Perdón que la semana pasada me explayé con La Piloto, pero lo que más coraje me da es que comiencen algo en primer lugar y lo dejen caer en picada, pero ahora vamos con las telenovelas tradicionales, que aunque no he visto Mi adorable maldición ni Enamorándose de Ramón, la gracia es que están disputándose los primeros lugares de audiencia desde que iniciaron.

Las historias son de amor, tradicionales, de buenos y malos, pero dicen que tanto la historia como toda la producción está tan bien realizada que por eso su audiencia crece, aunque Mi adorable maldición está por terminar.

Sin embargo, la telenovela que entró al quite y llegó como un tsunami es Mi marido tiene familia, una telenovela que aunque esté dentro de lo tradicional es muy diferente. Excelente reparto, ver a doña Silvia Pinal ya es un deleite, buenas locaciones y una historia simpática pero con todos los toques que pueden hacer que nos veamos reflejados.

Por un lado se toca un tema muy serio, la pérdida de un hijo y encontrarlo.  Una tragedia, ya que por un lado la familia no sabe que fue de él, si está vivo o muerto. Diana Bracho y Rafael Inclán nos trasmiten esta angustia, pero ahí viene la inteligencia de Juan Osorio, el productor, una tragedia tan grande no puede estar en el centro de la atención, así que hay que ponerle el toque de gracia con personajes simpáticos.

Otra gran tragedia, los niños quemados, un tema que también es escabroso pero que en conjunto con todas las historias de los personajes nos dan una telenovela muy entretenida y de grandes esperanzas. Simplemente bien contada la historia.

Ahora vayamos a quienes tenemos la fortuna de tener Blim, que ha realizado muy buenas producciones. Las 13 Esposas de Wilson Fernández no deben perdérsela, genial. Pero ahora terminé de ver El Dandy, una serie de capos, de un hombre que sin ser policía es reclutado y se infiltra en la mafia de la capital.

Damián Alcázar hace un personaje extraordinario, porque es un capo de lo más despreciable, mata a sangre fría, no le importa más que el negocio que conoce, es su vida y la de sus dos familias, pero es un amigo entrañable, un padre amoroso y un hombre de una pieza, que aunque su moral no es compartida por el resto de los mortales, dentro de su mundo posee una moral inquebrantable.

Y eso es lo que realmente queremos, ver en televisión personajes reales, historias bien contadas, ya sea en series de narcos o en historias rosas, ahí está el éxito, no en censuras o pretextos infantiles, cuando se quiere se puede.

@vero1gallardo