
Jarabe de Palo: medicamento cardiovascular que “Grita”
Desde Montanuy, España, en 1966, hasta la cima del rock-pop en español, Pau Donés Cirera fue más que un cantante, un guitarrista o un compositor: fue un poeta moderno que nos enseñó que amar, reír, pero sobre todo sentir, es urgente.
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Con su banda Jarabe de Palo, fundada oficialmente en 1995, revolucionó el panorama musical con una mezcla sabia de rock, funk, pop y flamenco, condensada en letras simples pero poderosas. La banda vendió millones de discos y alcanzó la cima de la popularidad colocándose en la radio y los discman de millones en los 90s, además de, hoy en día, aun reinar con sutil excelencia el streaming: La Flaca, uno de sus más grandes hits, casi alcanza el Billions Club en Spotify, mientras su catálogo acumula una enorme suma de escuchas en todo el mundo, con 14 discos de platino y tres mil millones de reproducciones acumuladas.
Pero no seamos simplistas, Pau fue más que el éxito y los números: fue un claro donante y transmisor de humanidad. Su música, nacida del dolor personal y de una sensibilidad extraordinaria, conectó con quienes seguimos su arte al mostrar la vulnerabilidad como fuerza, el miedo como impulso y la vida como acto de valentía. Su legado es una receta clara para la obtención de cobijo, empatía, amor y música.
De vuelta y vuelta: el origen y el camino
La pérdida que despertó la mirada interior
Antes de leer, Pau era un niño hiperactivo y disléxico que encontraba refugio en los discos de Elvis Presley, el jazz, la música latina y las historias que su madre ponía en el tocadiscos. Tenía apenas seis o siete años cuando descubrió que la música calmaba su mente inquieta y eso, lo empoderaría para siempre.
A los 16 años, una tragedia convirtió su vida en otra cosa: el suicidio de su madre, quien padecía una severa depresión crónica, marcó una etapa crucial donde además se le encomendó estar al frente de su familia. Sí, días antes de su partida, la madre de Pau lo preparó para tomar acciones posteriores.
Él escribió años después que ese episodio lo transformó de “idiota adolescente a adulto menor de edad”. Fue un acontecimiento tan profundamente emocional, que no solo despertó su conciencia ante el dolor, sino su sentido de la impermanencia: una semilla que germinaría en sus versos cargados de esperanza, melancolía y la urgencia de ser y de vivir, pero mucho más la de perderle el miedo a sentir.
“Quiero ser poeta”: de la publicidad a vivir de un sueño
De joven trabajó junto a su hermano Marc en una agencia de publicidad en Barcelona. Ambos compartían la pasión por la música y los anuncios, por lo que les fue sencillo pensar en fundar grupos como J.& Co. Band y Dentaduras Postizas, mientras actuaban en bares y pubs de aquella ciudad. Ese ambiente creativo, entre jingles y guitarras, marcó la génesis de su voz única.
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Y ojo, que digo “única” no por el tono, sino porque Pau aleccionaba sin pretender ni querer obtener absolutamente nada. Vivió el sueño de quienes escribimos: que alguien, en cualquier parte del mundo, te lea, te sienta y, con una lágrima, una sonrisa o el alza de una ceja, haga clic con lo que piensas y quieres expresar. La sensualidad de conectar.
El momento decisivo llegó en un viaje a La Habana, donde conoció a una modelo cubana llamada Alsoris Guzmán, quien inspiró La Flaca, canción, hoy en día de cajón, que los catapultaría a la fama. De acuerdo con Fernando de France, ese “romance tonto e intenso” nació en una noche loca en la discoteca “1830″ y un conjunto de creatividades que los impulsó a grabar el clip al día siguiente en un estudio improvisado.
Sí, Pau se enamoró a primera vista de la chica, pero, sobre todo, del verso que generó su historia. Qué bonitos son a veces esos romances que solo se atraviesan a tu paso, cual cometas, incluso sin llegar a nada, pero que te hacen pedir deseos al viento de vez en cuando.
