Ya decidió hablar, a medias, pero dando pistas muy fáciles de hilar; sin embargo, también es hora que, si ya pudiste decir lo que te sucedió, ahora des nombre completo; me refiero a Karla Souza, quien reveló lo que enfrentó para lograr la fama artística.

En un excelente programa realizado por Carmen Aristegui para la cadena CNN, donde entrevista a mujeres famosas que hayan sufrido acoso sexual, la actriz Karla Souza decidió sacar la verdad que quizá le laceraba el alma y todo porque está embarazada de una niña, y más que como futura madre, lo hace por todas las mujeres que han sufrido vejaciones de toda índole.

Karla, visiblemente nerviosa, angustiada y dolida al contar su historia, reveló que en una serie (a veces decía película) su juventud e ingenuidad no le dieron para ver que algo pasaba, cuando sólo ella y el director estaban hospedados en un hotel y todos los demás en otro. Pensó que la habían puesto en un hotel más bonito. De ahí comenzó a dar cabos sueltos, que si cuando no le abría la puerta al director, éste la trataba mal, la humillaba, minimizaba, le cortaba sus escenas, empezaba la guerra sicológica y ella aceptó besos y caricias que no quería hasta que soltó la bomba: me violó.

Me parece loable que Carmen Aristegui haga estos programas, porque más que la liberación del alma de aquellas que han sufrido el acoso, está la prevención para futuras generaciones, iniciar con la denuncia aunque sea pública. Sólo así se cambiarán muchas malas prácticas e incluso pensamientos machistas.

Todo hubiera quedado ahí, de no ser que a los pocos minutos de la revelación de Karla Souza, la empresa Televisa mandó un comunicado donde dijo deslindarse del trabajo de Gustavo Loza, pues habían realizado una investigación.

Obvio todos los datos dichos por Karla apuntaban hacía allá. Sin embargo, la víctima no dio nombre, hasta ahora no ha dicho ni sí, fue él, ni no. Pero por lo pronto ya Gustavo Loza quedó manchado, pues ni Televisa ni nadie somos la justicia; Karla no ha presentado una denuncia ante las autoridades, cosa que sí procede legalmente aunque hayan pasado años de esta situación.

Legalmente Gustavo Loza no es culpable hasta que sea señalado por su o sus víctimas.

Ahora podemos entender a las víctimas de cualquier clase de abuso hacía su integridad, juventud, miedo, deseos de superación, ignorancia, en fin, porque ningún depredador sexual actúa de frente; enamora y somete, hace de su víctima un ratón con el cual juega feliz el gato.

Aquí no se trata de juzgar a nadie, porque todos somos diferentes y en situaciones de esa índole ni siquiera sabríamos cómo actuar, porque no lo hemos vivido y quienes lo hayan padecido lo solucionaron a su mejor entender. No se puede juzgar en situaciones tan complicadas.

Lo que sí podemos hacer es tomar el valor para la denuncia, no a medias, sino completa. Empezar a cambiar la ignorancia por la enseñanza a futuras generaciones, ya que el acoso sexual no sólo se da en mujeres, los hombres también lo padecen.

Si queremos justicia, empecemos con ella. Si ya, Karla Souza, te atreviste por la mujer que llevas dentro de ti, haz justicia real: señala por su nombre a tu verdugo, porque sí te vamos a creer.