoma de México.

Esta Universidad reporta en el año 2018, 67% de hombres y 33% de mujeres. Por otro lado, en la Universidad Autónoma de Chapingo (antes Escuela Nacional de Agricultura) la matrícula en el 2020 reporta 6081 estudiantes, de los cuales 55% son hombres y 45% mujeres.

Volviendo a la construcción social de género, veamos la conversación entre Mafalda y Susanita de acuerdo a Quino, Premio Príncipe de Asturias 2014. Susanita: “mi mayor deseo en la vida es casarme con un hombre guapo y rico, tener muchos hijitos, ser de clase acomodada, y asumir el rol asociado a la clásica mujer doméstica” El destino del mundo le importa un comino). Mafalda: “Pero Susanita, eso no es un proyecto de vida”.

Mafalda y Susanita

Mafalda y Susanita

Redes sociales

Si queremos cambiar la construcción social de género existente en nuestro país, necesitamos:

1. Promover a nivel nacional la modificación de los estereotipos de género.

2. Promover el uso de imágenes igualitarias de la mujer y del hombre.

3. Eliminar el uso de imágenes comerciales donde se establece la imagen femenina en tareas domésticas o como objeto sexual.