México es un país en el que por fortuna resulta cada vez más difícil tragarse sapos. Parafraseando un conocido refrán: la burra no era escéptica, la hicieron a periodicazos y comentaristas a modo. Aún así, si levantáramos un censo sobre el asesino solitario de Luis Donaldo Colosio Murrieta yo creo que ni su propio hijo se cree el cuento, aunque no le conviene decirlo ahora porque la oposición, en su orfandad y falta de liderazgo inteligente, es la “carta fuerte” del partido tiktokero del PAN Naranja para la presidencia de la república en 2024.

Y precisamente de las filas de Movimiento Ciudadano (MC) muchos nos enteramos, gracias a un trabajo periodístico de Sin Embargo, que en Tamaulipas tienen a un afiliado que quería extorsionar a tres regidores de Morena con cañonazos de cinco millones para cada uno de ellos de manera por demás burda, como “presuntamente” extorsionaron a varios congresistas del estado para que el “presunto” delincuente con órdenes de aprehensión que todavía gobierna ese “presunto” narco estado, tuviera una corte de monigotes a su servicio. Sobre todo ahora que dejará el cargo no en manos de otro igual o peor que el apodado “el truko” a quien le “invertieron” millones de pesos para que ganara la elección, sino a Américo Villarreal que tendrá un escenario difícil cuando sea gobernador.

El nombre de este confeso y muy posiblemente frustrado extorsionador tamaulipeco es Luis Espino Acosta, militante por MC y regidor del estado por lo menos hasta el viernes de esta semana. Sobre el señor que presume grados de doctorado en los audios que destaparon parte de la cloaca que aún gobierna el estado y sobre todo con el video en el que se declara responsable de los intentos de extorsión, hay varios aspectos puntuales y colaterales que vale la pena comentar. Veamos algunos a manera de lista:

1.- Si lxs especialistas en lenguaje corporal, como la Condesa Bienvestir, le pusieran el ojo a este muchacho, hijo del auditor superior del estado de Tamaulipas Jorge Espino Ascanio, lo dejarían en la lona, porque entre la reacción hay varios fachosos (y fachos) en serio, entre ellos, dicho sea al paso, el más radical de todos ellos que organiza y difunde en redes desayunos tóxicos con sus rufianes amigos.

2.- Fue burdo el intento de extorsión para desplazar al alcalde morenista electo de Reynosa Carlos Peña Ortiz, por medio de una terna en la que el mirrey Luis Espino hipotéticamente, y antes de la revelación de los audios, formaría parte y saldría electo si la trama siniestra hubiese funcionado. Carlos Peña le dijo a Luciano Campos Garza de la revista Proceso que los “de Reynosa [saben] perfectamente bien que [ahí] no se mueve ningún lápiz sin la instrucción del señor gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Y es por eso que lo hago responsable de lo que le pase a cualquier regidor y síndico del Cabildo de Reynosa, a mi familia, o a un servidor.”

3.- La mayoría de la delincuencia opera en redes. Eso no sólo los saben los habitantes de Reynosa, sino en todo el país y en varias partes del mundo pese a que la hegemonía mediática, incluidos programas radiofónicos que perdieron a su público, poco o nada se refieran al asunto. Se trata de un modus operandi que ha desplazado del centro del debate al “star system” hegemónico, que opera sin cambios o cambios cosméticos en prácticamente todo Iberoamérica.

4.- En Los Periodistas también se ha revelado que muchos amigos y exfuncionarios públicos del gobierno de Felipe Calderón fueron o son beneficiarios del gobierno de Cabeza de Vaca de manera directa o a través de empresas de las que son socios. Destacan en esta lista Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega Casillas, Jorge Manzanera Quintana, Maximiliano Cortázar y Manuel Minjares Jiménez.

5.- En el video desde el que el mirrey reconoce que “vio una oportunidad de escalar políticamente” deslinda a su padre, al gobernador y al gobierno de Tamaulipas de sus intentos de extorsión. Es decir, se trata nuevamente de la tesis del delincuente solitario. Actuó solito, nadie lo obligó o lo aconsejó y por eso, sencillamente, se retirará de la política en el momento oportuno y pide disculpas públicas ¿Qué chido, no? De eso poco se habla en los medios, es más redituable aunque pocos les crean, acusar de narco al presidente, victimizarse y seguir el guión.