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Crece la preocupación en México por contaminación de radiación electromagnética

Existen numerosos lugares de trabajo y domicilios donde adultos y niños pueden estar expuestos a cantidades muy elevadas de ondas electromagnéticas, señala estudio

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FOTO 1: La radiación electromagnética incluye las ondas de radio, microondas con las que operan la mayoría de los dispositivos móviles de comunicación.

FOTO 1: La radiación electromagnética incluye las ondas de radio, microondas con las que operan la mayoría de los dispositivos móviles de comunicación.

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La contaminación de radiación electrodoméstica es una preocupación que crece en México, entre científicos de diferentes universidades, hospitales, instituciones de salud pública y organizaciones no gubernamentales.

Estudios realizados, por separado, por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), la Universidad de Guadalajara (UdeG); el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el Hospital civil de Guadalajara, la Sociedad Mexicana para la Protección de la Radiación No Ionizante y por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), advierten que en México existen numerosos lugares de trabajo y domicilios donde adultos y niños pueden estar expuestos a cantidades muy elevadas de ondas electromagnéticas.

Estos contextos de una contaminación invisible pueden provocar afectaciones a la salud si los efectos térmicos de las radiofrecuencias son suficientemente intensos como para elevar la temperatura de manera general o local. Entre las principales preocupaciones por la contaminación electromagnética está su impacto potencial en el sistema nervioso y el cerebro humano.

PRIMEROS DATOS

Desde 2002 se ha reconocido que la exposición a la radiación electromagnética no ionizante (RNI) en el rango de las frecuencias extremadamente bajas (FEB) constituye un riesgo para la salud. La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer clasificaron su exposición en humanos dentro del grupo 2B como posible carcinógeno.

En 2011 se agregó a esta clasificación a las radiofrecuencias (RF), incluyendo las microondas ampliamente utilizadas en la oferta de servicios inalámbricos. Como consecuencia de ello, hubo un incremento a nivel mundial de actividades científicas, sociales y de gobierno para estudiar estas emisiones y encontrar medidas preventivas que permitieran reducir este factor de riesgo a la salud mediante políticas de baja exposición en la población en general.

En México, en 2013 la UABC difundió los resultados de un estudio pionero en el campo de la contaminación electromagnética en este país. Para este trabajo el investigador Roberto Ramírez Zavala entrevistó a 200 jóvenes del Colegio de Bachilleres de Baja California (Cobach), de entre 14 y 19 años, usuarios de teléfonos celulares. Ellos seleccionaran de entre 18 síntomas de salud a los que han tenido con cierta frecuencia.

Los síntomas que se les presentaron para que eligieran fueron los que numerosos investigadores afirman aparecen como resultado del uso frecuente del celular: dolores de cabeza, nerviosismo, problemas para conciliar el sueño, vértigo, náuseas, fatiga, debilidad, pérdida momentánea de la memoria, falta de concentración, depresión, malestar en el pecho, zumbido en el oído, infecciones respiratorias, cansancio, infecciones respiratorias, irritabilidad, desesperación o ansiedad, enrojecimiento y lagrimeo de los ojos, y vista borrosa momentánea.

El objetivo de la investigación fue saber si las radiaciones de los celulares provocan la sintomatología mencionada, y si tiene que ver con la cantidad de tiempo que son utilizados.

La conclusión, basada en los 200 testimonios, fue que el uso frecuente o prolongado de teléfonos celulares estaba asociada a la aparición de alguno de 18 síntomas que fueron reportados, siendo los siete más frecuentes: 1) dolor de cabeza; 2) nerviosismo; 3) trastornos del sueño; 4) vértigo; 5) nauseas, 6) fatiga y 7) problemas de memoria.

VÍNCULOS CN LEUCEMIA

En mayo de 2020, un equipo de cinco investigadores mexicanos, que laboran en cuatro instituciones y organizaciones del estado de Jalisco, publicaron el estudio Radiación electromagnética, leucemia y regulación, en la Revista internacional de contaminación ambiental. En ella presentaron datos de cómo la exposición a contaminación electromagnética es mucho más elevada de lo que se consideraba.

