Opinión

Reforma electoral, ¿otro fracaso de Biden?

El presidente Joe Biden no anda con suerte. Fresco aún de su más reciente fracaso, cuando no tuvo apoyo suficiente para su multimillonario plan social que sería su gran legado, ahora está enfocado en una reforma electoral que haría más fácil votar. Algo que prometió en campaña, pero que tampoco cuenta con respaldo legislativo para convertirse en ley.

El ambiciosos proyecto social incluía beneficios como la baja pagada por maternidad, jardín de niños gratuito, guarderías y ayuda a los ancianos, algo que pondría a este país al mismo nivel social de países europeos.

Ahora la idea es contrarestar una serie de reglamentos a nivel estatal que los republicanos han impuesto, tales como exigir identificación al votar, requistos adicionales para votar por correo y menos número de casillas.

Restricciones republicanas que se derivan de la creencia, promovida por Donald Trump, de que las elecciones de 2020 que dieron la victoria a Biden fueron fraudulentas. Algo de lo que están convencidos millones de electores derechistas.

En la reforma que Biden quiere destacar la propuesta de considerar festivo el día de elecciones o que se realicen en domingo, algo que sucede en casi todos los países del mundo. Pero no aquí. Se cree que de ahí el alto nivel de abstencionismo, ya que la gente tiene que buscar la manera de votar antes o despúes del trabajo.

Eso se inició en el Siglo XIX, cuando la mayoría de los estadunidenses eran granjeros, no había automóviles y tenían que trasladarse el lunes en caminos sin pavimento a los lugares de votación. El domingo nunca se consideró porque era día de iglesia. Se eligió noviembre porque las cosechas ya han sido levantadas.

Actualmente, en 35 estados se require identificación para votar, algo también común en otras naciones pero no aquí, donde en 15 estados y el Distrito de Columbia no es necesario mostrar nada.

Los republicanos sostienen que exigir identificación previene el fraude, pero los demócratas y críticos argumentan que se desalienta a los pobres de acudir a las urnas, poniendo en peligro la democracia.

Hasta hace 57 años se hacían exámenes de alfabetismo para registrarse, y fue el Acta de Derechos Electorales la que abrió el camino para que muchos más negros y minorías tuvieran acceso al voto, un derecho que la Constitución otorgó a los afroamericanos despúes de la Guerra Civil.

En 1965, un grupo de manifestantes negros que pacíficamente exigían igualdad en el voto fueron salvajemente golpeados en Selma, Alabama, dando lugar a que el entonces presidente, Lyndon B. Johnson, convirtiera en ley el acta mencionada, considerada hoy día como la más exitosa legislación de derechos civiles en este país.

Biden quisiera que su reforma electoral llegase a ser igual de importante. Irónicamente, dos senadores de su mismo partido, Joe Manchin de Virgina Occidental y Kyrsten Sinema de Arizona, se oponen. Así su suerte.

El presidente Joe Biden ofrece un mensaje en el primer aniversario del asalto al Capitolio

El presidente Joe Biden ofrece un mensaje en el primer aniversario del asalto al Capitolio

EFE