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Mucho más, mucho mejor: la trayectoria de un inmortal
Álbumes como capítulos de una vida sentida
En 1996 se lanzó La Flaca, debut que combinó guitarra suave, ritmo latino y letras que susurraban suave al oído, pero se tatuaban en la psique. La firmeza del éxito llegó un año después junto a un comercial de televisión que marcó el inicio de su reinado rock-pop.
Depende, lanzado en 1998, reafirmó que Jarabe de Palo no eran una banda “one-hit wonder”: producido en Londres junto a Joe Dworniak, el disco incluyó una colaboración con Ketama en “Te miro y tiemblo”, y logró que la agrupación continuara con su estilo coloquial e irónico conquistando Italia y un mayor espacio en Latinoamérica.
Para 2001, De vuelta y vuelta mostró a un Pau renovado: haberse rapado simbolizaba su desprendimiento del pasado, mientras colaboraba con luminarias como Antonio Vega, Celia Cruz y Jovanotti. Este fue su disco más conceptual, una vuelta al núcleo cotidiano del ser humano.
Bonito, en 2003, volvió a celebrar la luz: con colaboradores como Jovanotti o Mártires del Compás, y una lírica que transformaba lo obvio en fascinación y deleite diario. Es la banda sonora y acompañamiento perfecto para agradecer el día a día, y vaya que a veces se nos olvida.
Continuaron otros discos clave como 1 m² (2004), Adelantando (2007), ¿Y ahora qué hacemos? (2011) y Somos (2014). En 2017, Pau celebró sus 50 años con el álbum y libro 50 Palos, donde reinterpretó 21 canciones al piano y texto, ofreciendo un viaje íntimo entre sus jardines reverdecidos, plenos y con flores nuevas.
En 2018 se lanzó Jarabe Filarmónico, siendo acompañados por la Orquesta Filarmónica de Costa Rica. Finalmente, en 2020 publicó Tragas o escupes, con su última canción oficial: Eso que tú me das.
“Mi diario personal”: emblema y profundidad en una guía breve
Para involucrarte y entender el laberinto mental de Pau y, a su vez, la profundidad de lo que Jarabe de Palo proponía, es importante no dar por hecho que fueron “un grupo más cantándole al amor”. Ahí siempre hubo otra cosa, algo extra.
Desde mi punto de vista más personal, la creatividad de Pau ha acompañado diversas etapas de mi vida, desde luego las de romance, pero aún más las de impulso y esas donde no necesitas una metáfora rebuscada y simplemente nadie más está cantando lo que quieres decir.
Tal como ya te he comentado en ediciones anteriores, soy fiel creyente de que “el diablo está en los detalles” y “forma es fondo” y ¡caray!, Pau sí que lo entendía...
La Flaca
Su melodía ligera y sensual, es una confesión de anhelo divertida, pero clara: “daría lo que fuera”, como quien encuentra lo que busca y solo pide ser visto de vuelta.
Depende
“De según cómo se mire todo depende”, un himno cotidiano sobre la responsabilidad emocional y el bello arte de cambiar un vaso “medio vació” por uno “medio lleno”. El poder de tu perspectiva va más allá de la regla y me recuerda mucho a algo que me inventé hace un par de años justo para lidiar con la catástrofe: “incluso cuando creas haber perdido, sin importar el tipo de derrota, puedes ganar. Siempre hay algo que ganar”.
Bonito
“Bonita la verdad cuando no suena a mentira”, una declaración de gratitud existencial. La que ya debemos cada vez que despertamos, cada que algo bueno nos pasa y hasta cuando, más bien, solo no nos ha pasado nada malo.
A veces pensamos que la gratitud va de la mano de algún hecho memorable, pero se nos olvida que, si nos frenáramos dos minutos y volteáramos a ver a nuestra familia, nuestros trabajos, nuestro daily chat o los ojitos contentos de nuestro perrito al vernos llegar a casa, notaríamos que hay más de un millón de razones bonitas para estar agradecidos a diario.
