La recién nacida Editorial Nicolasa presenta su primer libro: Guillermina, la niña que bailaba, dedicado a la memoria de la bailarina, coreógrafa y directora de ballet, Guillermina Bravo.

“La editorial nace por la necesidad que detectamos de crear espacios para quienes están interesados en la lectura de danza. Si bien hay publicaciones que se hacen desde las instituciones del estado, no son suficientes para atender a un amplio público interesado en el movimiento y el cuerpo”, expresó Hayde Lachino, directora de la editorial. Por ello, este esfuerzo busca crear libros y productos en formato tanto impreso como digital dirigidos no sólo a especialistas o profesionales, sino a un público de todas las edades.

Durante la presentación del proyecto, Lachino explicó que la editorial tiene tres ejes principales: producir textos para niños, que los acerquen a esta práctica artística así como a sus creadores; colaborar con universidades como la UNAM y otras editoriales independientes para difundir la producción teórica de la danza, que comienza a instituirse como un campo de conocimiento con teorizaciones de alto nivel e incluso aporta a la reflexión de otros campos disciplinarios; y generar “libros coreográficos”, de corte experimental, pensados como objeto de arte en sí mismos, en donde confluyan diversas disciplinas artísticas.

“Estamos trabajando para poder ofrecer libros accesibles a la gente, así habrá libros para la venta y otros de libre descarga”, añadió.

El primer libro con el que se dan a conocer está dedicado a la maestra Guillermina Bravo, primera mujer en recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes, a cien años de su natalicio. Da a conocer momentos claves de su vida y de su lucha por colocar a la danza moderna mexicana entre los referentes internacionales gracias al trabajo que realizó con su compañía, el Ballet Nacional de México.

El texto es de Alejandra Monroy Becerra y las ilustraciones de Edith Hernández Durana. “Busqué comunicar la idea del texto de Alejandra: todo el esfuerzo que hace este personaje por concretar sus sueños. Las ilustraciones relatan la transición de una niña veracruzana que busca la manera de vivir de lo que a ella le gusta, y no solamente lo logra, sino que deja una herencia muy importante en nuestro país”, participó Hernández Durana.

Agregó que el color está muy presente en las ilustraciones porque en el libro se hace referencia al pintor Rufino Tamayo, quien realizó un telón a petición de Guillermina. “También remarqué un poco de geometría para resaltar la teatralidad con la que G. Bravo trabajó en sus coreografías, que además es una manera de retratar el dominio del espacio escénico de una manera diferente”.

Puedes pedir el libro en las redes sociales de Editorial Nicolasa, mediante un mensaje privado. Para más información sobre su propuesta, accede a http://ednicolasa.com/index.html