Cultura

Hallan registros atribuibles a las diosas celestiales cihuateteo

El análisis de una pieza hallada en el Centro Histórico la vincularía a la fecha de los días funestos del descenso de las deidades

Hallan registros atribuibles a las diosas celestiales cihuateteo

Hallan registros atribuibles a las diosas celestiales cihuateteo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Una de las principales diosas del panteón mexica es Cihuacóatl, descrita por los colaboradores indígenas de fray Bernardino de Sahagún como “la primera” de las diosas o nodriza de la humanidad, patrona de los nacimientos y de las mujeres muertas durante el alumbramiento.

En entrevista, el arqueólogo y director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján, comparte el análisis estético y simbólico hecho a una piedra labrada de 46 centímetros de diámetro que se encontró en el número 22 de la calle Motolinía, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, pieza que guarda relación con Cihuacóatl.

“En 2018, la antropóloga física Jacqueline Castro y las arqueólogas Mary Laidy Hernández y Karina López, integrantes del Proyecto Templo Mayor, me avisaron del hallazgo fortuito de una antigua losa circular tallada en basalto gris, la cual, en su cara expuesta posee un delicado bajorrelieve que debe datar de finales del siglo XV o principios del XVI”, indica el Premio Crónica.

El bajorrelieve representa el glifo calendárico ce ozomatli o 1 mono del tonalpohualli, explica el también investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Se trata de una cabeza de mono araña (Ateles geoffroyi) vista de perfil. Vemos un ojo circular, una nariz redondeada, una boca abierta que muestra labios gruesos y dientes afilados, y una banda integrada por una doble curvatura que separa el rostro lampiño del pelo hirsuto del animal”, detalla.

En esa representación del mono araña, agrega López Luján, también se aprecia bien el pabellón de su oreja izquierda, y una orejera formada por un chalchihuite del que cuelga un pendiente en forma de gota característico de Xochipilli, dios solar y de la música.

Otros elementos tallados en el bajorrelieve son: un pectoral de piel rematado en cuatro grandes colmillos –o quizá garras–, atavíos característicos de Xochipilli y el numeral 1 atrás de la nuca del mono.

“La fecha 1 mono tenía significados múltiples. De acuerdo con Sahagún, era uno de los cuatro días propicios para iniciar expediciones comerciales. También señala que los nacidos en esa fecha serían de buena condición, amigables, amables, regocijados, amantes de los placeres, inclinados a la música y a los oficios artesanales”, explica el arqueólogo.

Otra posible lectura de la fecha 1 mono es que formaba parte de un grupo de cinco días funestos, señalados por el descenso de las diosas celestiales conocidas como cihuateteo, añade.

“Eran éstas las mujeres que habían fallecido en su primer parto, elegidas por la diosa madre para que compusieran el ejército de servidoras que auxiliaban al Sol en su curso cotidiano. Así, las cihuateteo recibían al astro en el cenit, lo cargaban en sus andas con rumbo al occidente y lo conducían por el bosque rojo hasta entregarlo a los mictécah, los seres de la muerte, en el punto de su ocaso”, aclara.

Ese ejército de mujeres estaba dividido en cinco grupos que visitaban regularmente las calles y caminos terrestres cada 52 días, comenta el también miembro de El Colegio Nacional.

“Buscaban como víctimas favoritas a los niños pequeños, a quienes causaban parálisis faciales para robarles su hermosura. Sabedoras del peligro, las madres precavidas encerraban a sus hijos en esas fechas para evitar que fuesen atacados”, afirma.

Las fechas en que las mujeres enfermaban a los transeúntes, eran: 1 venado, 1 lluvia, 1 mono, 1 casa y 1 águila.

ESCULTURAS RELACIONADAS. Además del hallazgo en Motolinía 22, Leonardo López Luján habla de otras representaciones del ejército femenino de cihuateteo y de la propia Cihuacóatl, como el caso de las esculturas que se exhiben en el Museo Nacional de Antropología, así como en Hamburgo y Stuttgart, Alemania.

“En 1907, en la intersección de las calles 16 de Septiembre e Isabel la Católica de nuestro Centro Histórico, se exhumaron cuatro impresionantes cihuateteo que hoy se exhiben en Chapultepec, en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología”, platica.

Las esculturas femeninas aparecen con cabello ensortijado, cara esquelética, orejeras circulares, torso desnudo, falda larga y garras amenazadoras, detalla el arqueólogo.

“Todas llevan inscritas sobre la cabeza sus respectivas fechas de aparición: dos de ellas tienen el glifo 1 águila, otra el 1 venado y, la cihuatéotl que conserva más restos de su pintura original, el 1 mono”, comenta López Luján.

El Würtembergisches Landesmuseum de Stuttgart, Alemania, también resguarda una representación vinculada a las cihuateteo. Se trata de un personaje esquelético con los glifos de los cinco días de las cihuateteo en su indumentaria.

“La trágica suerte de los dañados parece reflejarse en la imagen esquelética de Stuttgart, la cual ha sido identificada con el dios Xólotl, ya que en su tocado y braguero aparecen grabados los glifos de los cinco días aciagos de las cihuateteo”, explica.

Finalmente, añade, que en el Museo de Etnología de Hamburgo, se conserva la Caja de Hackmack, que consiste en un cofre mexica con el relieve de la cabeza descarnada de Cihuacóatl, con su característica diadema de dos cuchillos sacrificiales.