Cultura

El Canto de Cacamatzin es el testimonio poético de una tragedia

Juan Carlos Torres López, investigador, nahuatlato y quien fuera asistente de León-Portilla cuenta que Cacamatzin Icuic es un poema de hace 500 años hecho minutos antes de que los españoles huyeran de México-Tenochtitlán tras la matanza del Templo Mayor

El Canto de Cacamatzin es el  testimonio poético de una tragedia

El Canto de Cacamatzin es el testimonio poético de una tragedia

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cacamatzin Icuic es un poema de hace 500 años hecho minutos antes de que los españoles huyeran de México-Tenochtitlán, cuando inició la respuesta indígena tras la matanza en Templo Mayor y el asesinato del tlatoani Moctezuma II. Esos versos que narran cómo la fiesta de Tóxcatl se convirtió en tragedia, los pronunció Cacamatzin, gobernante de Texcoco.

Escrito en náhuatl y resguardado en la Colección Latinoamericana de la Universidad de Texas, el poema hoy se puede leer en versión bilingüe (náhuatl/español) gracias al libro Quince poetas del mundo náhuatl, que trabajó el humanista y Premio Crónica, Miguel León-Portilla (1926-2019).

“Los cantos tristes de Cacamatzin son postrer reflejo de su alma de poeta y de la trágica desgracia que fue la agonía de una cultura que estaba ya condenada a muerte”, escribió León-Portilla.

Crónica presenta una entrevista con Juan Carlos Torres López, investigador, nahuatlato y quien fuera asistente de León-Portilla, para entender la vida de Cacamatzin.

CANTO DEL ADIÓS. Al saber que su tío Moctezuma estaba prisionero en México-Tenochtitlán, Cacamatzin salió de Texcoco para ayudarlo, pero en la entrada de la ciudad mexica fue apresado. Después, el español Pedro de Alvarado lo ató de pies y manos, lo quemó para que le entregara oro y tesoros. Ya cautivo se enteró del asesinato de su tío y supuso que su muerte ocurriría en horas.

Cacamatzin en espera de su fin, pensó en su padre y en su abuelo, Nezahualpilli y Nezahualcóyotl, y nació un poema que hoy sobrevive.

“Los cantos o los llamados xochicuicatl son el único género discursivo que la sociedad nahua vio como ahora vemos a la literatura: palabras estéticas y recreativas. Un poco al estilo de La Ilíada y La Odisea que relatan las guerras entre griegos y troyanos, que aunque las miramos como literatura, son un testimonio más de esa experiencia. El Canto de Cacamatzin es un testimonio a partir del canon estético del buen gusto de la palabra nahua, que refiere lo que pasó en ese momento”, expresa Torres López.

—¿Cacamatzin murió antes o después de la llamada Noche Triste?

—Cuando sucedió la huida de México-Tenochtitlán, Hernán Cortés no se quería ir. Entonces sus capitanes decidieron macharse, Cortés no tuvo más remedio que huir con ellos. Antes de salir, dicen las fuentes indígenas, apuñalaron o ahorcaron a Cacamatzin y a toda la carga que podía dificultarles la huida. Pienso que lo mataron antes de marcharse.

¿QUIÉN FUE CACAMATZIN? Cacamatzin era un texcocano que se adiestró en las artes de la guerra en el Calmécac de su región y en 1515, tras la muerte de su padre Nezahualpilli, el gobernador mexica Moctezuma II lo puso a cargo de Texcoco. Esa decisión generó una eterna rivalidad con su hermano: Ixtlixóchitl, quien anhelaba ser gobernador.

—¿Por qué Moctezuma eligió a Cacamatzin?

—Hay que recordar que tanto Cacamatzin como Ixtlixóchitl fueron hijos de hermanas de Motecuhzoma, los dos eran sus sobrinos; pero tienes con Ixtlixóchitl una personalidad muy explosiva y una personalidad más entendible con Cacamatzin, la cual se asemeja a lo que fue su abuelo Nezahualcóyotl. Entonces, como gobernante apoyarás al que no te genere problemas.

“Pero hay que verlo más allá de las relaciones parentales, hay que entender las alianzas, en este caso, la importancia de Texcoco como un elemento más de la Triple Alianza y que tienes que estar bien con su gente. Eso definió a la mejor opción aunque los dos fueran sus sobrinos”, responde.

Juan Carlos Torres López explica que en la Cuenca de México todos trataban de emparentarse con los únicos tres linajes que podían gobernar: colhuas (Culhuacan), acolhuas (Texcoco) y tepanecas (Azcapotzalco). Tenochtitlan se emparentó con el linaje colhua, por tanto, cuando se creó la Triple Alianza ésta tenía la capacidad de elegir a gente que simpatizara con sus señoríos.

ENEMISTAD. No conforme con la decisión de Moctezuma, Ixtlixóchitl inició revueltas y dividió el gobierno de Texcoco: Ixtlixóchitl mandaba en señoríos del norte como Otumba y Cacamatzin en el sur. Esa fractura no se resolvió porque Moctezuma quería evitarse problemas y porque se enteró de la llegada de los españoles.

“Esa enemistad y la llegada de los españoles fue un detonante en el destino de Cacamatzin”, comenta Torres López, ya que los españoles se aliaron a Ixtlixóchitl.

—¿Por qué hicieron prisionero a Cacamatzin?

—Si lees a Bernal Díaz del Castillo señala que nadie lo quería, que era despreciado, que lo capturó su gente en Texcoco y lo llevaron a Tenochtitlán. Dudo mucho que, como dice Bernal y López de Gómara, que él haya perseguido quedarse con el poder (de Tenochtitlán).

“Si se analizan las dinastías, quien está en la lista de sucesión no era él. Cacamatzin está buscando cómo liberar a su tío y por medio de un ardid, lo manda llamar Motecuhzoma, él va a la ciudad y ahí lo capturan. Esa me parece la lectura más verosímil”, reflexiona.