Los autores del estudio fueron Jesús Leonardo Soto Sumuano, Emmanuel Abundis Gutiérrez, José Alberto Tlacuilo Parra, Roberto Francisco Garibaldi Covarrubias y Hugo romo Rubio.

Después de analizar 80 casos de niños con diagnóstico de leucemia y con edades entre 2 y 10 años, identificaron que “un tercio de los niños con leucemia de la zona metropolitana de Guadalajara se encuentran expuestos a niveles altos de FEB (Frecuencias Extremadamente Bajas) y RF (Radiofrecuencias). De acuerdo con la literatura, los niveles observados de exposición en FEB (corte a 0.3 µT) les confieren un riesgo dos veces mayor para desarrollar leucemia en comparación con niños no expuestos a dichos niveles de radiación”.

Los cinco investigadores abordaron las características de la radiación electromagnética no ionizante (RNI), analizaron el marco regulatorio internacional y nacional, presentaron resultados obtenidos de la medición de RNI intradomiciliarias en el rango FEB y las Radiofrecuencias (RF) de pacientes pediátricos con leucemia aguda en el área metropolitana de Guadalajara.

Entre las conclusiones del equipo que publicó su trabajo en la Revista internacional de contaminación ambiental se sostiene que “México tiene la oportunidad de actualizar y generar nuevas normas oficiales mexicanas que propicien por una parte regular los niveles máximos permitidos de exposición a RNI y, por la otra, realizar vigilancia y control de los efectos a la salud”.

ANÁLISIS PRIVADOS

También en este país, la iniciativa Espacio Seguro Electromagnético tiene en marcha evaluaciones de radiación electromagnética en diferentes instituciones públicas e industrias.

Francisco España, Director de Asesoría Integral en Salud y Seguridad en el Trabajo de la iniciativa sostiene que la contaminación electromagnética representa un desafío urgente para la salud pública

“Es fundamental que tomemos medidas concretas para comprender y mitigar los riesgos asociados con esta forma de contaminación ambiental y proteger la salud y el bienestar de la población”, considera el directivo de Espacio Seguro Electromagnético.

Textos como “Radiaciones no ionizantes parte 2: Campos electromagnéticos de radiofrecuencia” publicado por Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer han sugerido una asociación entre la exposición a campos electromagnéticos y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer cerebral y el cáncer de mama.

Con el crecimiento de las ciudades, la necesidad de conectividad fluida y eficaz para los habitantes es innegable, por ello, ha habido la necesidad de expandir la infraestructura para asegurar estos servicios, sin embargo, este proceso debe ser conducido con orden, planificación, responsabilidad y meticulosidad, con información clara y accesible a la sociedad.

Ante este panorama, es fundamental que las autoridades gubernamentales, las organizaciones de salud pública y la industria tecnológica trabajen juntas para abordar el problema de la contaminación electromagnética de manera integral.

Desde la academia y las organizaciones civiles se advierte que hacen falta políticas y regulaciones más estrictas para limitar la exposición a campos electromagnéticos y proteger la salud de la población; asimismo, se debe fomentar la investigación científica para comprender mejor los efectos de la radiación electromagnética en la salud humana y ambiental, y se deben promover prácticas seguras en el uso de dispositivos electrónicos y tecnologías inalámbricas.

Se multiplican emisiones de teléfonos y líneas eléctricas

Los campos electromagnéticos, generados por una variedad de fuentes como teléfonos celulares, antenas de telecomunicaciones, líneas eléctricas y dispositivos electrónicos, son objeto de una creciente preocupación debido al impacto en la salud humana. En medio de la era digital, la preocupación por los efectos de la contaminación electromagnética en la salud pública está en aumento. Desde el crecimiento de los dispositivos electrónicos hasta la expansión de la infraestructura de telecomunicaciones, la exposición a los campos electromagnéticos se ha vuelto cada vez más presente en la vida moderna, planteando desafíos significativos para la salud y el bienestar de la población. Abordar la contaminación electromagnética es un paso crucial en esta dirección, y requiere un compromiso colectivo para garantizar un futuro más seguro y saludable para todos.