
Desde que saltó a la escena el 22 de julio de 1994, bajo la inspección de Gustavo Santoalla en Los Ángeles, California y Cuernavaca, con la firma de Warner Music Group, Re, el segundo álbum de Café Tacvba, se alzó como una explosión de creatividad que barrió con cualquier fórmula preestablecida.
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Hablamos de un disco doble de 20 canciones, que en 2025 ya cumple 31 años, y que con el paso del tiempo se ha ganado a pulso la corona y reconocimiento (de acuerdo con los expertos) como el mejor álbum de rock latinoamericano, siendo incluso equiparable con el mítico White Album de The Beatles.
Hoy, en esta entrega de “Tenemos que hablar de...”, he decidido invitarte a dar un paseo romántico y melancólico por la trayectoria de Café Tacvba, la evolución de sus integrantes, los secretos durante la grabación de Re, y el impacto social y cultural que desató dentro del sector joven de aquella época.
Es importante compartir que esta pieza no es solo un disco, sino un universo de sonidos y emociones que labró, de una forma muy mexa, el camino para que otros grupos pudieran fluir más suave. Esto hace que Re sea algo así como el marcapasos que sigue haciendo latir con fuerza un estilo.
Re, 31 años después: viaje al corazón del rock mestizo
Re, no es un álbum de relleno. Me gusta pensar que funciona como un caleidoscopio sonoro que representa la mezcla de México en toda su riqueza. Desde el huapango, hasta el punk, el ska, el norteño, el bolero, el grunge, el mambo, y muchísimos matices más.
Con la producción de Gustavo Santaolalla, amistosamente llamado “el quinto Tacvbo”, el cuarteto de Rubén “Cosme” Albarrán, Meme del Real, y los hermanos Joselo y Quique Rangel transitaron por un momento de “impresionante poder creativo” y construyeron un disco doble, producto de su fase más frenética de inspiración y experimentación.
El jovial impulso de los de Satélite por complacerse a sí mismos y tomar riesgos, los llevó entonces a vender casi medio millón de copias, lograr disco de oro en México y colocarse en semillero internacional. Demostrando que el uso de la diversidad mexicana podía ir mucho más allá de los tonos prehispánicos y sus específicos consumidores: salir del nicho para exponerlo al mundo.
Más de Destino C
Hoy, 31 años después, su sonido sigue cotidiano, fresco, vibrante y relevante porque, seas fan de Cafeta o no, todos conocemos y hemos hasta bailado en una boda una canción de su autoría.
De una inquietud jovial al escenario global
Back in the day, en Satélite, Naucalpan, Estado de México, Rubén y Joselo estudiaban en la UAM de Azcapotzalco, donde “un marco teórico” les abrió los oídos a la multifacética música de sus papás: son jarocho, norteña, bossa nova, Beatles, Stones, etc.
Más tarde se unieron Quique y Meme, para formar el grupo Alicia ya no vive aquí, el cual, les abrió la perspectiva de la esencia con la que querían renacer, ahora como Café Tacuba, nombre al cual años después le tendrían que modificar la “u” por “v” con la finalidad de evitar litigios por parte del famoso café del centro de la CDMX.
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Ya en su debut homónimo en 1992, mostraron su capacidad: ska, punk y diversas melodías tan coloridas que parecían explosiones. Pero fue Re donde canalizaron toda esa energía a través de su identidad mestiza, sonora y culturalmente híbrida.
Hoy, tras más de 35 años como banda, y siendo una de las pocas agrupaciones que no ha sufrido rupturas entre sus integrantes, se han convertido en pilares que siguen conectando con nuevas generaciones sin la necesidad de apostar por ritmos que los haga “vender”.
La consolidación de Cafeta como una banda congruente, es lo que ha enamorado a quienes los descubrimos desde la juventud, incluso si no son realmente de “nuestra época“. Manteniéndose fieles a sus raíces y su espíritu disruptivo, han logrado que su público cuente con un amplio abanico de ritmos para disfrutar de su arte en el género que más les guste.
La herencia creativa y la carrera de cuatro Chicos Banda
Rubén “Cosme” Albarrán
- Voz camaleónica, personaje que sirve como puente entre lo urbano y lo ancestral.
- Activista y defensor de distintas causas, entre ellas: los derechos humanos y animales, así como y el cuidado de los recursos naturales.
- En entrevista confesó que: “esto era un universo sonoro... un camión escuchaba cumbia y un puesto de tacos norteña, todo eso queríamos reflejar”.
- Ha estudiado espiritualidad.
- Durante las diversas etapas de su carrera, ha explorado y jugado con muchos estilos e incluso cambios de nombre, tales como: Pinche Juan, Cosme, Anónimo, Massiossare, Nrü, Amparo Tonto Medardo In Lak’ech, Rita Cantalagua, Gallo Gasss, Ixaya Matatzin Tléyotl, Elfego Buendía, Cone Cahuitl, Zopilote, Inodoro, Papa Azul, Comal, Hena y Sizu Yantra.
