La tecnología ha traido grandes ventajas a la vida diaria, pero al mismo tiempor inconvenientes y uno de ellos es que muchos de los componentes de aparatos como celulares o computadoras son perjudiciales para el medio ambiente y por esto, es importante reciclarlos.
A palabras del encargado del área de Telecomunicaciones del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, campus Morelia, Heberto Ferreira Medina, los residuos provenientes de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), o basura electrónica, pueden clasificarse en seis categorías:
- Refrigeradores y equipos de aire.
- Pantallas y monitores.
- Lámparas.
- Aparatos grandes (como estufas o lavadoras).
- Artefactos pequeños (como tostadoras y hornos de microondas).
- Equipos informáticos o de telecomunicaciones (como celulares, laptops y tabletas).
Ferreira Medina comentó que “la mayoría desconoce la importancia de eliminar de forma segura estos residuos y ello se ha vuelto un problema global. Muchos creen que, si un aparato dejó de funcionar, va a la basura. Ahí empieza el problema de contaminación”.
En este contexto, precisó que, en países desarrollados, cada dos o tres años las personas cambien de celular “y estar a la moda provoca un severo trastorno ambiental”.
Es más usual ver RAEE en basureros al aire libre. Lo preocupante es que, cuando estos artefactos entran en contacto con el agua, el sol y la polución, empiezan a degradarse y producen un líquido llamado lixiviado, el cual se forma por la descomposición de desechos orgánicos, el derrame del contenido de los envases, residuos de solventes y, la mayoría de las veces, por una mezcla de todo lo anterior.
“Esos líquidos se infiltran al subsuelo hasta llegar a los mantos acuíferos. Muchos ríos en México están muy contaminados por metales pesados provenientes de la basura electrónica y ello afecta a la salud. La contaminación de este tipo es irreversible”, expresó el especialista.
La basura electrónica, un problema a nivel mundial
El desarrollo de la tecnología ha traído un aumento en la cantidad de RAEE. Segun infromación del Observatorio Internacional sobre Residuos Electrónicos, en 2022 se generaron 62 mil millones de kilogramos en el mundo, la mayor cantidad registrada hasta ahora (en 2010 fueron 34 mil millones). El informe también refiere que, en ese mismo año, cada habitante desechó un promedio de 7.8 kilogramos, pero sólo el 22.3 por ciento (13 mil 800 millones de kg) se recogió y recicló de forma ecológica.
Heberto Ferreira advierte que la cantidad de residuos ha aumentado casi cinco veces superior a los oficialmente reciclados. El informe explica que para 2030 se generarán 82 mil millones de kilogramos.
China es actualmente la nación que más basura genera (12 mil millones de kg), seguido de Estados Unidos (7 mil 200 millones) e India (4 mil 100 millones). En la lista sigue Japón (2 mil 600 millones), Brasil (2 mil 400 millones), Rusia (mil 900 millones), Indonesia (mil 900 millones), Alemania (mil 800 millones), Reino Unido (mil 700 millones) y México (mil 500 millones). Cabe destacar que nuestro país ocupa el décimo lugar a nivel mundial y el tercero en América.
“Hoy, cada mexicano genera unos 12 kilogramos anualmente. Si multipklicamos eso por 130 millones de habitantes, en 2025 produciremos 1.5 millones de toneladas de basura electrónica. Trescientas mil toneladas son más o menos un Estadio Azteca, entonces eso equivale a llenar entre cinco y seis estadios con RAEE”, puntualizó Medina.
Para enfrentar este problema el primer reto es tener un manejo apropiado a los resuidos, pero no existe una legislación adecuada o regulación sobre los lugares donde se tiran. “Sólo tenemos una norma oficial, la NOM-161-SEMARNAT-2011, que clasifica los residuos que son basura y comprende algunos componentes electrónicos. Es la única regulación, pero no se sigue porque se volvió obsoleta”, mencionó.
Solucionar el problema
Una de las medidas más utlies es usar la tecnología por mas tiempor. “Si el dispositivo funciona hay que aprovecharlo muchos años o hasta que se descomponga. Las empresas también pueden colaborar realizando un ciclo recirculante de la tecnología, esto es, adquirir el electrónico, sacarle jugo y, cuando se descomponga, devolverlo a la empresa que lo produjo para desensamblarlo y aprovechar algunos de sus componentes. Eso ayudaría a que estos aparatos no lleguen a la basura”, dijo.
Otra medida para mitigar es participar en