"Los problemas de América Latina son inmensos. El continente pasa por un mal momento, la verdad que hay muchos más regímenes criticables que regímenes que elogiar", expresó el escritor Mario Vargas Llosa (Perú, 1936), Premio Nobel de Literatura 2010, durante la presentación de la serie "Una vida en palabras".

Dicha producción audiovisual se transmitirá todos los sábados a las 23:00 horas a partir del 25 de septiembre en ADN40 y posteriormente estará disponible en diferentes plataformas, como Amazon. La serie narrará la vida, obras e ideas políticas del autor de "La ciudad y los perros".

Vargas Llosa, acompañado de su hijo, expresó que los problemas de América Latina no son insolubles. "Creo que todos tienen una solución siempre y cuando la mayoría de latinoamericanos acepte una realidad, una realidad que en el campo político y para mí significa que hay un sólo modelo de desarrollo, que no hay varios modelos como ocurría cuando yo era niño, hay uno sólo que es el que tiene éxito, que es el de los países que han prosperado", dijo.

Los otros modelos han fallado, añadió. "Tanto que han sido enterrados salvo quizá en América Latina, nosotros todavía hablamos de una revolución socialista, todavía hay la idea de que una revolución puede resolver los problemas en América Latina como si los ejemplos de Cuba, de Venezuela, de Nicaragua no fueran suficientemente claros".

Ese modelo único está vinculado a la libertad, afirmó. "A la libertad de expresión, a la libertad de reunión, a la diversidad; claro que ese modelo tiene distintas formas, por supuesto en algunos casos está mucho más avanzado y en otros está más retrasado", expresó. Vargas Llosa indicó que realidad de nuestro tiempo nos da armas suficientes para ser optimistas y para ver el futuro con esperanzas.

"Porque las soluciones están allí para todos los problemas, no importa qué tan grandes, qué tan normes sean. Entonces creo que esa es la actitud que corresponde mejor a los latinoamericanos: aceptar que tenemos muchísimos problemas, que nos hemos retrasado, nos hemos quedado y nos hemos ido quedando atrás, pero que esos problemas tienen una solución", afirmó.

La serie televisiva tiene una duración de 10 horas, en donde Álvaro Vargas Llosa, hijo el escritor, entabla un diálogo con su padre para recordar las ciudades importantes para el Nobel: Arequipa, Lima, Guadalajara, Londres, Madrid, Barcelona, París y Nueva York. "Me he mostrado en la grabación de manera sincera, reconociendo los errores cometidos, explicando muchas veces en qué estaban basados estos errores, muchas veces en unas convicciones que han ido cambiando con el tiempo a medida que yo maduraba", señaló el también Premio Cervantes 1994.

Vargas Llosa indicó que la serie también habla de política. "La política es una de las cosas que siempre ha estado con los escritores latinoamericanos, muy cerca mío y entorno mío. La preocupación de un escritor está siempre indirecta o directamente vinculada a la realidad política latinoamericana. Creo que los escritores latinoamericanos envidiamos a aquellos colegas que en otros medios se puede dedicar a la literatura sin preocupaciones de tipo político porque sus países han resuelto los problemas políticos", dijo.

En América Latina esos problemas no se han resuelto y entonces los escritores están inevitablemente vinculados les guste o no a la vida política, no solamente lo que escriben sino en su actuación puramente social, agregó.

Álvaro Vargas comentó que uno de los capítulos está dedicado a la famosa declaración que hizo su padre al decir que México era la dictadura perfecta y no el comunismo, ni la URSS ni Fidel Castro, frase que ocasionó controversias con el escritor mexicano Octavio Paz.

Álvaro también explicó que la idea de hacer un documental sobre la vida de su padre nació al darse cuenta que la figura de Vargas Llosa siempre se mutila.

"Me he pasado buena parte de la vida viendo a mucha gente mutilar a mi padre según sus conveniencias. Hay gente que ha leído con pasión su obra literaria, pero que desconfía mucho de sus posiciones políticas y, por tanto, mutila al Mario Vargas Llosa pensador y activista político y lo separa convenientemente del Mario Vargas Llosa creador", destacó.

Hay otro grupo de gente que lo conoce en el ámbito personal, conocen al conversador y al aventurero, pero que no necesariamente han leído su obra, expresó.

CAMBIO. 

Vargas Llosa confesó que en el siglo pasado, los comunistas peruanos representaban para él una lucha por la libertad y la igualdad. Sin embargo, después de ir a Cuba en 1962 se dio cuenta que en la Isla había signos de autoritarismo.

"Se crearon campos de concentración a donde fueron amigos, amigos que eran homosexuales o muchachos que habían regresado a Cuba del extranjero con un entusiasmo por la revolución en la que ellos creían. Hubo una persecución de los homosexuales entre los que cayeron muchos pintores y poetas que conocía. Fue un hecho muy dramático", recordó.