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Entrevista

El autocuidado como estrategia pública: Juan Thompson, de la ONG ILAR, analiza los hallazgos del Índice de Alfabetización 2023

A pesar de que el 80% de la población mexicana reconoce la importancia del autocuidado, solo la mitad considera contar con las herramientas necesarias para practicarlo adecuadamente. Esta es una de las conclusiones clave del Índice de Alfabetización en Autocuidado 2023, un estudio que revela profundas brechas entre la conciencia y la práctica de hábitos saludables en América Latina.

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ILAR (Cortesía)

En el marco del Día Internacional del Autocuidado, Juan Thompson, directivo de la ONG ILAR y miembro de la Junta Directiva de la Global Self-Care Federation, conversó con La Crónica de Hoy sobre el panorama regional, los desafíos estructurales y las oportunidades que representa el autocuidado como política pública.

“Desde ILAR, creemos que el autocuidado no es solo una práctica individual: es una estrategia pública poderosa para avanzar hacia una cobertura universal más equitativa, eficiente y centrada en las personas”, asegura Thompson. Para él, la alfabetización en autocuidado no solo mejora la autonomía individual, “también fortalece los sistemas de salud, al permitir un uso más eficiente de los recursos, una mayor adherencia a tratamientos y una prevención más efectiva de enfermedades comunes.”

Brechas entre conciencia y acción

El estudio revela que, si bien existe una alta conciencia sobre la importancia del autocuidado, muchas personas carecen de las herramientas y conocimientos necesarios para implementarlo.

“Estas brechas entre conciencia y práctica se deben a varios factores”, explica. Uno de ellos es el nivel de alfabetización en salud: “Cerca del 50% de las personas en México sienten que no tienen el conocimiento y las herramientas adecuadas para practicar el autocuidado de manera consistente.”

Además, señala que la información práctica y comprensible es limitada, y la población no siempre se siente empoderada para expresar sus necesidades ante los profesionales de salud: “Solo el 38% se siente empoderado para expresar sus preferencias. Esto indica que la práctica del autocuidado no solo depende de la motivación personal, sino también del acompañamiento profesional que facilite la toma de decisiones compartida.”

Incluso en temas aparentemente sencillos como el uso de medicamentos de venta libre, los datos llaman la atención. Aunque el 87% de los usuarios lee las etiquetas, “un 16% no sigue correctamente las indicaciones, lo que resalta la necesidad de reforzar la alfabetización en autocuidado.”

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El poder de la alfabetización en salud

ILAR (Cortesía)

Para ILAR, la alfabetización en salud es el punto de partida. Una persona con alto nivel de alfabetización “está motivada y es capaz de acceder, comprender, juzgar y aplicar la información de salud”. Esto, explica Thompson, se traduce en una mejor capacidad para navegar el sistema, tomar decisiones informadas y discutir opciones de tratamiento con el personal médico.

“Las personas con mayor alfabetización están más capacitadas para encontrar, usar y compartir información con su médico, discutir sus valores y preferencias, y evaluar los pros y contras de las diferentes opciones de tratamiento.”

Menor presión sobre los sistemas de salud

En un contexto de alta demanda y recursos limitados, el autocuidado emerge como una solución de gran impacto.

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“Al fortalecer las capacidades individuales para manejar síntomas de condiciones comunes, adoptar hábitos saludables y tomar decisiones informadas, se reduce la necesidad de visitas frecuentes a los centros de salud para afecciones menores, autogestionables o prevenibles”, señala.

Esto también aplica a las enfermedades crónicas: “Un alto potencial de la población siente confianza para autogestionar enfermedades crónicas a través de cambios al estilo de vida (93%).”

Ahorros económicos y fortalecimiento del capital humano

El autocuidado no solo impacta en salud, también en economía. De acuerdo con Thompson, “las prácticas actuales de autocuidado generan un ahorro anual de $7.2 mil millones USD para los sistemas de salud de América Latina.” Además, se evitarían más de 85 millones de días laborales perdidos cada año.

“También hay un ahorro anual en tiempo de los médicos de 122 millones de horas. Además, se generan mejoras en el bienestar y la autonomía de las personas, lo que tiene valor en términos de salud y en el fortalecimiento del capital humano a largo plazo.”

Riesgos del mal uso y estrategias de mejora

El uso inadecuado de medicamentos de venta libre es uno de los riesgos más evidentes. ILAR propone reforzar la educación farmacológica y la simplificación de etiquetas y prospectos, dentro de marcos regulatorios que prioricen la comprensión.

“También es importante empoderar a los ciudadanos para reportar eventos adversos, lo cual es una prioridad de farmacovigilancia.”

Barreras institucionales y culturales

Thompson no evade los desafíos. “Institucionalmente, predomina un enfoque curativo en los sistemas de salud, lo que genera una inercia que dificulta la asignación de recursos a la prevención y el empoderamiento individual.”

A esto se suman la escasez de datos específicos, la infodemia y las desigualdades socioeconómicas. “Las barreras culturales y lingüísticas afectan desproporcionadamente a poblaciones vulnerables, limitando su acceso a información de salud de calidad y, por ende, su capacidad para ejercer un autocuidado efectivo.”

El rol del Estado, la escuela y la industria

Para transformar esta realidad, se requiere una estrategia integral. Thompson propone que los gobiernos integren la alfabetización en autocuidado en políticas sostenibles, mientras que las escuelas lo enseñen desde la primera infancia.

“También es fundamental aumentar la alfabetización sanitaria a nivel organizacional, capacitando a profesionales de la salud para que empoderen a los individuos.”

Sobre el rol del sector privado, en particular la industria farmacéutica, es claro: “Desempeña un papel vital en la promoción responsable del autocuidado”, siempre asegurando que la información sea clara y comprensible. Pero advierte: “La clave radica en educar a los usuarios sobre cómo seguir las indicaciones correctamente, la importancia de consultar a un profesional de la salud cuando sea necesario, y promover activamente el reporte de eventos adversos.”

Modelos globales y avances regionales

Finalmente, Thompson destaca la Declaración de São Paulo sobre Autocuidado para la Cobertura Universal de Salud, firmada en 2023, como un hito regional impulsado por más de 30 gobiernos.

“Trabajamos para contar con marcos internacionales que fomenten el autocuidado, integrándolo en varias políticas de la OMS y las Naciones Unidas”, señala. Iniciativas como los proyectos de ley en México y Brasil o el plan regional de Centroamérica y República Dominicana reflejan el avance de América Latina en esta materia.