¿En tu ciudad llueve mucho y sin embargo te quedas sin agua por semanas?
Es en estos momentos donde debemos pensar en la importancia de la captación de agua de lluvia en los hogares, implementando sistemas caseros o semiprofesionales para captar y almacenar el agua de lluvia para uso doméstico.
La captación de agua de lluvia tiene un origen milenario en varias partes del mundo y se encuentra presente en la economía rural de los hogares. En el medio urbano, el desarrollo y la extensión de las redes de suministro de agua potable fue desplazando a esta actividad, a tal grado que tenemos la concepción de que la lluvia como recurso de abastecimiento no es interesante, ello ha provocado, tras el periodo de bonanza, la sobreexplotación y subdesarrollo del ciclo hidrológico y de la infraestructura urbana. Cuántas veces hemos visto como se desperdicia agua durante una buena lluvia, cayendo directamente desde las azoteas hasta la calle sin poder aprovecharla.
En los últimos años, incluso en las ciudades donde la lluvia es frecuente, se ha presentado escases en el suministro de agua para los hogares urbanos, esto ocurre debido a varios factores que van desde el desperdicio, infraestructura gastada e insuficiente, hasta la absurda contaminación de los afluentes. Por ello es urgente tener conciencia colectiva del cuidado de este valioso recurso natural. Es importante ver de nuevo la captación de agua como una alternativa respetuosa con el medio y aplicar metodologías caseras y modernas para su correcto manejo y uso.
El agua de lluvia se puede captar y almacenar a diferentes escalas, el primer nivel es el más directo y cercano al lugar donde se va a utilizar, ya sea la techumbre de un edificio o un patio a nivel de suelo, por debajo de los 40 m² de terreno por habitante, se puede prescindir de estructura. Posteriormente están los niveles que requieren una infraestructura mayor, tales como los sistemas que captan agua de grandes extensiones de terreno.
Parte del agua captada podrá filtrarse al acuífero, recargar cuerpos de agua, favorecer los procesos ecológicos naturales, tal como lo es el complejo y fascinante ciclo del agua, lo que debería convencer objetivamente a cualquier interesado en temas ambientales, obteniendo una cercana autonomía respecto de la energía externa y reduciendo así las emisiones de CO₂ en el transporte de agua convencional.
Los componentes básicos de un sistema de captación de agua de lluvia son: superficie captadora, prefiltros, conducción, almacenamiento y desinfección. En este contexto se puede diseñar un sistema casero, ya sea de tipo domiciliario (una sola casa) o semi-domiciliario, es decir, para beneficio de un grupo de vecinos, construido y ensamblado completamente en un módulo central e instalado en condominio.
La impermeabilización y los métodos de captación de agua lluvia tienen un gran impacto en el consumo de agua. El consumo anual de agua proporcionada por el municipio a un hogar se puede reducir de 1500 m³ a 150 m³ con la captación de agua de lluvia, que se puede utilizar, por ejemplo, para lavar platos, ropa, funcionamiento sanitario, regar las plantas e incluso hacerla potable mediante filtrados. Hay muchas razones por las que es mejor y más ecológico captar el agua de la lluvia que utilizar agua de la llave; de aquí viene la importancia de captar la lluvia. La razón más evidente quizá sea porque es realmente gratis, no utilizas ni contaminas agua procedente de recursos naturales. Recordemos que estos últimos, provienen en muchos casos, de la energía eléctrica, que conlleva a la factura mensual.
Para el proceso de captación es necesario instalar sistemas de recolección de aguas pluviales, estos sistemas deben incluir canaletas y bajantes para dirigir el agua hacia depósitos de almacenamiento, ya sea tinacos en suelo o cisternas. Se recomienda colocar prefiltros antes de canalizar el agua al almacenamiento. Los filtros de agua son esenciales para purificar el agua colectada, eliminando impurezas y haciendo el agua apta para diversos usos, como riego de plantas, limpieza y, con el tratamiento adecuado, incluso para consumo humano.
