Opinión
Tíos prianistas
David Gutiérrez Fuentes

Tíos prianistas

Perro mundo

Antecedentes

Por su propia naturaleza los fenómenos políticos que dialogan con lo social son complejos por eso las visiones monofocales, machaconas, basadas en la repetición de indignadas acusaciones de responsabilizar a la figura presidencial como el Gran Polarizador Populista Come Niños, es de súper hueva. También lo es la ecuación del Peje: Clase Media = Conservadurismo a chaleco.

Aunque esa arena es la más visible, entre los extremos y afuera de ellos hay un tejido mucho más dinámico que se relaciona a veces menos, y a veces más, polarizadamente. Yo tengo amigos en tres categorías clasemedieras en la derecha están los viscerales perversos o limítrofes y los que no son tan viscerales sean o no simpatizantes del actual régimen. Con los segundos procuro dialogar, a los primeros los evito pero los algoritmos de Facebook o algunas reuniones sociales me los ponen frente a las narices por fortuna hay otros temas de conversación, aunque sé de familias que se sacan los ojos de sillón a sillón.

La tercera categoría de amigos de clase media está representada por la izquierda mexica, extremadamente volátil pero para fines prácticos la dividiré en algunas corrientes actuales: los que siguen el programa de la dirección escindida pero verticalizada de Morena, los que vimos con buenos ojos y no “como una falta de respeto” (Bertha Luján, dixit) la intervención de Paco Ignacio Taibo en la reciente Asamblea en la que le reclama a la dirigencia trabajar menos tribalmente con la base, los volubles, los hipercríticos monofocales, los hipercríticos rábano multimodales, y varias categorías como las tiene la izquierda incluidas aquellas que se otorgan y se quitan grados de verdadera izquierda las unas a las otras; que se arrebatan y colocan insignias de alta traición entre sí. El fenómeno de la derecha es más interesante; sus contradicciones más visibles y a veces los tíos sirven para ejemplificar.

La tía panista

Me valdré del modelo de la tía panista que no es zombi, porque con esa categoría es inútil dialogar. Este modelo para armar se llama la tía Francisca. Votó por el PAN por la sencilla razón de que aunque le dio su voto a la 4T y al peje en 2018, un año de mañaneras la hicieron aborrecerlo. A diferencia de otros mexicanos que se alegran o se ponen más avispados tras escucharlo, a mi tía Paquita le causa disgusto verlo. Claro que la política es visceral y la tía Francisca votó por la señora Sandra Cuevas en la Cuauhtémoc porque tampoco soportaba a Dolores Padierna, y desde luego que el factor víscera ahí también influyó, y cómo no, le dicen sus amigas de la canasta. Pasadas las elecciones intermedias, mi Tía Francisca retomó su rutina de no oír mañaneras para no mortificarse y regresó al yoga. Mi tía Francisca era feliz sin las mañaneras y sin las noticias o fake news de lo que el peje engloba para fines prácticos en cuatro medios, pero que en realidad son casi todos los medios y de los que rehúye mi tía panista también.

Sin embargo la vida da vueltas y, tómenla barbones, mi tía Paquita se enteró del corredor zonarrocero de Sandra Cuevas y al ver el render surrealista en un enlace de Facebook le dio el soponcio. Lo que su nueva alcaldesa tiene planeado para la Zona Rosa, a mi tía Francisca le pareció mucho más, empleo sus palabras, “naco”, que la pirámide del zócalo. Me enteré además de que luego le vino una especie de flashback del fiestón que se organizó la virreina de Cuauhtémoc y a mi tía Francisca el disgustó la electrificó. Les habló por teléfono a tres amigas cercanas para decirles, pero qué barbaridad, ya vieron por quién venimos a votar, ya vieron la camioneta que trae, ya vieron lo vulgar que es, decía mi tía panista abanicándose.

Para el peje ya con eso mi tía sería una conservadora, racista, tal como para un puñado de primos es una whitexican sin remedio. Pero nel. Vive en la contradicción porque no le gustan las explicaciones fáciles que la lleven al autoengaño. Además se casó con un morenazo de fuego, el tío Rogelio.

Cuando preguntó mi opinión por WhatsAPP le dije. Mire tía, me da flojera esa señora. Hasta Simón Levy que tuvo ondas marcianas parecidas se mofó de las ocurrencias de su alcaldesa. Mientras más se empeñe en defenderlas peor para ella, ¿o no, tía? Pues eso dice tu tío que quiere hablar contigo, por cierto.

El tío prianista

Sabedor de que encontraría complicidad en uno de sus sobrinos chairos, mi tío Rogelio me puso desde su teléfono el audio de Marko Cortés en el que da por muerto al blanquiazul. Después de reírme un rato con él, le dije: Está muerto desde que eligieron a Ricardo Anaya como candidato, tío, y le recordé el sentido de su “voto razonado” a favor del pillastre en cuestión.

Se invirtieron los papeles, tu tía votó por el peje y se arrepintió y yo por el PAN y me doy de topes cada vez que los oigo o los veo tratar de argumentar para echar abajo la reforma energética. Están idiotas, sobrino. Son detestables. Los empresarios necesitamos que haya más vacunados, que tengamos la certeza de que no dejarán en manos de empresas abarroteras o politiquillos vividores a nuestros recursos energéticos. Huy, tío, le reviré, hasta parece que estoy oyendo una mañanera. Pues a mí ese viejito loco no me molesta tanto como a tu tía, pero yo no soy su público y no necesito que me convenza.

Claro que no tío, lo que tiene que hacer usted es convencer a sus congresistas que no avalen las locuras de los tres chiflados que se sientan a que les tire línea un chiflado mayor que además especula en la bolsa mexicana de pañales y papel sanitario, son gente desagradable, tío, chillona, vengativa y en la familia no somos así.

Lo que deben preguntarse los simpatizantes del PRIAN, tío, y no dejarlo en manos de sus tres dementes es: ¿Están de acuerdo en subsidiar los abusos del sector privado con la CFE, en pagar los juicios de los negocios leoninos que amarraron como minifobaproas en porteos energéticos y precios elevados pese a fluctuaciones de mucha de la energía producida por los privados? ¿Quieren que Iberdrola nos regule para que estemos como España?

Mí tío desvió el tema pero estoy seguro de que dio su brazo a torcer porque imbécil no es. Aunque mi tía odie al peje y él lo empiece a tolerar. Pero hay otros como el tío Joaquín que atraviesan como en tinieblas el mundo de la política acumulando en su deambular madrazos de antología. 

Foto: Especial

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