Grita
“Que no hay cielo, mar ni tierra, que la vida es un sueño”. Grita, es por excelencia, el himno a “los hombros para llorar”. La fuente inagotable de bondad que nace de quienes realmente somos, para brindarnos a quienes amamos y lo mucho que deseamos ayudar a liberarlos del estrés, la presión y cualquier otro fantasma. Todo ello dignifica, humaniza y nos vuelve compasivos.
Acercarnos y hacernos fuertes por medio de la charla de quienes nos nutren, no es señal de debilidad; al contrario, nos hace valientes reconocer entre tanta gallardía nuestros puntos flacos.
Gracias siempre a quienes han sido ese “alguien”. Un beso cálido y profundo, además de toda mi admiración, a aquellos que lo han sido para mí, principalmente el último año, pues cada que “grité” brotaron como margaritas en mi nieve. Son seres admirables.
Completo/incompleto
“Un amante incompleto cada vez que te deseo”, con una melodía frágil y casi infantil, esta canción pone en la mesa el dolor liberador de quien extraña de una forma ya masticada, analizada y muy bien trabajada. Cuando entiendes que la añoranza te despoja de la frivolidad que hay en la posesión del otro, es entonces cuando las emociones desbordadas se convierten en un sonar coherente.
Y sí, extrañas, pero con responsabilidad, con distancia y con el compromiso de no perturbar, porque además esa persona “sabe a qué te refieres”.
Me gusta cómo eres
Esta es una de mis favoritas. Con una frase tan “del diario” como lo es “me gusta cómo eres” se exponen tantas cosas. “Como una herida en el corazón que no me duele”: lo intenso, profundo e inolvidable de cuando te rompen el corazón, pero a la inversa, con lo que te construye, ¿logras sentir la fuerza de esta oración?, y es que quién no ha sentido o deseado vivir la plenitud de un amor de esos, de los que te hacen libres como aves, pero irónicamente, siempre te están abrazando.
Esta canción propone algo más lejos que la sustancia de un vínculo que bien podría existir, pero ver a alguien, este contigo o no, y que te guste por quién es para sí mismo, más allá de por lo que te comparte, eso para mí es el amor plausible: el verdadero amor bonito.
Tú me hacías sonreír
“Quiero, espero, muero por besarte y que me quieras otra vez”... esta canción es fuerte, es ese humilde momento en el que vas ante alguien a reconocerte equivocado y, apelando a toda su nobleza, pedir una segunda oportunidad. Incluso si esta no se concede, solo quieres hacer saber el arrepentimiento frágil que te envuelve.
Existen canciones que, incluso siendo lindas, honestas y escritas con la mejor intención, son capaces de romperte en mil pedazos. Esta es una de ellas. Estoy segura de que hay pocas cosas tan dolorosas como el aceptar tus fracturas y ver marcharse a la persona que amabas, para después solo volver a tenerla en tu puerta con esta canción y un “me arrepiento, lo siento. Eras tú. Sí eras tú. Siempre fuiste tú” en tonos suaves pero crueles como este.
Agua
“Razón y piel, difícil mezcla”, este es un testamento vital que recuerda que somos como el agua: imprescindibles, fluidos y resilientes. El agua crea, pero también destruye y, justo así, es la cordura.
Mantenerla desde un punto en donde la inflexión no te fracture a causa de lo que el corazón te dicta, es una labor titánica. Controlar el fuego natural de cuando se desea algo o a alguien con tanta fuerza, podría ser una labor que ni el agua misma frene. El consumo emocional vuelto persona.
Del gusto nace la magia, y de la conexión los deseos, desde los fantasiosos hasta los pasionales. La atracción ante algo que o no puede ser, o no ahora, hace que todo se sienta más fuerte, más inalcanzable y hasta más “ideal”. Dicen que "el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe", y qué rico es a veces eso de “morir de amor”, o de ternura, por quien te gusta.
Estas canciones no son simples éxitos: son mapas de sensaciones, chispas de épica interior que tocan lo colectivo sin perder autenticidad. Y bueno, también funcionan como un mapa básico de iniciación.
