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Omisiones y descontrol favorecen abusos en precios de medicamentos COVID

En la cadena de abusos intervienen laboratorios, intermediarios, distribuidores, farmacéuticos y expendores, de acuerdo con especialistas. Los atropellos van más allá de gel antibacterial y cubrebocas…

Omisiones y descontrol favorecen abusos en precios de medicamentos COVID

Omisiones y descontrol favorecen abusos en precios de medicamentos COVID

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Primera parte

Sin autoridad reguladora ni cultura de la denuncia entre consumidores, el precio de venta al público de los medicamentos más usados en México para el tratamiento contra el COVID-19 se ha multiplicado durante los meses recientes…

El paracetamol -en genérico y presentación de 10 tabletas de 500 miligramos-, tal vez el más empleado durante la crisis, pasó de 3 o 4 pesos a casi 20 pesos, conforme a una comparación realizada por Crónica de las listas de costos en farmacias, publicadas en febrero -cuando se presentó el primer caso- y julio.

En la cadena de abusos intervienen laboratorios, intermediarios, distribuidores, farmacéuticos y expendores, de acuerdo con especialistas. Los atropellos van más allá de gel antibacterial y cubrebocas…

Aunque el paracetamol ha sido la base en el régimen de atención -tanto en instituciones públicas como en consultorios privados, donde han acudido gran parte de los pacientes ambulatorios-, este diario identificó al menos una veintena de fármacos recetados por médicos para tratar la enfermedad.

En este grupo, se lograron documentar incrementos entre el 10 y el 90 por ciento. Como ejemplos, se cita la azitromicina de 500 miligramos, la cual se podía comprar en alrededor de 100 pesos y hoy su precio en genérico ronda los 130 pesos; en patente subió de 350 a 550.

También la ivermectina, la cual aumentó de 120 pesos en promedio a más de 230 pesos; el oseltamivir -75 mg y 10 cápsulas-: se disparó en genérico de 290 a 320 pesos, y en patente de 450 a más de 800 pesos. Y el lopinavir/ritonavir, ya de por sí inalcanzable en el uso de VIH: se elevó en patente de 6 mil 900 a 7 mil 400 y, en genérico, su costo es ahora mayor a 2 mil pesos. En la lista de antirretrovirales de Censida para el ciclo 2019-2020 aparece con el precio de mil 700 pesos, en presentación de 120 tabletas.

“En la realidad, no hay instancia que controle el precio de los medicamentos en nuestro país, los laboratorios lo suben a su antojo. El único que de repente se mete es Profeco, pero su trabajo es de florero. Durante la pandemia, muchos medicamentos prescritos se encarecieron y ninguna autoridad ha levantado la voz”, señala Martín Oropeza, quien durante más de 30 años ha representado a diversas farmacéuticas.

“De por sí los laboratorios tienen un margen muy agresivo de ganancias en México. Hay productos cuyo costo de producción es de 15 pesos y los venden en más de mil. La utilidad llega en ocasiones a 20 o 30 veces más sobre el costo de producción. No era para que se aprovecharan cuando la gente está más necesitada, y tiene carencias económicas”.

Según el médico Octavio Salinas, quien labora en el sector público y consulta privada, las noticias desalentadoras en el manejo del coronavirus y la ineficacia en los tratamientos de pacientes se explican por la compra obligada de genéricos de dudosa calidad, únicos al alcance de la economía familiar.

“Enfrentar al COVID con medicamentos de patente es un sueño para la mayoría de las familias mexicanas: no es lo mismo comprar el paracetamol a 250 pesos que a 18 pesos, ni tampoco la azitromicina a 500 que a 120 pesos. No hay garantía en genéricos que ni sabe de dónde vienen, pero la gente no tiene otra posibilidad. Y si todavía suben los precios, es una catástrofe”, asegura.

“Los voceros oficiales salen todos los días a ofrecer estadísticas, pero no hablan del rezago social, de cómo la enfermedad le ha pegado económicamente al estrato más vulnerable de la sociedad, mientras laboratorios e intermediarios se hacen ricos. No hay quien ponga freno”.

-¿Qué referencias tiene sobre el precio disparado de medicamentos en perjuicio de sus pacientes? -se le pregunta.

-Las medicinas que antes se conseguían a 100 pesos, ahora están a 300. El paracetamol se fue a las nubes, aunque subieron todos. El clexane de 40 milígramos que solía venderse en 800 ahora se oferta en más de mil. Los genéricos, que en muchos casos son una burla, se podían conseguir antes a un tercio de lo que valen hoy. Una familia de escasos recursos no logra sortear eso y el sistema ha colapsado.

De acuerdo con el artículo 31 de la Ley General de Salud, la Secretaría de Economía, tras consulta con la Secretaría de Salud, es la encargada de asegurar “la adecuada distribución y comercialización de medicamentos e insumos”, pero sobre todo de fijar “los precios máximos de venta al público”. Sin embargo, el mecanismo basado en obtener un precio promedio internacional y añadir los costos de distribución y comercialización para México, ha resultado desfavorable para la población. A la par, la presencia de la dependencia federal en el tema ha resultado fantasmal…

Desde finales de la legislatura pasada se han impulsado distintas iniciativas para reformar ese precepto legislativo y dotar de más instrumentos a la SE: por ejemplo, incorporar conceptos como “precio justo”, “factor límite de costo por inversión en investigación” y “referencia promedio del valor en otros países”, pero todas se han quedado en el tintero.

De acuerdo con un documento de la Comisión de Salud del Senado de la República, elaborado en marzo de 2018: “El gobierno no ha logrado establecer verdaderos contrapesos a los abusos salvajes de las farmacéuticas, las cuales, justificando las inversiones en investigación para al desarrollo de patentes, imponen precios extremadamente elevados en consideración a los existentes en otros países. Los monopolios que generan con los derechos de propiedad intelectual inhiben la competencia real en el mercado de medicamentos”.

Otras propuestas similares se han promovido durante los últimos meses en la Cámara de Diputados, ya en plena crisis sanitaria, pero también han sido ignoradas…

LOS DATOS

*México es el segundo mercado más grande de América Latina para la industria farmacéutica.

*14 de las 15 principales empresas de este sector a nivel internacional tienen presencia en nuestro país.

Fuente: Secretaría de Economía

INCREMENTO PROMEDIO EN MEDICAMENTOS USADOS EN MÉXICO PARA TRATAR EL COVID

*Paracetamol (también en su combinación con Naproxeno): en genérico, 500 por ciento; en patente, 10 por ciento.

*Azitromicina: en genérico, 20 por ciento; en patente, 50 por ciento.

*Ivermectina: en genérico, 60 por ciento; en patente, 20 por ciento.

*Oseltamivir: en genérico, 10 por ciento; en patente, 90 por ciento.

*Lopinavir/Ritonavir: en génerico, 20 por ciento; en patente, 6 por ciento.

Otros con aumento en el consumo y precio, de entre el 10 y el 50 por ciento: Claritromicina, Cefalexina, Clexane, Dexametazona, Ambroxol (con diversas combinaciones), Levofloxacino, Gabirol, Erdosteina, Acetilcisteína, Xarelto (Rivaroxabán), Prednisona, Amantadina, Combivent y Pulmicort.

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