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¿Adónde se fue el magnetismo de la Luna? Los científicos se han preguntado sobre esta cuestión durante décadas, desde que una sonda espacial en órbita detectó indicios de un alto campo magnético en las rocas de la superficie lunar

¿De dónde vino el magnetismo de la Luna?

Luna. Las dos caras de la Luna. (NASA/NASA)

  La combinación de un antiguo y débil campo magnético y un gran impacto generador de plasma pudo haber creado temporalmente un intenso campo magnético en la Luna, concentrado en la cara oculta.

   ¿Adónde se fue el magnetismo de la Luna? Los científicos se han preguntado sobre esta cuestión durante décadas, desde que una sonda espacial en órbita detectó indicios de un alto campo magnético en las rocas de la superficie lunar. La Luna en sí misma carece de magnetismo inherente en la actualidad.

   En un estudio publicado en la revista Science Advances, los investigadores demuestran mediante simulaciones detalladas que un impacto, como el de un gran asteroide, podría haber generado una nube de partículas ionizadas que envolvió brevemente la Luna. Este plasma habría circulado alrededor de la Luna y se habría concentrado en el punto opuesto al del impacto inicial. Allí, el plasma habría interactuado con el débil campo magnético lunar, amplificándolo momentáneamente. Cualquier roca de la región podría haber registrado indicios de un mayor magnetismo antes de que el campo se extinguiera rápidamente.

   Esta combinación de eventos podría explicar la presencia de rocas altamente magnéticas detectadas en una región cercana al polo sur, en la cara oculta de la Luna. Casualmente, una de las mayores cuencas de impacto -la cuenca Imbrium- se encuentra justo en el punto opuesto de la cara visible de la Luna. Los investigadores sospechan que el elemento que provocó ese impacto probablemente liberó la nube de plasma que dio origen al escenario en sus simulaciones.

   “Hay grandes partes del magnetismo lunar que aún no se han explicado”, afirma en un comunicado el autor principal, Isaac Narrett, estudiante de posgrado del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias (EAPS) del MIT. “Pero la mayoría de los fuertes campos magnéticos medidos por naves espaciales en órbita pueden explicarse por este proceso, especialmente en la cara oculta de la Luna”.

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