- Cuenta con un álbum en solitario titulado “Bienvenido al sueño”, lanzado en 2006 e inspirado por el nacimiento de su primer hijo.
- Formó la banda Hoppo!, con dos músicos chilenos y Alejandro Flores, donde versionan canciones latinoamericanas.
Emmanuel “Meme” del Real
- Multiinstrumentista que aportó capas sónicas únicas, desde guitarra eléctrica hasta melódica.
- Durante su carrera, ha compartido su preferencia por explorar sonidos del entorno más que apegarse a un género.
- Se unió a la banda desde que tomó su nombre actual, reemplazando a Roberto Silva.
- Cuenta con un proyecto en solitario y en septiembre de 2025 lanzará su álbum Princesa, el cual describe como una “reconstrucción” personal y ha asegurado por primera vez sentirse que puede ser un cantante por derecho propio
- Es el autor o colaborador de algunas de las canciones más reconocidas de la agrupación, tales como: Eres, La Ingrata, Cómo te Extraño mi Amor, El Baile y el Salón, Las Persianas, Chilanga Banda, Quiero Ver y Aprovéchate, entre otras.
Joselo Rangel
- Miembro fundador de la agrupación.
- Guitarrista lúdico, autor de riffs que llevan desde la notoriedad hasta la psicodelia.
- Como escritor ha publicado tres libros y colabora semanalmente en el periódico Excélsior con la columna CRockónicas Marcianas de la cual compendió un libro en 2011. Ha escrito en revistas como Gatopardo, Día siete y Sputnik. Ha publicado los libros One hit wonder (cuentos, 2015), Los desesperados (novela, 2018), La niña aburrida (cuento, 2020).
Quique Rangel
- Además del bajo y contrabajo, toca la guitarra, jarana, tololoche e incluso Charango.
- Hace coros y en algunas ocasiones ha fungido de voz principal en Café Tacvba. En Yo soy, canta la breve canción “Esperando”. En Sino hace lo propio en “Y es que...” y posteriormente en el disco Jei Beibi canta “Futuro”, el primer single de aquel álbum.
- También, es integrante de Los Odio!, un proyecto con integrantes de Moderatto, Fobia y Molotov, en donde interpreta diversos instrumentos.
Los cuatro se nutren de una relación intergeneracional, de respeto mutuo, amistad y admiración: ingredientes que han sido el nutriente principal para su longevidad artística.
Impulsados por Gustavo Santaolalla: la vida es un gran baile
Cuando los Tacvbos mostraron sus primeros demos, Santaolalla los desafió: “Hagan más, esto es extraordinario”. Y así fue como nacieron otras 20 canciones. Es importante comprender que Re solo existe porque ellos decidieron abrir la caja de la creatividad sin restricciones.
Santaolalla ha relatado que Trópico de Cáncer, es un tema que casi frenaron por su complejidad, pero que a la vez necesitaban incluir por su inigualable ingenio técnico. Fue entonces, que tras la insistencia de algunos involucrados en la producción, él tocó la guitarra para ayudar a salvar la sesión.
Llegaron al estudio sin miedo, dispuestos a explorar, a fusionar, a romper paradigmas. Ese espíritu inquieto y aventurero permanecería como sello: cada disco posterior experimenta, cada show se reinventa; y juntos, entregan una identidad musical irreductible.

Canciones icónicas del espiral
“La Ingrata”
- Norteña acelerada con letra punzante sobre un amor no correspondido e inspirada en los corridos tradicionales de la cultura mexicana.
- En la actualidad, la letra fue cuestionada, generando una conversación tan explosiva que decidieron dejar de tocarla desde 2017, como muestra de sensibilidad ante la violencia de género.
“Esa noche”
- Un bolero retro, “cantinflesco” y romántico, narra una historia fichera y urbana delineada con luz de neón.
- El despecho sella el matiz de la transición de época.
“El baile y el salón”
- Esta e, sin duda alguna, una de las canciones más coreadas y largas de la agrupación, con 5 minutos y 34 segundos.
- En voz de Meme del Real, se evoca una canción sentimental y profundamente melódica que le da flores al amor y al deseo de permanencia; uno de sus himnos más memorables.
“El Puñal y el Corazón”
- Avant-mambo que entrelaza tradición y vanguardia; un homenaje a Pedro Infante versionado al estilo Tacvba.
“El Metro”, “24 horas” y “El Ciclón”
- Estas son obras que ofrecen un claro retrato de la escencia y lo caótico del vivir capitalino. “El Metro” es un submundo, y “El Ciclón” es una catarsis sonora del circuito de la vida.
“Las Flores”
- Esta canción es una declaración de amor profundo y deseo, pero no del que invita el cuerpo y el instinto, sino del que te va a dar los recuerdos más tiernos, las lecciones más profundas y los que definitivamente sí puedes compartir: el placer absoluto de disfrutar una conversación.
“El Fin de la Infancia”
- El trabalenguas más bailable del rock habla de la libertad y la postura disruptiva que, por condición hasta biológica, la juventud exige. “Si nos quieren conquistar, tendrán que quemarnos vivos”.
Todas estas piezas forman un mosaico que es, a la vez, una mezcla urbana y ancestral. Además, algunas contienen frases que revelan su pensamiento: a 31 años de su lanzamiento, Rubén ha explicado que durante Re la banda logró una identidad mestiza más consolidada.
Reacción crítica y recepción internacional
En su momento, Re fue cuestionado en México: “¿Dónde están los sencillos? ¡No lo entienden!”. No obstante, los mercados sudamericanos lo recibieron con entusiasmo, siendo Chile fue su tabla de salvación para pronto lograr recorrer el continente.
Con el tiempo, los críticos le dieron vuelta al juicio:
- Rolling Stone nombró Re como el mejor álbum de rock latinoamericano, comparándolo con White Album.
- Su diversidad estilística, ecos de cita cultural y calidad le valieron el lugar número 1 en listas históricas.
- El GRAMMY entrevistó subrayando cómo Re cambió la música mexicana y levantó las posibilidades de un rock mestizo y universal.
Curiosidades que pocos conocen
- El nombre “Re” juega con el prefijo “re-” (repetición, retorno, reciclaje, resistencia), reflejado en el arte del disco: un caligrama espiralado con cita náhuatl que sugiere el eterno retorno.
- En la edición limitada mexicana aparecen palabras clave impresas: “Repetition”, “Recycling”, “Resistance”.
- “El Borrego” nació de un joven punk/ecologista/neonazi que se acercó a Meme para citarlo como inspiración.
- Durante la promoción, giraron por Chile tanto que llegaron a residir un tiempo allá: “no somos profetas en nuestra tierra, pero sí en Sudamérica”.
Legado y vigencia para 2025
31 años después, Re es un faro para entender el rock mexicano, con una herencia musical que atraviesa generaciones:
- Influencia directa en proyectos como Aterciopelados, Nortec Collective, bandas de corridos alterados, etc.
- Su estilo ecléctico inspiró a la “generación MTV” latinoamericana; fija estándares para la fusión con raíces.
- Bandas actuales siguen incluyendo clásicos del álbum en conciertos, aulas de música y playlists.
Además, su relevancia contemporánea se reforzó en 2014 con la gira #20reCT25, donde tocaban las 20 canciones en su totalidad; y en 2024‑25 celebraron los 30 años con reediciones deluxe y festivales.
Metáforas y romanticismo: por qué Re es poesía sonora
Re es un puente entre la nostalgia y el futuro, un universo que despliega chimeneas musicales terrenales: hay una chispa eléctrica en “La Ingrata”, un suspiro urbano en “El Metro”, un beso de jarana en “Las Flores”, y una explosión oscura en “El Borrego”.
Es un mapa emocional donde el oyente camina por plazas, antros, cenotes urbanos, estaciones de metro, sombras filosóficas. Es la Ciudad de México en vinilo; un romance intergeneracional entre ritmos populares y experimentación vanguardista.
Como dirían nuestros románticos: cada canción es un latido de nuestra identidad como mexicanos, una historia de asfalto, raíces y soñadores que se niegan a desaparecer.
Re, es respiración sonora permanente
Después de 31 años, Re no envejece, se reinventa. No es un disco de nostalgia: es un obra viva, en constante reinterpretación, que sigue invitándonos a ser urbanos, nostálgicos y valientes.
Café Tacvba alcanzó un momento de génesis sonora y construyó su monumento simbólico: un álbum que amorosamente abraza nuestras contradicciones, nuestras calles, nuestros amores heridos y nuestras ganas de bailar.
Y mientras en 2025 seguimos escuchándolo, lo celebramos, lo estudiamos, lo cantamos, lo remasterizamos, y sobre todo lo preservamos: porque Re no es historia: es un animal capaz de transformarse en lo que la creatividad de quien lo escuche quiera interpretar.
En un mundo donde los géneros musicales se polarizan, Re sigue recordándonos que la riqueza está en la mezcla; donde lo antiguo y lo palpitante convergen; donde lo local puede ser global, y la autenticidad es la única victoria posible.
Brindemos por estos 31 años: que nos reinvente, que siga siendo un canto que diga y ejemplifique cómo cabe todo un país —o varios— en un sencillo álbum.