Tengas un dispositivo Android o iOS, muchas veces, por diversos motivos, te será necesario rastrear tu celular o el de un tercero. En ambos casos los celulares responden y funcionan de distinta forma y es por eso que los pasos a seguir para llegar a un resultado, suelen ser distintos. A su vez, existen diferentes maneras de llegar al mismo puerto y las causas de dicho accionar también pueden variar. Es hora de comprender técnica y funcionalmente esta temática, que llama la atención de jóvenes y adultos desde hace ya un tiempo.

Lo primero que hay que comprender, es que existen distintas maneras de rastrear un celular, sea propio o ajeno. Nos permitimos aquí abrir un pequeño paréntesis para discutir la legalidad de este último apartado. Uno debería inculcarse en cuanto a los términos legales del rastreo de un celular que no le pertenece. Hay que entender que se debe contar con el permiso del dueño para hacerlo, sino podemos estar colaborando con una situación de acoso o ‘stalking’.

Volviendo a las formas de rastreo que existen hasta hoy en día, podemos encontrar varias que nos ayuden a realizar la tarea. El GPS es la primera que podemos nombrar. Los dispositivos que vienen con dicha herramienta instalada desde fábrica, podrán ayudarnos sin ningún problema. Otra manera es ofrecida por Google. Desde Gmail existe una ‘tool’ que permite recibir la ubicación de un celular vía mail y así conocer su paradero.

La tercera forma de ubicar un celular, es en la que realizaremos un desarrollo sostenido, es donde encontraremos un cierto énfasis, ya que la tecnología ha promovido una continuación de sus funcionalidades que nos brindarán detalles extras a la hora de culminar con el rastreo. Esas herramientas son las aplicaciones. Existen muchas que nos ayudarán - como por ejemplo GPSWOX - y cada una con su particularidad vino para facilitarnos la vida. En el caso que quieras monitorear una flota, otra de las opciones es Tracking Fox.

Algunas necesitan sólo el número telefónico para brindarte el mapa online. Otras requieren del permiso del dueño para realizar la búsqueda.

Todas estas opciones funcionan a través de una tecnología de recuperación, que impregna a todos los dispositivos que vieron la luz en el mercado en los últimos años. Es fundamental que el celular tenga batería para transmitir una señal que pueda ser interceptada por cualquier opción que decidamos llevar adelante. Estas herramientas ganaron popularidad por dos cuestiones: para recuperar celulares perdidos o robados y para espiar a gente. Volvemos a repetir, que no colaboramos con este segundo punto. Ninguna información personal privada debería ser divulgada sin permiso, aunque nuestra data ya se encuentre en la red, de alguna forma u otra se encuentra cifrada. Localizar a un tercero puede culminar en causa judicial si se realiza sin sus consentimiento. Disfrutemos de las nuevas tecnologías, siempre y cuando nos permitan solucionar problemas cotidianos sin malversar al otro.