Por otra parte, se debe considerar el mantenimiento regular de las cubiertas y sistemas de recolección, lo cual es fundamental para asegurar su eficiencia y prevenir obstrucciones. Implementar estas medidas representa un ahorro económico personal y para el municipio, al reducir el consumo proveniente de la red de agua potable.
La instalación de un sistema de recolección de aguas pluviales comienza con la adecuación de las azoteas de las construcciones para captar el agua independientemente que sean techos inclinados o planos. Esto implica la instalación de canaletas y canalones que dirigen el agua hacia los bajantes, conduciéndola a un depósito de almacenamiento. Es importante asegurarse de que el sistema incluya filtros para purificar el agua recogida de impurezas. Una vez en el depósito, el agua puede ser tratada y distribuida para su uso en riego, limpieza o incluso consumo humano, si se ha sometido al tratamiento adecuado. Para obtener más información detallada y guías paso a paso sobre la instalación, puedes consultar recursos como “Cosechar la lluvia” de la Secretaría del Medio Ambiente o la guía de Eco-cosas.
Para los depósitos de almacenamiento de agua de lluvia, es primordial seleccionar materiales que aseguren la durabilidad y la calidad del agua almacenada. Los recipientes de plástico o vidrio son preferibles debido a su resistencia a la corrosión y su capacidad para evitar el crecimiento de algas, especialmente si se evita la exposición a la luz solar directa. El acero inoxidable también es una opción viable por su durabilidad y resistencia a la corrosión, aunque puede ser más costoso. La fibra de vidrio es otro material recomendado por su ligereza y resistencia a la corrosión, lo que facilita su mantenimiento y prolonga su vida útil.
Independientemente del material elegido, es importante que el depósito esté bien tapado y sellado para prevenir la contaminación y asegurar que el agua se mantenga en condiciones óptimas para su uso posterior. Esta actividad trae beneficios inmediatos para todos los actores: ciudadanos, autoridades, ambiente, finanzas, infraestructura urbana, seguridad. Los beneficios a corto y mediano plazo son:
Ahorro económico: Reduce la factura del agua, ya que se utiliza agua de lluvia para riego, limpieza y otras actividades funcionales.
Sostenibilidad: Contribuye a la conservación del agua potable y disminuye la dependencia de fuentes de agua municipales evitando su sobreexplotación.
Reducción de inundaciones: Ayuda a disminuir la escorrentía superficial, lo que puede reducir el riesgo de inundaciones en áreas urbanas.
Mejora de la calidad del agua: En ciudades intermedias y menores, el agua de lluvia es generalmente más pura y libre de químicos que el agua tratada.
Fácil de implementar: Los sistemas de captación de agua de lluvia son relativamente simples y pueden adaptarse a diferentes tipos de viviendas.
Fomento de la biodiversidad: Puede utilizarse para crear jardines sostenibles que atraigan a polinizadores y otras especies beneficiosas. En áreas propensas a sequías, la captación de agua de lluvia proporciona una fuente adicional de agua.
Por todo ello, es muy recomendable consultar el manual de instalación del sistema de captación de agua de lluvia SCALL proporcionado por la Secretaría del Medio Ambiente y el Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua.
Referencias
- Rivero B. M. E. y Córdova R. M. A. (2008). Sistema de captación y conducción de agua de lluvia. Manual de Instalación. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. http://repositorio.imta.mx/handle/20.500.12013/1088?show=full&locale-attribute=es
- García C. J. y Hernández V. M. I. (2017). Operación y mantenimiento a Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL). Instalados en escuelas de la cuenca del Lago de Pátzcuaro. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. https://sswm.info/es/node/11237
- Secretaría del medio ambiente (2021). Sistema de captación de agua de lluvia SCALL Manuel de instalación. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/647089/Manual_de_Captaci_n_2021.pdf
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