Opinión

“Se van a topar con pared…”

A pesar que de que uno de los acuerdos derivados de la primera reunión con los ex presidentes del PRI era congregarse el primer martes de cada mes, usted mandó la siguiente reunión al limbo del próximo Consejo Político Nacional, que ni fecha tiene.

Cuartoscuro

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Mire, Alito, yo entiendo que la presencia de este grupo es como cuando uno está joven y viene la suegra a plantarse a la casa para decir cómo se deben llevar los asuntos domésticos, pero la preocupación de sus correligionarios no es asunto menor.

En esto de repartir culpas sobre las derrotas del PRI, le comparto mi perspectiva. En cuanto a la pérdida de la Presidencia de la República y de varias gubernaturas, digamos que la mitad de la responsabilidad recae en los gobiernos tricolores y anteriores dirigencias que no supieron leer el hartazgo de la sociedad, al tiempo que descuidaron el trabajo de base y la formación de nuevos liderazgos jóvenes.

La otra mitad de la culpa es suya, don Alejandro, por dedicarse al trabajo cupular, no refuncionalizar la vida de su partido y no enfrentar la muy eficiente narrativa lopezobradorista con acciones cercanas a la gente.

Ahora bien, según expresó usted en un desayuno con mis compañeros de la ANPERT, si usted accede a la petición de renunciar, eso sería hacerle el juego al presidente López Obrador, cuyo objetivo es debilitar al PRI para fracturar la alianza opositora. También expresó que usted, al frente del tricolor, tiene como misión detener a MORENA porque está desbaratando a este país.

Le concedo cierta razón en su argumento, pero la situación no es tan sencilla y tengo la impresión de que usted no está calibrando sus fortalezas y debilidades para enfrentar las cuatro batallas simultáneas en las que está.

La primera es con usted mismo. Para cuando lea estas líneas, seguramente la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ya le hizo el favor al presidente de sacar otro audio que lo deja mal parado; por más que su obtención sea ilegal, palo dado, ni Dios lo quita. ¿Hasta cuándo y hasta dónde cree que puede aguantar su liderazgo sin que se afecten las posibilidades electorales del PRI?

En la siguiente batalla lo que está en juego no es la alianza opositora, sino la fortaleza del partido, cualquiera que sea la restante. Imagino que en aquella primera reunión, los expresidentes fueron duros y exigentes con usted en el fondo y en la forma, pero visto desde fuera, tal parece que usted los necesita más a ellos que ellos a usted para seguir al frente del PRI y alcanzar sus objetivos del 2023 y el 2024.

Seguramente, cada uno de los expresidentes querrá una rebanada del poder partidista, pero usted puede exigir que aporten su peso político que, en conjunto, ya es de considerar. A lo que voy, don Alejandro, es a que el partido oficial es el que se tiene que topar con pared, no los expresidentes tricolores.

La tercera batalla tiene como campo el Estado de México, donde las huestes guindas están echando toda la carne al asador. Los malos resultados de algunas gestiones municipales morenistas pueden no ser suficientes para detener el avance del partido oficial. Solo le recuerdo que Andrés Manuel López Beltrán, sagaz operador político de su padre, ha mantenido una presencia fuerte en esa entidad. ¿Cuántas alianzas y componendas le gusta que haya armado a la fecha..?

La cuarta y última, la gran batalla, está en el electorado. Si el saldo de las anteriores es negativo, ¿cómo va a convencer a la población de que el PRI sí es una opción de gobierno?

No quiero ser ave de mal agüero, pero si usted no le baja tres rayitas a sus desplantes públicos y se pone a sumar en vez de restar, el que se va a topar con pared va a ser usted. Y eso sí es hacerle el juego a López Obrador.

Investigación: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com 

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