Opinión

Tiempo de cumplir

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Empieza 2019. A la par de los deseos de bienestar y felicidades típicos del inicio de un nuevo año, es necesario señalar que éste está marcado por muchas expectativas acerca del desempeño del nuevo Gobierno que, de no cumplirse, podrían sumirnos en una de las peores crisis de confianza en el futuro de la democracia y las instituciones que de ella se desprenden.

La inmensa mayoría de las encuestas públicas le conceden al nuevo gobierno un margen de seis meses, de los cuales ya ha transcurrido uno, para que los cambios se noten, se manifiesten. No hay mucha claridad en esas encuestas en cuando a qué representan esos “cambios” que deben notarse, pero sería de suponer que se habla de la calidad de los servicios que el gobierno presta, por ejemplo, en los ámbitos de la salud y la educación y, sobre todo, en los de la procuración de justicia.

El nuevo gobierno cuenta con una base de respaldo popular envidiable que prácticamente está intacta desde el día de las elecciones y que no sufrió a lo largo del primer mes de la gestión algún daño mayúsculo. Los problemas que enfrentó, logró sortearlos con una combinación de humor, evasivas y la llamada “mano izquierda” que siempre es muy útil. A pesar de ello, habría que reconocerse que la tendencia de los principales indicadores de la violencia en México no se modificaron y que, para bien o para mal, la idea de que la Guardia Nacional entraría en funciones en enero, naufragó, pues incluso en el seno de Morena había legisladores, como doña Tatiana Clouthier, a quienes la idea misma de entregar todavía más poder a la cuestionada Secretaría de la Defensa Nacional, les parecía simplemente aterradora. El nuevo gobierno tendrá que repensar el diseño de la Guardia Nacional o aprobarla haciendo uso de su aplanadora, con todo lo negativo que ello implica.

En otros ámbitos los retos son similares. Uno de los más notables es el del combate a la pobreza que es, al mismo tiempo, donde algunos de los más recientes gobiernos federales han experimentado mayores problemas como resultado de la corrupción. Habrá que ver qué cosas concretas, prácticas, hace el nuevo gobierno para resolver los problemas que se le heredan en ese ámbito.

Algo similar podría decirse de la situación del Sector Salud. El nuevo gobierno ganó la elección con muchas promesas, incluida la de un sistema en el que todas las medicinas fueran gratuitas. Eso es real, es posible, pues existe en otros países del mundo. El problema es cómo se va a hacer realidad en un país en el que muchos laboratorios químicos se han creado como empresas con el propósito de desviar recursos públicos a cuentas privadas.

En general, uno podría suponer que las condiciones que enfrentará el nuevo gobierno en el nuevo año son positivas, pero quedan dudas acerca de la calidad moral de algunos de sus personeros, así como sobre la pertinencia del nuevo diseño institucional que, por ejemplo, concentra tantas facultades en la persona de los nuevos delegados del gobierno federal. Este año, el nuevo gobierno deberá probar que la idea de concentrar todas esas facultades no sólo es positiva, sino de que efectivamente mejora lo que ya existía antes.

Por último, este año deberán celebrarse elecciones que ya estaban pactadas, como las de Aguascalientes y Baja California, así como las extraordinarias de Puebla. Ojalá que, a pesar de los recortes al financiamiento del Instituto Nacional Electoral, las elecciones que se celebren este año sean fuente de legitimidad y no de conflicto para los gobiernos locales que se elijan. Feliz 2019.


manuelggranados@gmail.com