Opinión

La dicha inicua de perder el tiempo

La dicha inicua de perder el tiempo

La dicha inicua de perder el tiempo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Nacida hace 18 años, como un intento de balancear el poder priista tras perder la Presidencia, la Conferencia Nacional de Gobernadores es hoy apenas un membrete insignificante. Ni siquiera la pálida imitación del “Bloque de Gobernadores” del tiempo callista, disuelto por el general Lázaro Cárdenas —con crudeza y oportunidad— cuando expulsó al Turco del país.

Hoy es algo como una especie de club de quejicosos quienes quieren disputarle el poder a un régimen cuya mejor habilidad es no permitir presiones (excepto cuando vienen de los Estados Unidos).

Pero los Estados de la República, las entidades federativas, como les dicen algunos, si hablamos de capacidad de presión, no son los Estados Unidos, por más y Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, les endulce el oído con frases como ésta, de cuyas sílabas caen gotas de almíbar:

“Llegó el día en que luego de muchos esfuerzos, que agradezco a todos haber hecho, estamos en este bello estado para construir un proyecto renovado de pacto federal… ”

Más allá de la belleza de esta mentira piadosísima, ayer fue un día como cualquier otro.

Ni se hizo un nuevo pacto fiscal, aunque se prometió avanzar en la coordinación y etc., etc., ni se le pidió la renuncia a López-Gatell, ni se pusieron de acuerdo con los colores del semáforo.

Mucho menos algo novedoso en materia educativa, materia en la cual el gobernador de San Luis se parecía a aquel viejo alcalde de Tizimín, Yucatán, cuyo informe final fue: se hizo el 100 por ciento de lo que se hizo.

El gobernador Carreras dijo en cuanto a la escuela sin escuela:

“Este es el mejor escenario posible que se tiene para este inicio de clases”. Pues sí, no hay más cera que la que arde, dijo el cura.

Así, es tan inocua la Conago, como sus hijitos. El subgrupo de los panistas, hoy bocabajeados, usted ya saber por qué y los “federalistas”, quienes hoy tuvieron avances en la intención, pero parálisis en la concreción. Todo se fue en crear estructuras burocráticas para analizar y analizar, dialogar y hablar sobre algo cuyo término se advierte muy lejano.

Lo único concreto fue la extensión del poder de la Unidad de Inteligencia Financiera, la cual —según dijo en la conferencia de prensa final el gobernador de SLP, Juan Manuel Carreras—, la cual contará con unidades estatales. Dicho de otro modo, la UIF tendrá sus Uifitas.

Lo demás, un extenso catálogo de buenas intenciones, acuerdos en proceso y uno que otro desacuerdo como los expresados al principio de la mañana por los gobernadores de Querétaro (Domínguez) y Tamaulipas (Cabeza de Vaca), quienes se quejaron de golpes bajos y El bronco a quien ya nadie le cree ni siquiera sus viejos desplantes.

Por lo demás, todo se fue en la esperanza de funcionamiento de otro acuerdo en mayoría hacendaria mediante el cual se promueve y ubica la discusión entre la Hacienda Pública y la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales, órgano del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en el que participan todos los secretarios de Finanzas de todas las entidades federativas y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Pero esta reunión, excepto en la docilidad con la cual los gobiernos estatales se plegaron, una vez más, a las líneas políticas federales (y no puede ser de otra manera) tuvo una borrasca innegable: los videoescándalos del 2020 produjeron —apenas con la proyección de los “cortos”—, una asamblea timorata y temerosa en la cual hubo hasta momentos jocosos, como esa aceptación feliz de recibir vacunas y medicamentos aún inexistentes. ¡Ah!, pero son compromisos para cuando haya, dijo alguien.

Total, una reunión más. Similar a cualquiera de las 59 anteriores, desde aquella primera de hace 18 años, cuando bajo la presidencia de Alfonso Sánchez Anaya, en Tlaxcala, los gobernadores firmaron esto idéntico en esencia a lo de ayer:

“…Se aprueba el documento base, que recoge los conceptos fundamentales sobre reforma hacendaria, consensuado por los Gobernadores de las Entidades Federativas que representamos.

Dicha propuesta considera la realidad económica de nuestro país, el entorno mundial, y busca, con una visión integral, fortalecer el federalismo, combatir la pobreza, reorientar socialmente el gasto, sentar bases para el desarrollo productivo que permita la generación de empleos y elevar la calidad de vida de la población, así como devolver a los Estados y municipios facultades tributarias, para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos…”

Bla, bla…

Twitter: @CardonaRafael

rafael.cardona.sandoval@gmail.com

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