El “Humo” de vivir siendo vulnerable: la batalla contra el cáncer
“Ni miedo, ni fe”
En agosto de 2015, Pau fue diagnosticado con cáncer de colon. A pesar de una aparente recuperación, en febrero de 2017 anunció una recaída con afectación peritoneal, noticia que llegó acompañada de un “20% de probabilidades de vivir solo cinco años más”, pero Pau tenía otra misión: “vivir con el “cangrejo”, no morir de él”.
Particularmente, Donés pertenecía a una generación de tímidos; sin embargo, acostumbrado a imponer su propio estereotipo y esquema desde siempre, eligió romper el tabú. Publicó en redes sociales fotos de sus quimioterapias, sondas y máquinas; explicó que quería normalizar la visión de un enfermo y desestigmatizar la enfermedad: “el cáncer no es la lepra”.
Como buen artista, Pau quería que el mundo lo viera entero: vulnerable, humano, luchador, y mientras algunos miraban el deterioro de su cuerpo, otros lo vimos pulir y llevar su alma más allá del cielo. Desde el punto de vista de un paciente, me gustaría compartir que, a veces, la vida necesita ponerte enfrente este tipo de inspiración que ayuda a resignificar tu propio problema.
“Vive para la enfermedad solo cuando tengas que hacerlo, el resto de los días, que te haga los mandados y vive la vida lo mejor que puedas”, esta frase me la dijo mi querida Lourdes Ruiz, “La Reina del Albur” durante una entrevista en mis años de universitaria. Y tal cual, así como ella y yo, también lo hizo Pau.

El epílogo musical: Tragas o escupes y Eso que tú me das
Lo escrito desde la fragilidad
“Tragas o escupes”, lanzado en mayo del 2020, fue creado mientras Pau transitaba la enfermedad; así mismo, fue su despedida oficial en forma de álbum y, de forma inesperada, fue acelerado para llegar a sus manos antes del final previsto.
La canción “Eso que tú me das” no es solo un tema; es un abrazo hecho letra. Su hija Sara, al baile en el videoclip, simboliza renovación, continuidad y esperanza. Es el legado palpable de un padre que comprendió que la presencia amorosa es medicina.
“Agustito con la vida”: frases que tatuaron corazones
Algunas de las múltiples cosas que hay que rescatar del documental “Eso que tú me das”, son las frases de fuerza e invitación de un artista consciente de que le quedaba de todo, menos tiempo.
- “La vida son cuatro días y tres pasaron ya”: aviso urgente, despertar de conciencia y una invitación clara a tomar acción.
- “Sé que el futuro no existe y la vida es urgente”: mantra que se volvió camiseta y consigna colectiva.
- “El miedo es terrible; bloquea la libertad de ser tú mismo”: condena certera del temor que paraliza la autenticidad y, a su vez, las ganas de hacer lo que el corazón realmente desea.
- “Soy feliz, pero es una felicidad cabrona”: honestidad brutal frente a la muerte inminente y la gratitud por lo vivido. Saberse despedir de sí mismo.
- “No quiero morir; lo que me interesa es la vida”: decisión activa de mirar hacia delante, no al vacío, pero con la prudencia de asimilar con desdén lo que se viene.
“Primavera que no llega”: una última entrevista y un testamento consciente
El documental "Eso que tú me das", dirigido junto a Jordi Évole, fue grabado apenas semanas antes de su partida. Pau, delgado, con una sonda nasal y voz ronca, pregunta primero y sin descaro: “¿Te has asustado? Esto es lo que hay”. Normalizando su imagen frágil, pero dignificando su fuerte presencia. Eligió dejar un testigo real de su verdad.
En la conversación final, no buscó dramatismo: habló de la muerte con naturalidad y de la vida con intensidad. Contó que quería vivir hasta los 70 para ver a sus nietos y lamentó haberse perdido momentos simples: el otoño, la nieve, el mar. Describió su felicidad como "una felicidad cabrona", cruda e inesperadamente serena.
“Dueño de mi silencio”
Este documental recoge una charla íntima en el Valle del Arán. Pau y Évole danzaron en un “ir y venir” de preguntas y respuestas con un canto a la vida y la familia. La música suena, pero las palabras pesan: amor, verdad, finitud, agradecimiento. Fue estrenado pocos meses tras su muerte, convirtiéndose en uno de los documentales más vistos en España de la década.
