Sucesos

Catéteres Centrales de Inserción Periférica, innovación contra más piquetes de aguja

Estos dispositivos de acceso venoso conocidos como PICC’s, se insertan en venas de las extremidades superiores con ayuda de un equipo ultrasonido

Catéteres Centrales de Inserción Periférica, entre otras cosas, evitan que el paciente tenga que recibir un piquete de aguja cada vez que reciba la dosis de medicamento./

Catéteres Centrales de Inserción Periférica, entre otras cosas, evitan que el paciente tenga que recibir un piquete de aguja cada vez que reciba la dosis de medicamento./

Especial

La innovación tecnológica ha influido en la atención a la salud y la calidad de vida de los enfermos. En ese contexto, cuando un paciente es canalizado, ya no es necesario que aguante muchas punciones, y mucho menos, exponerse a riesgos. Es tiempo de mirar hacia la calidad de vida de nuestros pacientes.

En la actualidad, para mejorar la calidad de vida de los pacientes que están en terapia intensiva, que necesitan quimioterapia o que deben recibir algún medicamento por vía intravenosa por periodos prolongados, existen dispositivos médicos llamados Catéteres Centrales de Inserción Periférica que, entre otras cosas, evitan que tengan que recibir un piquete de aguja cada vez que requieren una dosis de su medicamento.

Estos dispositivos de acceso venoso que también se conocen como PICC’s, se insertan en venas de las extremidades superiores con ayuda de un equipo ultrasonido.

El procedimiento es relativamente sencillo y puede hacerlo una enfermera debidamente capacitada para el su modelo de atención integral.

Los PICC’s son útiles para administrar líquidos, medicamentos, quimioterapia, nutrición parenteral y células madre.

Su uso se ha extendido en muchos hospitales (del sector salud público y privado) y actualmente son la alternativa más eficiente y segura frente a la colocación de Catéteres Venosos Centrales, los cuales implican riesgos a nivel pulmonar para el paciente y exigen que un médico especialista intervenga al paciente en un quirófano.

Los CVCs son dispositivos de 20 a 30 centímetros de longitud que generalmente se insertan desde la vena subclavia o la yugular interna mediante un procedimiento realizado por un médico en una unidad de cuidados intensivos o en un quirófano.

Las complicaciones más comunes son punción arterial, hematomas, infecciones en el torrente circulatorio relacionadas con el catéter, hemotórax/neumotórax, arritmias y lesión neurológica . Se presentan hasta en 19% de los pacientes, prolongando su estancia hospitalaria entre siete y 12 días y generando gastos de atención de entre 18,000 y 29,000 dólares por cada uno.