Opinión

Por fin un tratamiento efectivo contra el SARS-CoV-2

Por fin un tratamiento efectivo contra el SARS-CoV-2

Por fin un tratamiento efectivo contra el SARS-CoV-2

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La ciencia una vez más muestra a la población el poder que tiene para resolver problemas. El viernes pasado la compañía Merck en los Estados Unidos anunció, a través de su portal, los resultados preliminares del análisis interino de un ensayo clínico controlado en COVID-19, en el que se comparó un nuevo medicamento antiviral llamado Molnupiravir, contra placebo. El análisis interino se realizó con 775 pacientes de los 1,550 que se han incluido. De los 377 en el grupo placebo, a los 29 días de la aleatorización, 53 habían requerido hospitalización y ocho murieron, mientras que de los 385 en el grupo de Molnupiravir, 28 requirieron de hospitalización y ninguno murió. La diferencia es altamente significativa. Con estos datos el estudio fue detenido y Merck planea someter a la FDA a la brevedad posible la solicitud para el uso de emergencia de este nuevo medicamento.

En el estudio se incluyeron enfermos adultos con COVID que tuvieran un cuadro de leve a moderado y con al menos un factor de riesgo para enfermedad grave como obesidad, edad mayor de 60 años, diabetes mellitus o enfermedad cardiovascular. El tratamiento consiste en una tableta cada 12 horas durante 5 días. Los pacientes fueron tratados en casa y el punto final del estudio era si durante la evolución requerían hospitalización o morían. Para ingresar al estudio, los pacientes debían tener menos de cinco días de que iniciaron los síntomas y COVID confirmado mediante prueba de PCR. El estudio se llevó a cabo en 170 lugares de 24 países en los que estuvo incluido México y por supuesto, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

La incidencia de eventos adversos fue comparable en ambos grupos (Molnupiravir 35 y placebo 40%), así como los atribuidos directamente al medicamento (12 vs 11%, respectivamente) y suspendieron el tratamiento el 1.3 % de Molnupiravir contra el 3.4 % del placebo. En aproximadamente el 40% de los sujetos se determinó por secuenciación del virus la cepa responsable y esto muestra que Molnupiravir es igual de efectivo para las variantes gama, delta y mu, que fueron las prevalentes en el estudio.

El Molnupiravir es un potente análogo de ribonucleósidos que al introducir errores en la secuencia del RNA detiene la replicación del virus SARS-CoV-2, con lo que se frena la infección. Su nombre está inspirado en MJOLNIR, el martillo del mitológico Thor, Dios del trueno y el rayo en la mitología Nórdica. El medicamento fue inventado en un laboratorio de innovación de fármacos de la Universidad de Emory, que es un laboratorio de biotecnología sin fines de lucro. El medicamento ha sido desarrollado a gran escala junto con los estudios fase 1, 2 y ahora 3 por Merck, que también están llevando a cabo un estudio sobre la utilidad del Molnupiravir como tratamiento profiláctico en quienes han tenido contacto con una persona enferma de COVID-19. Merck planea generar 10 millones de tabletas de aquí a diciembre, lo que podrá salvar muchas vidas, una vez que sea autorizada su utilización. Según datos publicados por el New York Times el costo esperado del tratamiento para cinco días será de 700 dólares. Es una cantidad considerable, pero es ciertamente más barato que una hospitalización y por supuesto, parece nada si hablamos de evitar muertes.

De ninguna manera este tratamiento debe remplazar la vacunación. Esa va primero, porque evita muchos casos y cuando ocurren, la mayoría son leves. De nueva cuenta la investigación científica muestra su poder resolutivo cuando se hace bien y existe inversión al respecto. Ojalá que evidencias como estas lograran algún día que la inversión en ciencia en nuestro país fuera mayor. Por lo pronto, por no invertir, le seguiremos comprando los medicamentos a otros países.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM