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Su más reciente edición, la revista del IBt, expone a las pioneras mundiales de este ramo y a las mexicanas que desarrollan la disciplina

“Biotecnología en Movimiento” presenta a Las bioinformáticas

Bioinformáticas del IBt El más reciente número de la revista fue presentado en el IBt de la UNAM. (IBt)

Un nutrido equipo de mujeres en la ciencias biotecnológicas e informáticas han sido las encargadas de escribir el más reciente número de “Biotecnología en Movimiento” en un número especial titulado “Las bioinformáticas”. El nombre de este especial no sólo alude a las mujeres que en la actualidad emplean estas herramientas tecnológicas para hacer investigación en las áreas de la vida, sino también de aquellas pioneras que engrosan a las investigadoras y tecnólogas fuentes de inspiración en la ciencia.

“En este número te narramos cuales fueron los principales descubrimientos experimentales y computacionales que sentaron las bases del desarrollo de la bioinformática, así como de los aportes hechos por las mujeres trabajando en esta subdisciplina de la biología”, se lee en la editorial de este número.

La publicación a cargo de académicos y personal del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM se conformó en esta ocasión por un comité editorial y los artículos de mujeres mexicanas especialistas en el ramo.

Hace unos días, en El Colegio Nacional, se llevó a cabo un encuentro para destacar la obra pionera en la química cuántica de Margaret Dayhoff, en el marco del centenario de su natalicio. Semanas atrás, el Sistema Universitario Jesuita entregó el Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga 2025. Estos dos nombres son importantes para la bioinformática y, junto con el de Grace Murray Hopper, conforman parte de la historia reciente de esta disciplina.

Pero… ¿cuál es el significado de bioinformática antes de seguir adelante con el tema? Durante la presentación del número especial, realizado el pasado 29 de abril en el IBt, Shirley Alquicira Hernández, una de las autoras, explicó que se trata de una disciplina que conjunta aliados: biología, informática, estadísticas y matemáticas que, trabajando en conjunto, permiten a los especialistas analizar y descifrar cosas relacionadas con los seres vivos.

“Imaginemos que tenemos un libro gigantesco con información y datos desorganizados o en un idioma que no entendemos de manera directa. Ahí la bioinformática nos permite realizar análisis para obtener soluciones innovadoras”. De esta manera se pueden aplicar a áreas de estudio de enfermedades y hallar curas, analizar cómo evolucionan los virus, bacterias, plantas y animales. También para mejorar cultivos que alimentan a millones de personas o especies en peligro, explicó.

En un auditorio lleno en el IBt, entre el que se encontraban estudiantes de bachillerato, la científica enfatizó: “Si les gustan los misterios, matemáticas, computadoras o simplemente son curiosos y quieren entender la vida a través de la perspectiva de la bioinformática, están en el lugar adecuado y pueden leer la revista para tener más conocimiento del tema”.

En este número, los lectores podrán leer los artículos “Descifrando la informática genética”, “Ecos del algoritmo: evolución de la bioinformática en México”, “El papel de la bioinformática en la lucha contra los virus”, “Atlas transcriptómicos, dónde y cuándo se expresan los genes en los organismos”, “Python: más allá del código”, “Desafíos y avances en la equidad de género STEM…”, entre otros.

Biotecnología en Movimiento Consulta el nuevo número en biotecmov.ibt.unam.mx

INSPIRACIÓN.

La editorial, de Rosa María Gutiérrez Ríos, coordinadora editorial invitada, también ofrece un vistazo sobre iniciativas lideradas por bioinformáticas mexicanas, como Pyladies, Rladies y Regional Student Group – México, entre otras.

“Estas iniciativas promueven la enseñanza de la bioinformática y distintos lenguajes de programación en un ambiente amigable. Una labor semejante la lleva a cabo en Nodo Nacional de Bioinformática y la Red Mexicana de Bioinformática, creadas con la visión de fortalecer a la comunidad bioinformática en México y Latinoamérica. Dentro de estas iniciativas, lideradas por bioinformáticas, está el Museo Virtual de Matemáticas que incluye exposiciones sobre biomatemáticas y biología computacional”, escribe.

En este sentido y en concomitancia con la oportunidad de que este tipo de proyectos de divulgación ayuden a inspirar a nuevas y cada vez más mujeres en la bioinformática, Joselyn Chávez, autora del número y egresada del instituto dijo:

“Espero que esta edición ayude a visibilizar el creciente número de científicas involucradas en la bioinformática, que todavía es un campo de desarrollo en México, y que, al tener diferentes ejemplos, más jóvenes científicas se sientan motivadas a adentrarse en este campo”.

Casi al final de la presentación en el IBt, la académica refirió lo mencionado por Rosa María Gutiérrez. “Espero que mediante esta edición algunas de las comunidades de jóvenes científicas, como R-Ladies, encuentren espacios gratuitos, seguros y de confianza para que aprendan a programar y así se adentren en la bioinformática”.

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