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Alteraciones climáticas, perdida de biodiversidad y agotamiento de agua dulce, son algunas de las consecuencias por el deshielo de los glaciares

México debe adaptarse a la nueva realidad climática sin glaciares, advierte especialista de la UNAM

Ante la nueva realidad en la que México ha perdido sus glaciares, por el cambio climático y la actividad humana, el especialista Hugo Delgado Granados, del Institutito de Geofísica de la UNAM advierte que es necesario adaptarse y mitigar los efectos de la perdida en la sociedad y los ecosistemas.

“Es preciso reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el uso eficiente del agua para evitar una crisis hídrica aún mayor en el futuro”, señala que algunas de las estrategias para ellos son la reforestación de alta montaña para mejorar la retención del agua, la inversión en tecnologías, de captación y al almacenamiento pluvial, y la transición hacia fuentes de energía renovable para reducir la emisión de gases contaminantes.

Estas estrategias de adaptación y mitigación son recomendadas ya que el deshielo glacial es irreversible en muchas regiones del planeta. Esta desaparición ocurre por un desbalance natural entre el aumento de la temperatura local y global, aunada a que los glaciares reciben menos precipitación de nieve y sufren un mayor perdida de masa.

La desaparición de los glaciares altera el clima y la biodiversidad de los sistemas montañosos y afecta la disponibilidad de agua en distintas regiones del mundo, según la ONU, hay más de 2 mil millones de personas en el planeta que dependen el deshielo de glaciares y nieve como fuente crucial y constante de agua dulce.

“El incremento de la temperatura global ha elevado la línea de equilibrio de los glaciares, es decir, la altitud a la que la acumulación de nieve compensa la fusión del hielo. En el caso de México, dicha franja límite ha ascendido hasta los cinco mil 300 metros sobre el nivel del mar, lo que significa que la nieve estacional que cae en elevaciones como el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl no logra convertirse en hielo permanente. La Mujer Dormida ya se encuentra por debajo de tal nivel, por lo que cualquier nevada que caiga sobre ella terminará derritiéndose”, explica el especialista.

De acuerdo con la ONU, tan solo en 2023 los glaciares perdieron más de 600 gigatoneladas de agua, la mayor merma de masa consignada en los últimos 50 años. Según la página oficial del Año Internacional de la Conservación de los Glaciares , hay más de 275 mil que cubren una superficie de 700 mil kilómetros cuadrados y que representan el 70 por ciento del agua dulce que hay en el mundo.

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