El legado público: “La camiseta de Pau” y su memoria compartida
Más allá de la música: un mensaje solidario
Desde su desaparición, su lema “Vivir es urgente” se convirtió en causa. Se lanzaron camisetas benéficas en 25.95 €, en castellano, catalán, euskera y gallego. Famosos, amigos íntimos, como Dani Rovira, Jorge Drexler, Luz Casal, Toni Acosta, Karlos Arguiñano o Jordi Évole las han lucido, logrando aumentar las ganancias y destinándolas a la investigación del cáncer, especialmente al hospital Vall d’Hebron en Barcelona donde Pau recibió tratamiento.
Tributos musicales y gira homenaje
En diciembre 2023, se celebró un concierto homenaje en el Festival Coca Cola Music Hall. Al año siguiente, en 2024, Jarabe de Palo anunció una gira tributo por 17 ciudades, incluida la CDMX en el Vive Latino durante la edición 2025, con músicos originales y cantantes invitados versionando sus éxitos más grandes, como La Flaca, Bonito y Depende.
Además, su hermano Marc, presidente de Tronco Récords, y su hija Sara han seguido al frente del legado artístico y empresarial. Sara, también accionista mayoritaria, simboliza la continuidad vital del proyecto familiar y artístico que Pau cimentó.
Análisis lírico: metáforas, romanticismo y honestidad visceral
Lo sencillo como poesía
Pau escribía como quien habla al oído: sin artificios y con una amistad intima con las imágenes cotidianas: “una chica muy delgada”, “el agua que corre” y lo “bonito que es todo”. Esa cercanía convierte sus letras en secretos íntimos que aprendimos a guardar todos.
Como un escritor romántico y moderno, sabía que el dolor es musa y la simplicidad es gigantesca. Su verso más austero, "Depende", es una lección de responsabilidad emocional: “todo, absolutamente todo está en tu poder. Depende de ti y de todo en lo que tú creas”. Esa simpleza fue su revolución.
En su autobiografía 50 palos, Pau vuelve a montar su vida, canción por canción, como quien ordena recuerdos para entenderse y ofrecerse. El propósito de Pau era claro: ir con valor para mostrarse transparente y asumirse con firmeza frente a quienes lo acompañamos durante su carrera.
Confesiones como acto político
Decir “sí, tengo cáncer”, mostrar sus cicatrices, bailar con su hija a cámara, despedirse en un documental: cada uno de estos actos fue político en su coherencia. No buscaba lástima ni drama, quería humanidad. Esa decisión de apropiarse de una transparencia radical, convirtió su final en lección pública: hablar del cáncer y del duelo, pensar en los que siguen, promover la investigación y normalizar la fragilidad.
¿Por qué Pau Donés sigue siendo un pilar hoy?
Inspiración colectiva
Su influencia no se mide solo en reproducciones o ventas: está en personas que dejaron de temer amar, que entendieron el valor del presente, que aprendieron a agradecer lo cotidiano. “Ser un Pau”, como dijo Évole, significa atreverse a lo que nunca habías hecho: decir "te quiero", enfrentar el dolor y vivir sin miedo.
El SEO de una vida en congruencia
Pau Donés no dejó solo canciones; dejó una invitación: vivir como si nada estuviera garantizado, amar sin pedir permiso, agradecer cada día y cada cosa de tu vida. Su música sigue siendo viento que toca puertas del corazón. Su vida fue metáfora de resistencia, su lucha, testimonio público y su trayectoria, un grito que no cesa porque: vivir es urgente.
Hablar de Pau implica mirar nuestros espejos emocionales: el perdón pendiente, el abrazo no dado, el miedo no enfrentado. Transformó esas fisuras en luz. Y hoy, tras cinco años de su partida (cumplidos el 9 de junio de 2025), seguimos hablando de él porque su voz no descansará nunca: vive en cada nota, en cada palabra y en cada acto de valentía y amor cotidiano.